Capítulo 17

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Capítulo 17

A Lexa solo le había bastado dormir tres veces con Clarke para saber a la perfección de que podría acostumbrarse a eso y que desearía poder despertar de aquella manera cada día.

Aunque la castaña adoraba dormir descansando su cabeza en el pecho de Clarke, la sensación que le despertaba ver a la rubia dormida sobre su pecho y acurrucada a ella era algo increíble.

Lexa corrió los mechones rebeldes que caían en el rostro de la rubia dejando así descubierto su rostro. La rubia tenía sus labios entreabiertos, su semblante estaba completamente relajado. La castaña acarició las mejillas y el contorno de su mandíbula, subió por sus labios llegando a la punta de la nariz haciendo que la rubia arrugara la misma.

Lexa sonrió al ver como Clarke abría lentamente sus ojos y los fijaba en los suyos, la sonrisa de Lexa se amplió mucho más cuando notó como los perezosos ojos de la rubia iban tomando un magnifico brillo mientras la observaba.

- Hola... - susurró Lexa mientras volvía a acariciarle la mejilla. - ¿Qué sucede? - preguntó al ver como el entrecejo de Clarke se fruncía levemente. -

- Quiero volver a soñar lo que estaba soñando. - contestó la rubia cerrando sus ojos con fuerza. -

- ¿Qué estabas soñando? -

- Déjame... - Clarke se acurruco lo más que pudo y escondió su rostro en el hueco del cuello de la castaña. -

- Clarke... - Lexa comenzó a reírse. - Cuéntame ¿Qué soñabas?

- Qué me besabas... - susurró. -

- ¿Te besaba? - Clarke asintió. - Sabes... los sueños se pueden hacer realidad...

- ¿Sí? - Clarke salió de su escondite y miro a la castaña que tenía una pizca de picardía en su mirada. -

- Ujum...-

Lexa se inclinó, tomó el rostro de la rubia entre sus manos, se acercó a ella y la beso suavemente. Clarke correspondió rápidamente, suspirando justo en el momento en el que los labios de Lexa se unieron a los suyos.

Lentamente el cuerpo de Lexa fue moviéndose hasta quedar sobre la rubia. Las manos de Clarke se colaron por debajo de su camiseta acariciando la piel de su espalda.

Lexa dejo de besar sus labios para pasar a su mandíbula y de allí continuar por su cuello, en donde se entretuvo más de la cuenta en una cierta zona.

Cuando Clarke sintió los dientes de Lexa cerrarse en esa zona de su cuello no pudo evitar gemir y dejo caer su cabeza hacía un costado brindandole más acceso.

- Lexa... no me muerdas. - jadeo la rubia pero Lexa no le prestó atención y la mordió con más fuerzas. - Lexa... Lexa no muerdas. -

Nuevamente Lexa ignoró el pedido de la rubia pero esta vez succiono esa parte, luego la mordió y volvió a succionar para luego pasar su lengua tratando de alivianar el ardor o dolor que le pudo haber causado.

Los pequeños gemidos y jadeos de Clarke le hacían entender que no estaba haciendo las cosas para nada mal. Sus manos se perdieron rápidamente por debajo de su camiseta, acarició con parsimonia la piel de su abdomen y ascendió hasta sus senos los cuales apretó suavemente siendo recompensada con un grandioso gemido pero antes de que pudieran seguir el ruido de las llaves en la puerta las hizo separarse rápidamente.

- ¡Oh! ¡Escuché un gemido! - gritó Costia antes de entrar. - Espero que estén vestidas. - advirtió dándoles el tiempo necesario para quedar en una posición no tan comprometedora. - Ammm... ¿Están durmiendo? - preguntó al verlas a ambas abrazadas y con sus ojos cerrados. - mmmm... no les creo. - confesó la morocha. -

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