El trabajo

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—Si Towa se da cuenta del secreto que esconde su lindo omega —exclame mientras me derretía entre las sábanas de mi cama.

—¿No lo tomaste, verdad? ¡Vitya! —Yakov extrañamente reaccionó ante lo mencionado.

«Interesante... conducta muy In-te-re-san-te»

Al despertar no encontré a nadie y curiosamente todas las puertas de mi departamento estaban abiertas. Me toqué la cabeza con cansancio, imaginando que se debió tratar de un sueño, uno muy pesado e intenso.

También pensé en cuántas drogas había tomado esa noche, pero al reconocer las manchas en mi cama me topé con la realidad.

Eso sí había pasado, había tomado a ese lindo e inocente omega. Por desgracia no había cumplido, no lo envenene...

Sonreí fingiendo inocencia, negando con la cabeza.

—Ese omega no es un omega normal, no es de mi gusto —bufé al final en modo de rechazo. A Yakov pareció interesarle mi respuesta.

—¿Por qué lo dices, acaso hace algo realmente malo en el pub ese?

Respire hondo, es más que "Venganza" por lo que veo.

—Sí, sí... es un omega hormonal común, ya sabes cómo son ellos, lo pensaba "puro" pero no...—Hice ademán de no darle importancia, aunque los recuerdos no me dejan en paz. Ese chico no es normal eso es cierto pero, es más que eso... él es único. Dulce e inocentemente único.

Nunca en mi vida me había sentido tan bien mintiéndole a Yakov.

—Como sea, él se reportó enfermo por lo que intuyo que realmente lo enfermaste —decía mientras me daba la espalda, caminando hacia las ventanas. Le miré de reojo, como si realmente no lo hiciera.

« ¿En qué momento Yakov necesito aire ante una respuesta tan simple? »

Me oculté bajo las sábanas sonriendo divertido.

«"Yakov... ¿Quién es el hueso de quién?"».

Carraspeó la garganta para luego verme. —Vitya... tienes que matar a ese omega.

Sorpresa mode on.

—Esto no es amazing ¿sabías? —bufé irritado, sentándome en la cama.

Qué demonios Yakov, ¿Estas de joda?

—Pero si ya lo conoces, ¿cuál es el problema? —protestó mi padre.

—Justamente eso Yakov, yo lo "enfermé". —Señalé las comillas con mis dedos—. No quiero verlo de nuevo, no me cae para nada bien. Hubiera sido más fácil si lo hubiera matado de una sola vez, ¿No?

Yakov lo pensaba mucho. Sí, era obvio que yo no quería matarlo, pero ¿Qué tanto mal podría ocasionar ese omega?

Aunque...

Ahora que lo pienso, es un ser excepcional, tan puro, tan único, tan tierno. Aún tengo su voz clavada en mi oído susurrando... gimiendo.

Cuando lo besé por primera vez sus labios temblaron, su cuerpo entero se estremeció y desprendió ese olor seductor, esa pizca de deseo que hizo que quisiera tomarlo. Por lo general mi alfa dice "Cómetelo, es perfecto" Pero esta vez solo dijo "¿Podemos marcarlo?" y se callo todo el camino a mi departamento, mientras le enseñaba a ese lindo omega a divertirse con los semáforos en rojo.

Creo que por eso quieren matarlo, ser tan inocente puede enfermar a cualquiera.

—De todas formas luego vas a tener que hacerlo Vitya, no será en esta semana. Tenemos otras tareas a realizar. —Asentí mientras mi mente e inconsciente decían que yo no debía verlo.

Matando a mi asesino -Actualizando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora