VI

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Todo era oscuro, y demasiado frío, no sabia que estaba pasando a su alrededor, aunque sabia que seguía vivo, por que el hombro le dolía a horrores. Había agua donde estaba, tal vez un pequeño estanque, salio e el y se arrastro con cuidado.

-Por el Ángel, ¿donde estoy?. Se levanto, pero aun así no miraba nada mas allá de sus manos.

-Tranquilo, estas a salvo. Esa voz, esa voz la había escuchado antes.

-¿Donde estoy?. Necesitaba saber que tan lejos se encontraba del Instituto.

-En un lugar seguro. Era la voz de aquella vez, la que le dijo que "No es ninguna broma".

-Yo decidirse si es seguro o no. Se mantenía quito, no sabia que mas podría haber en esa escurridas profunda.

-Siempre tan desconfiado mi Ángel. Sintió un cosquilleo ante ese apodo.

-N..no me llames así. Necesitaba salir de hay.

-Lo siento. Sintió algo rozar con su espalda, una pequeña ráfaga de viento, haciendo que se girara.

-¿Por que esta todo tan oscuro?. Mirar a la " nada" era agobiante.

-Para que te asustes. Estaba seguro que estaba mirando directamente hacia la voz.

-Soy un Cazador de sombras, no me asusto fácilmente.

-¡NO ERES UN CAZADOR!, ¡ESOS DETESTABLES ASESINOS, NO SAN NADA MAS QUE ESO!, ¡¡ASESINOS DE CRIATURAS INOCENTES!!. Eso le había asustado, la voz de esta persona era como si una multitud hablara de lo mismo.

-No son asesinos, solo protegemos a los mandamos y para eso tenemos que eliminar a lo que los quiere dañar. Levanto las manos, para calmar la ira de desconocido. -Y lo que eliminamos no son "inocentes criaturas" como tu las llamas.  Algo le sujeto de las manos, introduciéndolo en la oscuridad, sólo cerro los ojos.

                    •Narrador•

La oscuridad comenzó a desvanecerse, pero los ojos cerrados d Alec no lo percibían, así como tampoco se dio cuenta de lo que lo sujetaba, una persona, que con ojos llenos de amor, cariño y afecto le miraban,  esperanzado de que aquella criatura inocente en sus manos no fuera una vana ilusión de lo que por años, no, por milenios espero, con el corazón destrozado, recordando la manera cruel en la que le fue arrebatado. Pero era real, tan real, que no se desvanecía, que cuando abrazo permaneció. Por otro lado Alec estaba aterrado, al sentir el abrazo abrió sus ojos azules, los que estaban llenos de lágrimas.

-¿Pero que?. Toco su mejilla y miro las lágrimas. -¿Por que estoy llorando?. Comenzó a empujar al hombre que le tenia abrazado, sin embargo era claro que este era mucho mas fuerte.

-Por favor, solo deja me sostenerte. El forcejeo se hizo mas fuerte hasta, pero Alec se detuvo al notar lágrimas en aquel hombre.

-¿Por que lloras?. Le limpiaba las lágrimas suavemente.

A pesar de no conocer lo le dolía mirar las lágrimas, se sentía familiar, ese rostro esos brazos a su alrededor, el impulso de querer abrazar lo era fuerte.

-No llores. No sabia como o por que, pero termino dándole besos en las mejillas, recordando algo.

   Flash Back

No quería que nadie lo mirara, la túnica azul oscuro cubría su piel blanca, la capucha ocultaba sus rasgos, alguien se diera cuenta, estaría perdido, pero el gusto por esa persona era mas fuerte. Caminaba entre el bosque, el follaje le ocultaba perfectamente, el templo en que que se reunían no era tan lejos, por lo que tenia que tomar mas precaución. El templo estaba semi destruido, la puerta bloqueada por algunos escombros, lo que le obligaba a cursar por una grieta, la prenda azulada siempre se le levantaba un poco de las piernas, no sabia que tan alto era, pero confiaba en él, así que se soltó y comenzó a caer, sin embargo antes de llegar al suelo algo le sostuvo.

