↫ѕevenтeen one ѕнoтѕ↬ ¡EN RE-EDICIÓN!

✫Juno✫

Somnofilia:

Atracción por acariciar y realizar sexo oral a una persona dormida hasta despertarla.

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El tiempo transcurría con normalidad en la ajetreada ciudad de Seul, la gente caminaba con prisa para llegar a cumplir su jornada laboral o escolar y otros estaban simplemente inmersos en la pantalla de su teléfono.

Los altos edificios poblaban el paisaje, acogiendo dentro de ellos a cientos de personas. No era la excepción de los jóvenes amigos: Wen JunHui y Lee Chan.

Ambos vivían en un pequeño pero acojedor departamento en el quinto piso de un complejo famoso, llevaban vidas tranquilas y sin muchas preocupaciones.

Hoy había sido un día especialmente tranquilo, los dos chicos yacian dormidos en la misma cama mientras roncaban por el cansancio.

La noche anterior habían salido de fiesta volviendo a su departamento a eso de las tres de la mañana, habían terminado exhaustos y al llegar a su hogar ambos cayeron rendidos en el sofá.

Jun se despertó mas temprano que él menor así que decidió llevarlo a su cama donde mas tarde se durmió a su lado.

El sol del medio día impacto sobre el rostro del mayor despertándolo, froto sus ojos mientras bostezaba con pereza, sentía todavía los efectos secundarios por haber bebido tanto. Su cabeza dolía y estaba mareado.

Observo al chico a su lado, dormía plácidamente mientras respiraba con tranquilidad, su cabello estaba despeinado y su boca ligeramente abierta. Jun sonrió con picardía al oír bien al menor, estaba gimiendo bajito y balbuceando cosas sin sentido.

Lo destapo con cuidado para verificar algo y sí, efectivamente Chan estaba teniendo un "sueño húmedo".

Jun se debatió mentalmente si debia o no hacer algo al respecto, una parte de el lo reprochaba por ser un maldito pervertido que solo pensaba en sexo, pero la otra parte le recordó las ocasiones en las que se pudo follar al menor. Porque sí, Jun y Chan no eran un dúo de amigos cualquiera, ellos solían follar bastante seguido, se besaban, se cuidaban, se decían cosas lindas, eran como una pareja normal solo que no se hacían llamar "novios".

Y así es como Jun mando todo al carajo y decidió seguir sus bajos instintos, destapó completamente al menor, tomo la orilla de sus shorts y los bajo lentamente.

Hasta cierto punto no debería ser un problema ya que Chan dormía muy pesado, Jun se posiciono entre las piernas del menor y como todo un morboso se dedico a besar toda la zona de su entrepierna. Escuchaba atento los gemidos de Chan, sabiendo que aunque dormido lo estaba disfrutando.

Empezó a dar pequeñas lamidas al miembro del menor, humedeciendo con su saliva la ropa interior que llevaba puesta. Con cuidado retiro aquella molesta tela que lo separaba del pene del menor.

Cuando la erección salio libre Jun no se lo pensó mucho y la tomo en su boca, chupando con esmero el glande y sintiendo como su propio pene se endurecía bajo su pijama.

Dio una chupada especialmente fuerte desde la base y liberando la punta con un sonido muy parecido a un "pop". Un gemido más fuerte salio de la boca del menor, seguido de fuertes respiraciones.

Jun comenzó a aumentar la velocidad de sus acciones, movía su cabeza con rapidez logrando que las felaciones sean mucho más placenteras para el cuerpo del menor. Jugo con el glande de Chan, dejándolo entre sus labios y sintiendo el sabor del presemen invadir su boca.

Sintió como el cuerpo del menor se tensaba bajo el, así que acelero el ritmo y tomando entre sus hábiles manos los testículos del menor, sintió el sabor del semen llenarle la boca.

Un grito de placer escapó de la garganta del menor, su cuerpo salto y despertó completamente. Al parecer su sueño fue mucho más real de lo que imaginaba.

Observó con lujuria como el mayor seguía chupando los restos de semen en su pene, los oscuros orbes de Jun lo observaban fijamente mientras después de dar una ultima lamida sacaba el pene del menor de su boca.

-Buenos días bebé.

Jun se abalanzo contra Chan, pocisionandose sobre el y tomando sus labios en un feroz beso, las muñecas del menor fueron tomadas con fuerza sobre su cabeza y sintió la lengua de Jun introducirse en su boca.

Su erección volvía a crecer luego de aquel fogoso beso, su pecho subía y bajaba con rapidez en busca de aire y observo fascinado como Jun comenzaba a desvestirse.

Sintió como sus shorts eran tironeados y arrancados de su cuerpo al igual que cualquier otra prenda que lo cubriese en aquel momento.

-Te amo, pero ya no aguanto más.

No entendió a que se refería el mayor si no hasta que sintió un dolor desgarrador en su culo.

Jun se había adentrado sin preparación, dejando adolorido al menor y logrando que varias lágrimas mojaran sus mejillas.

Beso aquellos labios que tanto adoraba, mientras que con una de sus manos lo masturbaba con suavidad esperando que aquellas acciones sirviesen para que el menor olvidase el dolor de tan brutal intromisión.

-J-jun.. Muevete.

Jun sonrió, beso con dulzura los labios contrarios y empezó a moverse lentamente. La estrechez del menor podría matarlo y el lo sabia, por lo que intencionalmente apretaba sus paredes anales al rededor del pene de Jun. El también podía hacerlo sufrir.

Los gemidos de ambos chicos no se hicieron esperar, cada vez que mantenían relaciones sexuales se sentían fascinados por el cuerpo contrario.

Era un intercambio de placer impresionante, del cual estaban seguros que nunca se cansarían de repetir.

Las caderas de Jun se movían con tal profesionalidad que dejaba en buena posición el mito de los bailarines. Su sincronía y precisión eran exquisitas en el cuerpo del menor, golpeaba con entusiasmo justo en la próstata del menor logrando que se sintiese en el cielo.

Por su parte Chan traía loco al mayor, su cuerpo era la mas exquisita obra de arte que sus ojos hayan podido observar, sus labios eran suaves y se movían con experiencia sobre el sensible cuello de Jun, dejando pequeñas marcas rojas por su extensión.

El placer era abrumador en ese momento, sus cuerpos se hayaban en el mismísimo cielo, mientras se unían de una manera única para ellos.

Las estocadas del mayor se hicieron mas fuertes, golpeando el punto dulce de Chan y arrastrándolo al orgasmo junto a el.

El mundo se detuvo por milisegundos, el semen del mayor inundo el interior de Chan haciéndolo gemir por tan morbosa sensación.

Las respiraciones de ambos estaban agitadas, sus pechos acelerados y sus corazones revoloteando tal como mariposas.

Sus miradas se encontraron, entrelazándose en el aire y sacando una sonrisa de sinceridad de sus labios, ambos se abrazaron. Durmiendo nuevamente, acompañados del sonido de sus enamorados corazones.

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