La Diosa Griega No Conocida [Nico Di Angelo]

Capítulo 20: La lista y ¿un nuevo dios?

Había "dejado" de una vez por todas a Nico. Me sentía tranquila, ahora sólo me ocuparía de mis hijos, de mi deber en el Olimpo y de mi esposo.

Me encontraba en el olimpo, me habían dicho que habría una reunión para juntar a dos divinidades.

Ya le habia contado de esto a Ramsés. Quisiera o no debia participar en esto.

Les contaré: cada cincuenta mil años dos divinidades se juntaban para así concebir a un nuevo dios.
Era un pacto que habíamos hecho entre todos.
Se hacia por sorteo, y si aquellos dioses que salian en él, sus poderes combinados no serían peligrosos, se realizaba. Al finalizar la reunión aquellos dioses lo procreaban.

Por suerte a mi no me ha tocado, sólo a Zeus, (que de allí nacieron Apolo,  Artemisa y Atenea) y algunos que otros dioses más.

—Bueno —pronunció el rey—. Ya sabemos cómo es esto. El sátiro más anciano de todos tomará dos nombres, uno de mujer al igual que uno de hombre.

Aquel sátiro comenzó. Todos estábamos nerviosos.

—Pensándolo bien, tal vez esto traiga un bien —habló Quíone. Luego de segundos pensando, empezamos a asentir hacia aquella idea.

—Ya está, mi señor —le comunicó el sátiro a Zeus.

Mi corazón iba a mil por hora. Imploraba para que no me tocase. No quieria estar con ninguno de mis hermanos, ni con mis sobrinos. Sé que no hay ADN entre nosotros pero de igual modo pensaba así.

<¿Ni siquiera yo? >

¡Apolo!

—El nombre que salió fue... —redobles por parte de Hermes se hicieron escuchar—....

***

Me sobresalto y miro a mi alrededor, estaba en la cabaña de Atenea junto a ella y sus hijos para planear nuestros primeros movimientos. Habíamos pasado toda una noche entera viendo contras y pros.

—Podemos ir al este de Long Island nosotros y los de Hefesto al Oeste —dijo Malcolm.

—¿Y los dioses? ¿Con quién irían? —dijo uno muerto de sueño.

—Con sus hijos —respondí seriamente. Atenea me fulminó con la mirada—. ¿Qué? Me parece correcto esto de que cada uno este con su hijo.

—Bien —aceptó molesta—. Ya que nos pusimos de acuerdo en esto, será mejor que pongamos al tanto a los demás.

Y así lo hicimos, juntamos a todas las cabañas. Cada uno en su respectiva mesa, es más habiamos llamado a todos los dioses que estuvieran en nuestro lado. Contando a Eris.

Noto como la cabaña de Atenea empieza a murmurar.

—Las otras cabañas que se encarguen de lo demás —dijo Annabeth bostezando.

—No lo sé, hija. Creo que nos conviene a todos seguir la lista que ya hicimos —la toma para comenzar a informar.

Ares y Artemisa: entrenamiento.
Hefesto: todo lo que necesitemos en armas y demás.
Atenea: estrategia.
Poseidón: enseñar a nadar.
Apolo:enseñar medicina.
Hera y Hestia: proteger a todos.
Zeus: se encargará de los vientos junto a los demás dioses.
Hades:traer zombies, esqueletos pero más importante, proteger las puertas del inframundo.
Deméter: aportar comida, flores malignas y lianas que servirán para lo que sea.
Dionisio: aportará bebidas y volverá loco a más de uno.
Afrodita y Eros: todo lo que representan se usará, incluso el amor.
Hermes: le robarán al enemigo, mandarán mensajes, etc.
Perséfone:cambiar las estaciones para el cambio de horario. Cronos se volverá loco.
Thanatos: Le dará la muerte pacífica a aquellos que se encuentren sin salvación.
Quíone; todo su poder en el campo del enemigo.
Nyx:encargarse de la noche.
Tyche y Nike: ustedes serán de muchísima ayuda.

—Eso es todo. Yo misma me he encargado de modificarlo. Los demás dioses que no haya nombrado se uniran a la batalla. Eris, tu crearas discordia entre los titanes.

—Está bien —aceptó con una sonrisa de mala. Habia puesto mucho empeño en convencerla.

—Oye Atenea —digo con el ceño fruncido—. ¿Qué haré?

—Eses, no has cumplido tus deberes como corresponde —dijo demostrando inocencia—. Creí que lo mejor sería que cuidarás que nadie entre en el olimpo y en el campamento.

—¿Qué?  —respondo molesta. Como se atrevía.

—Si hubieses mantenido como corresponde la paz no estaríamos haciendo esto —gritó—. Además no estás en condiciones de hacer algo.

—¡¿Y por qué no?! —me levanto—. Aparte, no tienes ningún derecho decirme si he o no cumplido con mis obligaciones. ¡No puedo mantener la paz en todos lados! Ya mucho he hecho entre ustedes para que no se creen conflictos. Si no fuera por mi, estarías muerta.

—Por si lo has olvidado, ayer hemos tenido la reunión y has salido tú —sonrió maliciosamente. Alguien queria que pelearamos, puedo sentir aquello—. ¿Tus hijos ya lo saben?

Abro los ojos sorprendida. Maldición lo había olvidado. Aunque apenas llegue le conté a mis hijos sobre el trato.

—Si lo he hecho.

—Oh, entonces creo que no habra ningun inconveniente en decirles a todos aquí.

—Atenea, deja las cosas como están. No los metas a ellos en esto.

—Ya basta —dijo Hestia muy enojada—. Se supone que somos, aunque no quieran, una familia. No deberíamos pelearnos entre nosotros mismos. Atenea, no entiendo que te ocurre pero debes terminar con esto ya. En cuanto a Eses, lo mejor será que tú y tus hijos cuiden al olimpo y al campamento. Trae a los egipcios. Además, debes cuidar lo que crece en tu vientre va a ser la salvación de mucho de nosotros en un futuro.

—Pero —murmuro dolida.

—Mamá mejor hagamos lo que dijo Hestia —me abrazo por la espalda Merenptah.

Suspiro derrotada.

Ares y Hades palpean mi espalda.

—Será mejor que te cuides —me mostró una mini sonrisa—. No quiero que le ocurra nada a nuestro hijo.

Se que está historia no va muy bien con Nico. Pero calma, pronto tomará el camino que debe.

¿Quién creen que sea el padre del vuevo dios?

¿Hades o Ares? 😈 wuajajajajaja