- ¿Por qué sonríes? – Cuestionó el rubio confundido por la enorme sonrisa que adornaba el rostro de Jimin mientras miraba a la nada.
No tenía remera por lo que se podía admirar el bien esculpido pecho del castaño al igual que sus tatuajes, hace un instante despertó y desde entonces está así; con una pereza que nadie en el trabajo creería que el castaño posee. La sonrisa sólo lo hacía lucir más encantador.
- Porque estoy feliz.
Yoongi rodó los ojos.
- Tú siempre estás feliz.
Jimin asintió dando por terminada la conversación. Sin embargo, el rubio no quería tomar eso como su respuesta final.
Casi no hablaban sobre sus sentimientos, bueno, él no lo hacía. Pero por alguna razón sentía que lo que el castaño mostraba no era verdadero. Una clase de mascara, quizá.
- No puedes estar siempre tan feliz, es... absurdo.
- Claro que no, está bien, es lo correcto. La felicidad es la emoción correcta. – Contestó con rapidez, casi como si se lo dijera más a si mismo que a Yoongi.
Esa fue la primera vez que vio tristeza en su semblante, por lo tanto decidió tranquilizarlo.
- Está bien sentir, Jimin. No eres una máquina que puede filtrar los sentimientos, mucho menos los negativos.
Jimin cerró los ojos ante las caricias del rubio en su mejilla y beso los finos labios del menor.
- Lo sé.. – Suspiró – No puedo evitarlo, es cómo si fuera mi responsabilidad estar ahí para los demás y para eso necesito estar feliz, ¿No es así?
Vio al rubio en silencio por unos segundos. – De algún modo tu me haces sonreír casi inconscientemente. Logras que mi felicidad sea real y creas esas sensaciones aterradoras en mi cuerpo, suena raro, pero me gusta. –Finalizó el castaño.
Yoongi soltó una risa floja.
- ¿Por qué me dices esto cuando estás por irte? Me haces sentir mal.
Se abrazó al pecho del castaño quien lo apretó más cerca de si, besándole la frente.
- Lo siento, amor. Serán unos cuantos días, ¿Seguro que no quieres ir? El sol de California te encantará.
Ni siquiera se detuvo a pensarlo para rechazar la invitación. Debía hacer otras cosas sin la necesidad de estar juntos todo el tiempo.
Además, puede sobrevivir sin el castaño, no es el fin del mundo. ¿Qué puede cambiar en una semana?