-Tienes alas, ¿porque te dejas caer?. Los besos en su cuello le hacían sonreír.

-Es que me gusta que atrapes. Sus pies estaban en el suelo, y las manos de él comenzaban a quitar toda la ropa.

-A mi me encanta atraparte. Sus manos acariciaban sus caderas. -También me encanta tu piel, tu aroma. Su lengua de serpiente comenzó a recorrer me.

-A mi me encantan tus músculos, el tono de tu piel, todas esas cicatrices. Acariciaba los hombros.

-Tu mi ángel, no tienes amar nada de mi. Acuno mi rostro en sus manos. -Tus hermosos ojos mi Jofiel*, amo tus hermosos ojos azules, que me prometen las puertas del cielo. Me levanto por las caderas, solo pude enredar mis piernas a él y abrazarlo.

-No me sueltes jamás. Las lágrimas corrían por mis ojos.

-Oh mi amado Jofiel, aunque pasen mil vidas, aunque una eternidad nos separé, te voy a buscar, te voy a encontrar y jamas permitiré que nadie nos separe.  Comenzó a besar me...

        Fin del Flash Back

-Yo. Alec lo abrazo, enredando sus piernas. -No dejes que nos separen...

-Pero tienes que volver, el hechizo no dura por siempre. Comenzó a llenar de besos todo el rostro de Alec.

-Promete que nos volveremos a ver Lucifer. Sus frentes estaban juntas.

-Es una promesa mi amado ángel. Ninguno de los dos tenia la intención de soltar al otro.

El estanque que estaba cercas de ambos comenzó a brillas sutilmente, Alec lo miraba, pero no quería separar se del calor que este hombre le daba. Sin embargo bajo de él y lo miro a sus ojos, ese color violeta, no sabia que hacer, estaba nervioso y lo sabia el porque.

-Es momento de que vayas, yo me haré cargo de volver a verte. Lucifer se acerco a el, dispuesto a darle un beso en los labios.

-Nos veremos entonces. Alec desvío sus labios de los del Demonio Mayor y le dio uno en la mejilla.

Con paso tranquilo se interno en el agua del estanque, sumiéndose en el, ante la atenta mirada de Lucifer, quien examinaba cada centímetro de su cuerpo con lujuria y pasión, dando una ultima bocanada de aire metió todo su cuerpo, en un parpadeo el agua se había vuelto oscura, era como estar sumergido en el centro del océano.

                    •Narra Alec•

No sabia a donde nadar, pero la falta de oxígeno le hacia saber que tenia que apurarse. Esperando ir por el lugar correcto, giro su cuerpo y comenzó a nadar hacia abajo, a la oscuridad imponente, pronto dejo de ver sus manos, pero continuo nadando, cerro sus ojos y al abrirlos, todo era un borrón, no podía respirar. Su cuerpo se sentía tan pesado, sentía las manos de alguien acariciando sus cabellos, otras abrazándolo y labios besando sus mejillas.

-Alec. Ese era Magnus, su voz se escuchaba rota, como si hubiera llorado mucho tiempo.

Alguien le alzaba, al enfocar sus ojos se dio cuenta que era Robert, su padre, tenia lágrimas corriendo por sus mejillas, con lentitud levanto la mano y limpio las mejillas de aquel que era su padre.

-¿Por que lloras?. La garganta le dolía.

-¡Alec!. Miro a un lado y ahí estaba Jace, sus ojos estaban igual que los de su padre.

Intentaba mantener sus ojos abiertos, pero estaba tan cansado, aun sentía el dolor en el hombro.

-Alec. No sabia de quien era la voz, pero se escuchaba lejana, había vuelto a quedar inconsciente.

                        ∆ ∆ ∆

Perdón por no haber actualizado el Domingo. Me disculpo.

Pero aquí el nuevo capitulo, espero les guste, nos leemos luego. <3

El ángel de Lucifer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora