Hola mis pequeños y hermosos búhos. Estoy muy emocionada porque ya pasamos las seiscientas visualizaciones :3 Gracias por tomarse el tiempo de leer y votar. Esta historia la hago con mucho amor para todos ustedes.
El capítulo siguiente no tiene tanto drama, y es más tranquilo. Aparece una pareja que había tenido en el olvido xD espero que les guste tanto como a mi me gustó escribirlo. También haré un pequeño aviso, las actualizaciones serán más lentas. Múltiples actividades han mermado mi tiempo... Espero sean pacientes con estos hermosos búhos, cuervos y zorros xD :3
Sin más molestos anuncios... ¡Disfruten!
Floreció.
Después de muchos esfuerzos el campo dio frutos. Por primera vez, luego de varios lustros, los trece (de los dieciséis) estómagos más hambrientos, pudieron saborear lo que era tener una abundante comida. Los inocentes rostros de los niños resplandecían ante la emoción acendrada de una ilusoria abundancia. Y, de alguna forma, las pueriles sonrisas conmovían y entibiaban los corazones de los mayores. En el especial el de los dos seres que (a todas luces) eran complementarios. De los dos jóvenes que fungían como cabeza de los atolondrados humanos que habitaban el lugar. Porque, por muy madriguera que fuera su pequeño edén, ese par de hogareños cuervos eran los responsables de mantener la unidad.
Si bien era cierto (e innegable) que quienes protegían el lugar eran los dos kitsunes, los que daban la calidez familiar eran el severo Sawamura y el dulce Sugawara. Si no fuera por ellos, ese lazo que se formó (de manera casi imperceptible) entre cada uno de los miembros del extraño clan, habría sido imposible. Daichi, con su mano firme para dirigir y su confiabilidad para tomar decisiones, les habían dado una base solida en la que podían apoyarse y que contrastaba con ese mundo tambaleante y maleable por la podredumbre que infectaba las raíces de todo; les proporcionó seguridad. Salvandolos de la hambrienta oscuridad que devoraba todo y a todos a su paso.
Pero esa seguridad era resultado de un doloroso pasado. Eso lo sabía bien su amable pareja. Suga observó (agradecido y embelesado) la figura de Daichi. Vio la amada sonrisa y, a su vez, él sonrió. El lazo que los unía era de lo más curioso. Ellos tenía una historia similar a la de Oikawa e Iwaizumi. Ambos se conocieron cuando niños, sin embargo, no fueron (en aquel entonces) lo que podía llamarse amigos. A diferencia de los otros dos, ellos pertenecían a clases sociales totalmente diferentes. Sugawara era el hijo de una importante familia, una de las tantas que aún conservaban el abolengo de antaño. Una que aún era respetada y, hasta cierto punto, temida. No obstante, no podía compararse al renombre (y locura) que acompañaba a la mención de la estirpe del ahora nuevo miembro del clan. Por ello no habitaban la zona céntrica de la capital.
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Entre la vida y la muerte [Haikyuu!!] [BokuAka]
FanficUniverso Alterno La familia Akaashi ha servido por años a los dioses pero, en un arranque de locura, los humanos maldicen a los dioses y estos deciden darle la espalda a la raza humana. La muerte deja de hacerse presente y la vida sigue su curso. Lo...