Jamás sentí pasar el tiempo de manera más lenta, las manecillas del reloj parecían retarme a no avanzar, el tic tac sonaba pausado y mis ansias jamás cesaron. La tarde parecía una eternidad simplemente no podía esperar, de pronto escuché que llamaron a mi puerta, me dirigí a abrirla y para mi sorpresa era Owens que parecía estar enfurecido
-¿Qué pasa?- pregunté confundida
-¿Qué pasa? Eso quisiera saber yo Jiolette ¿qué carajos pasa?- caminaba de un lado a otro en la habitación, podría jurar que estaba temblando de coraje
-No entiendo que sucede- me quedé observándolo junto a la puerta
-¿Qué te dije sobre tu amiguito?
Agaché la cabeza y él se dirigió a mí
-Creí que había sido muy claro cuando te pedí que no lo vieras más, teníamos un trato y simplemente decidiste desafiarme, no entiendo que pasa, cada que te ayudo me quedas mal y aún así vienes a poner tu cara de estúpida frente a mí para que sienta compasión y te libere pero te juro por Dios que solo estas logrando hacerme enfurecer cada vez más ¿detectas cuál es la falla en tu plan Jiolette?
No le respondí nada en absoluto
-Quiero pensar que al menos estás escuchándome - guardó unos segundos de silencio, me dio la espalda y con más calma me pegunto -¿de qué hablaron?
- Él solo me saludó, me dijo que le alegraba verme y ya
-¡Ja! Si como no ¿acaso crees que soy estúpido? ¿Crees que me trago ese cuento así de fácil?
-No es ningún cuento en verdad fue lo único que hablamos
Hizo una mueca de desagrado y me tomó del cabello haciéndome doblar un poco el cuello hacia la derecha
-Sé muy bien cómo funciona esto; le dirás que te ayude a escapar, que quieres volver y que estás aquí por la fuerza, después idearán un plan para fugarse y cuando crean que lo lograron bajarán la guardia, será justo ahí cuando yo entre en acción, créeme, no quieres saber de lo que soy capaz cuando alguien me desafía- tiró de mi cabello a modo que me hizo caer al suelo
-No, en verdad no, yo pertenezco a este lugar no sabría que hacer allá afuera, sola...- bajé un poco el tono de mi voz- sin ti- cerré los ojos, lo que acababa de decirle en verdad no me salía del corazón pero tampoco era del todo falso; lo odiaba de eso no había duda, pero algo en él no me permitía alejarme por completo
Guardo unos segundos de silencio y respondió -No correré riesgos, lo siento
-¿A qué te refieres?- ignoró mi pregunta y salió de la habitación, no hice ningún movimiento hasta que escuche que ponía el broche a la puerta por fuera, inmediatamente fui en dirección a él e intenté girar la perilla pero estaba atrancada, me había encerrado -Owens no hagas esto por favor, te lo suplico - las lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas -por favor, déjame salir
-¿Quién te entiende Jiolette? Primero me suplicas que ya no quieres estar con nadie e incluso que no quieres trabajar para mí y ahora lloras porque quieres salir, sinceramente no entiendo que pasa contigo- me respondió desde el pasillo
-Pero te lo estoy diciendo ahora, solo hoy por favor, teníamos un trato; seguiría trabajando igual hasta tener una rutina ¿recuerdas?
-Claro que me acuerdo, puedes olvidarte de eso
Escuché que se alejaba con dirección a la oficina de Julie, lo único que podía hacer por ahora era esperar a que regresara y me diera instrucciones, desde el fondo de mi alma estaba arrepentido de habérmela jugado de esa manera al intentar traer a Ian al bar, lo estaba poniendo en riesgo tanto a él como a mí misma. La obscuridad de la noche comenzó a cubrir mi habitación, me arreglé por si Owens decidía dejarme salir a trabajar, usaba un short corto negro de piel, unas medias gris obscuro transparentes, blusa negra de tirantes con estampado de tigre y zapatos de tacón de aguja con mismo diseño, sabía que lucía vulgar pero si Julie u Owens se acercaban a mi quería que al menos notaran que estaba poniendo de mi parte. No tuve contacto con nadie hasta llegadas las 11:00 de la noche
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Jiolette
Romance-contenido adulto- ¿Alguna vez has sentido la traición de la persona en quien confiabas? ¿Que harías si te dieras cuenta que tu verdugo es la persona que despierta sentimientos en ti? ¿Has escuchado hablar del síndrome de estocolmo? ¿Conoces las eta...