Estas dos semanas han sido horribles, mi rutina de todos estos días es despierto, como algo, me coloco ropa limpia, me peino y me arreglo un poco, por ultimo cada vez que va el imbécil a la habitación termino peleando con él, me repugna es un maldito cerdo, no puedo esperar para poder desaparecer de este lugar y volver a donde los chicos, tratar de olvidar todo esto y ojala que la policía encuentre a este idiota para que me deje en paz. Detesto todo esto.
Luego de que hayan pasado los doce días que según el psicópata me había dicho que lo conocería, ayer en la noche cuando me llevo comida, me dijo que hoy lo conocería, por fin le vería la detestable cara, que espero poder golpearlo por lo que me ha estado haciendo pasar estos días y así escapar, ojalá resulte como lo he estado planeando.
Decidí levantarme de la cama, luego de terminar de ordenar mi cama, me metí al baño a darme una ducha relajante, por ultimo cuando termine salí del baño envuelta en una toalla, camine hacía donde tenía toda mi ropa, la deje sobre la cama mientras me coloque crema en todo el cuerpo y termine escogiendo unos jeans de tiro alto rasgados en las rodillas junto a una sudadera corta de color rosa pálido que dejaba ver parte de mi vientre y unas zapatillas blancas, me deje el cabello suelto, me coloque un poco de perfume y quede lista, me senté en la cama esperando a que apareciera el idiota.
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— Cariño, ¿te veré hoy o no? —Hable fuerte para que me escuchara y se dignara en aparecer—
Se abrió la puerta, dejando ver al hombre, quien no podía creer que podía ser precisamente él...
— Jack —murmure sorprendida—
— _____ por fin —se acerca a donde me encontraba—
— Tu... tu... que haces —dije nerviosa temblando—
— Preciosa, Ahora podremos ser felices —me abraza—
— no, me toques —le dije llorando— por favor aléjate.
— Acostúmbrate porque así será —habla y se retira de la habitación—
Aún no podía creer que sea Jack, el novio de mi tía, el psicópata que ha estado molestándome todo este tiempo, como no me había dado cuenta antes, por eso a veces me miraba raro o se comportaba de manera extraña cuando se quedaba en casa de mi tía, pero nunca le tome en cuenta todo eso. ¿Como fui tan idiota de no darme cuenta?
{...}
Ya había pasado una semana de que supe que el psicópata era Jack, desde ese momento cada vez que iba a dejarme comida le pegaba o le tiraba la comida, el solo me decía "Basta ____ porque tengo mis límites" me daban lo mismo sus malditos límites.
Lo peor que podría hacer es matarme y eso para mí sería lo mejor en estos momentos, ya no sabía qué hacer para poder escapar de esta prisión en la que me encontraba.
Toda su paciencia acabo cuando trato de besarme y yo le rompí un vaso de vidrio en la cara, él salió maldiciéndome y yo me senté sobre la cama feliz, no volvió más en lo que quedaba de tarde por lo que me quedé dormida sobre la cama.
Después de mucho rato desperté porque alguien comenzó a moverme de un lado a otro, era el idiota.
— Cariño, vamos a ver televisión —sonríe maliciosamente—
Sabía que algo tramaba, pero aun así acepte, ya que quería ver que estaba pasando, si me buscaban o algo.
Jack colocó un video y se sentó a mi lado a verlo.
Comencé a ver un lugar muy conocido, la casa de mi tía, veo como Jack coloca la cámara escondida en el salón de la casa, en eso aparece mi tía quien le pregunta algo, Jack saca una pistola detrás de él quien le dispara en la cabeza, no podía seguir viendo lo que sucedía, las lágrimas corrían por mi cara, Jack paró el vídeo y me abraza, mientras que yo estaba temblando de miedo, no sabía que podía pasarme a mí, ver a mi tía en el vídeo muerta, aun no podía creer lo que el maldito cerdo le hizo...esta enfermo de la cabeza.
— Bebe, si vuelves a portarte mal conmigo lo mismo le pasara a Harry, Anne, tus padres, ah y Zayn —Sonríe—
— No... Por favor no.... —dije llorando— haré lo que quieras.
— Lo que quiero es que te comportes como se debe —suelta una risa enfermiza—
Estaba dispuesta a cambiar mi forma de ser con tal de que no les hiciera nada a mis amigos ni a mi familia, porque eso si que no lo perdonaría jamás, ya perdí a mi tía, no estaba dispuesta a perder a nadie más.
