< Christy >Me pasé todo el fin de semana encerrada en casa viendo película tras película mientras engullía decenas de bolsas de patatas. Siempre que me pongo nerviosa por algo, mi apetito aumenta haciendo que no pueda dejar de comer. Es una manera de distraerme y no pensar en los problemas presentes. Este método siempre me había funcionado, hasta hoy. La repentina relación de Nathaniel y Melody y mi noche de fiesta con Castiel había sido demasiado para mi pequeño cuerpo. Unas simples bolsas de patatas no conseguirían distraerme de todos los hechos recientes. Por suerte, no me había encontrado con el pelirrojo en todo el finde, pero no podía evitarlo eternamente, a parte de ser mi vecino, está en mi clase, por lo tanto vamos a tener que intercambiar palabras tarde o temprano, y para mi desgracia, ese momento llegó antes de lo previsto.
Salí de mi casa con un gran nudo en el estómago, los lunes siempre habían sido duros para mí, y si a eso le sumamos que tendría que ver los arrumacos de Nath y Melody en primera fila, hacía que hoy fuese el peor día de mi vida. Me encontraba cerrando la puerta cuando empecé a escuchar las pisadas de alguien bajando las escaleras, que para mi mala suerte, se trataba de Castiel. Ambos compartimos una mirada incómoda hasta que el pelirrojo se dignó a dar el primer paso.
-Hola. -Dijo bajando lentamente un escalón. Le dediqué una falsa sonrisa y asentí a modo de saludo. Acto seguido llegamos hasta el portal sin intercambiar palabra. Castiel estaba absorto en la pantalla de su móvil mientras que yo me había puesto los auriculares sin música en un intento por evadir cualquier tipo de conversación incómoda. -¿Preparada para la función de hoy? -Preguntó sin apartar la mirada de su teléfono.
-¿Qué función?
-Ya sabes, la del pijo y la estirada. -Por sus extraños adjetivos comprendí que se refería a Nathaniel y Melody.
-No le llames así.
-¿Aún piensas defenderle?
-Le defiendo si me da la gana.
-¿Incluso después de haberte sustituido?
-Deja de ser tan entrometido.
-Y tú deja de ser tan estúpida, das pena. -Me frené en seco y apreté mis puños con fuerza.
-Deja de hablar como si fueses la voz de la razón. No me conoces, así que cállate la puta boca. -Aceleré el paso y le dediqué una última mirada de odio. -Y otra cosa más, como vuelvas a faltarme al respeto te daré un puñetazo. -Dejó escapar una risa irónica y se colocó frente a mí.
-¿Como del que te defendí? -Tragué saliva y le encaré fingiendo seguridad.
-Podría haberme defendido yo sola si me hubieses dado tiempo.
-No me hagas reír, con suerte le habrías hecho cosquillas.
-¿Pero y tú que sabes? Te lo repito, ¡Deja de hablar como si fueses la voz de la razón!
-¡Solo soy realista, niña! Admite que no puedes salir de todo sola.
-Llevo haciéndolo mucho tiempo, y si no pudiese, tu ayuda es la última que necesito. -Di media vuelta para marcharme pero me atrapó la muñeca con un movimiento firme.
-¿Ah si? Y dime, ¿Quien habría sido la primera persona a la que le hubieses pedido ayuda? ¿El delegado? No me hagas reír. -Me soltó y se cruzó de brazos. -Deberías replantearte mejor tus prioridades, puede que estés perdiendo el tiempo. -Pasó por mi lado y se alejó de mí sin mirar atrás. Quedé inmóvil unos minutos contemplando el suelo. ¿Que me replanteé mis prioridades? Ni siquiera tengo de eso, y si las tuviese, él no estaría entre ellas. Solo es un niñato estúpido que me hace la vida imposible.
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Mi pesadilla pelirroja [Fanfic CDM] [Castiel x Sucrette]
FanfictionSiempre se ha dicho que los polos opuestos se atraen pero, ¿que hay de los polos iguales? ¿acaso no tienen derecho a compartir algún tipo de relación? Esta es la historia de Christy, una adolescente que posee un carácter un tanto... problemático. Su...