Capitulo 2

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-No se como terminamos aquí.- dijo Liam al estacionar su Ranger Rover en la acera de la casa de Zac. Rose le sonrio orgullosa, bajo del auto. Su mano toco el timbre de la casa, mejor dicho mansión, de su apuesto novio, al esperar unos segundos se canso y volvió a tocar, teniendo como respuesta el silencio total, la casa estaba media oscura, al parecer los padres de Zac habían salido; giro sobre sus talones y se dirigió al auto de Liam.

-Creo que no esta.- dijo algo confunda.- pero, lo llame hace 20 minutos.- dispuetsa saco su teléfono y marco el numero de Zac, una... dos... tres... cuatro... y cinco repicadas y nada, no le contestaba.-¿sera que se quedo dormido?.- cuestiono, liam levanto los hombros.- su habitación queda en la parte trasera ¿me acompañas?.- le sonrio tiernamente a Liam, este la miro seria.- necesito que alguien me cargue para ver por la ventana.- volvió a sonreir, Liam apago el motor del auto y bajo seguido de ella.

Con cuidado y sin hacer ruido se escabulleron por la parte trasera de la mansión, y a medida que se acercaban cada vez mas a donde era la habitación de Zac ruidos extraños se escuchaban cada vez mas cerca, en busca de respuestas llegaron a su destino y al parecer provenían de la habitación, al parecer era el retumbar de una cama y ¿gemidos?. Liam cargo a Rose en sus hombros para que ella pudiera alcanzar la ventana, la escaza luz no la dejo ver mucho, pero con lo poco que vio quedo perpleja ¿Cómo le podía hacer eso? ¿Por qué? Rose simplemente trato de tragar el gran nudo que tenía en su garganta y aguanto las ganas de llorar, pero algo la detuvo; había pasado por mucho que en ese instante algo se creo dentro de ella, una barrera.

-Liam Bájame.- le ordeno y su amigo lo hizo, extrañado por su tono de voz le pregunto que sucedía, pero ella simplemente salió corriendo hacia el auto en busca de algo. Su celular. Al volver le dio instrucciones a Liam de que cuando la baje salga corriendo, encienda la camioneta y se irían de ahí lo mas rápido posible, volvió a ordenarle a Liam que la cargara, Tomo su teléfono encendio la cámara y tomo, no una, si no varias fotos de escena, las dos personas que se estaban revolcando se percataron mas no se dieron cuenta de quien era.

Rose junto a Liam salieron corriendo lo mas que podían, ambos se montaron en el auto y Liam arranco la camioneta, el chillido de los cauchos estremeció Rose un poco pero luego se compuso, se prometió a ella misma que no se daría mala vida mas nunca por un hombre, y lo cumpliría. Liam no le quizo preguntar pues ya sabia la respuesta, era como si le estuviera leyendo la mente a su mejor amiga, la conocía tan bien, sabia cada cosa que pensaba, sus gestos, absolutamente todo. Al llegar a la fiesta ambos bajaron del auto, Rose sonreía a las cámaras y saludaba mientras Liam se mantenía serio pero amable a la vez.

Esa noche Rose la disfruto mas que nunca y no sabia el porque, quizás era porque el efecto del alcohol estaba presente en su sistema; bailo hasta que no pudo mas, con cada una de las personas que se encontraban en el lugar.

El sol empezaba a salir y Rose ya se encontraba tumbada en su comoda cama, vuelta un gran desastre, su cabello todo enmarañado, su maquillaje corrido y el olor a alcohol se podía oler en su boca. Era Domingo asi que no tenia que hacer sus tareas diarias, parecía estar muerta, pues era casi medio dia y ella seguía durmiendo, era sorprendente que sus padres no pasen por su habitación a despertarla, era una regla que nunca debían de romper los hijos Collins, no podían dormir hasta el medio dia, si no sus padres explotaban, pero hoy tenia mucha suerte Rose pues sus padres habían salido con unos amigos desde muy temprano y al parecer no llegarían si no hasta la noche.

Rose empezó a despertarse lentamente, se estiro en su cama y abrió lentamente los ojos, giro su cabeza para ver la hora, se sobre salto al ver que eran la 1:37 de la tarde. Corrio hasta el baño, se ducho rápidamente y agarro lo primero que vio para ponerse, no le tomo mucha importancia y bajo corriendo las escaleras para dirigirse a la cocina, al llegar y sorprendidas por su gran y notoria llegada todo el personal que se encontraba en la cocina voltiaron a verla, con algo de vergüenza se acerco a Clara.

-buenas tardes.- hizo una mueca.

-buenas tardes dormilona.- le sonrio dejo un beso en la mejilla de Rose.- tus padres no están a si que quedate tranquila.- y ahí Rose pudo respirar tranquila.- vas a almorzar, Anna preparo tu comida favorita, con una gran sonrisa Rose acepto y almorzó, tenia muchísima habre asi que deboro todo su almuenzo en un segundo.

-señorita Rose, llegaron dos correspondencias para usted.- le dijo una señora que trabajaba en la mansión.

-oh ¿para mi?.- pregunto Rose, y la señora asintió, extrañada extendió su brazo y agarro la correspondecia, era un sobre grande y uno pequeño. Al ver quienes lo enviaban supo de una vez que eran la respuesta de las dos solicitudes que había mandado a dos universidades distintas, quizo abrir el sobre grande primero, al leer cada parabra que decía en la carta su cara se volvió palida, había sido rechazada en la universidad que su padre había querido que entrara, pues era la mejor, la mas conocida en todo el mundo, pero a la vez se sentía feliz pues estaba siendo obligada a estudiar algo que a ella simplemente no le gustaba y odiaba, en el otro sobre había otra carta la cual decía que era aceptada pero para sus padres era una universidad mas, aparte que en esa Rose había puesto la profesión que le gustaba un poco pero se acercaba mas o menos a lo que su padre quería que fuera. Una gran empresaria como el.

Ahora lo peor venia, hablar y tratar de que su padre la entienda. Odiaba que la gritaran, pero lo que sucedió ayer en la noche la ayudaría a ser fuerte y valiente, lo que nunca fue. 

Haz que me obsesione de ti (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora