Mi oscuro secreto

Halloween

El 31 de octubre de hace 3 años se organizó una fiesta de disfraces de terror en un club conocido en toda la ciudad. Fui a buscar a Noa a su casa a las 9 de la noche. Mi princesita salió al jardín dando saltitos. Llevaba un hacha de pega clavada en la cabeza, su hermoso pelo estaba lleno de sangre falsa y su ropa hecha jirones. Me di cuenta que era ropa de adulta y no de niña como estaba acostumbrada a vestir cuando salía conmigo. Y aún así, se portaba de la misma forma que siempre, dulce y adorable.
-¡Buenas noches mami!- me saludó feliz mientras analizaba mi disfraz de vampiresa. Sonreí para que observase los colmillos de plástico manchados de sangre que me había fijado sobre los reales.
La recibí con un beso en la frente y entramos al coche.
El ambiente de la fiesta era maravilloso, la decoración terrorífica, muchísima gente vestida con disfraces espeluznantes, aunque había alguna que otra persona con disfraces que no tenían nada que ver con la temática, la fiesta pintaba muy bien.
Creo que fuimos las únicas personas que no bebieron alcohol, pero no iba a permitir que mi niñita querida menor de edad se intoxicase con esos brebajes que, además, a mí no me gustan porque me sientan mal.
Nos lo pasamos de maravilla bailando hasta que unas compañeras de clase de Noa, las mismas que la empujaron a la piscina, vinieron a molestarla.
-Si tenéis tan poco cerebro como para no poder tolerar al diferente, no es nuestra culpa. No nos vais a hacer daño con vuestros insultos de pacotilla, idiotas. -escupí con asco y odio arrastrando a mi princesa lejos.
Pasaban diez minutos de la media noche cuando llegamos al coche. Noa se abrazó a mí y empezó a llorar.
-Shhhh ya pasó, pequeña, mamá te cuida.- susurré para calmarla. Al rato se tranquilizó.
-Gracias- dijo con una gran sonrisa.
Acaricié sus mejillas con ambas manos y alcé su cara para besarla. Pero no fue el roce de labios que nos dábamos siempre, no, fue un beso intenso, largo, donde nuestras lenguas danzaron buscando el sabor de la otra. Nuestro primer beso.