Incluso en los peores días es posible la alegría

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Los minutos pasan lentamente, la lluvia impide que se pueda ver el ruidoso tráfico a través de la ventana de la comisaría.

-¡Alex! ¿Me estás escuchando?- El chico se sobresalta y casi tira su café al suelo.

- Sarah, no hace falta que me grites.- la chica rubia, de estatura media, ojos azules y un gran sentido del humor, ahora sonríe ante la cara de susto de su compañero.

- Últimamente estás muy distante, ¿es por tu abuela?- Alex niega con la cabeza, su abuela falleció hace un par de meses pero no está así por eso.

- Más bien es por mi padre, él sigue afectado. Mi madre intenta animarle pero no hay manera.

Los compañeros terminan su trabajo y vuelven al papeleo, el último caso fue "normal" para lo que se suelen encontrar. En ese momento una chica alta, morena, con un buen físico y ojos verdes se acerca a la mesa de Alex.

- Alexander, tu madre está al teléfono.

- Gracias Leo.- El detective descuelga su teléfono, habla todos los días con su madre para ver como van por allí.

- Hola mamá, ¿Cómo vais?

- Hola cielo, yo voy bien pero tu padre sigue igual. Me preguntaba si podrías venir hoy a casa a comer y así le distraes un poco.- Alex mira la foto de su mesa, sus hermanos y sus padres; todos sonríen de verdad a la cámara.

- Claro mamá, en cuanto termine el papeleo estaré allí.- le manda un beso a su madre y cuelga; Alex se queda pensativo mirando la pizarra vacía. Tiene la mesa de su madre, ésta está muy orgullosa de él y su padre también.

Transcurren un par de horas y por fin termina todo lo que tenía que hacer. Alex coge sus cosas, observa que ha parado de llover.

- Me voy a comer con mis padres Sarah. ¿Nos vemos después?- Alex se inclina y le besa en la mejilla, es una gran amiga.

Alexander sale del ascensor de la 12th, pulsa el botón del coche y éste se ilumina. Sale del parking y con cuidado conduce hacia el loft dónde se crió; consigue aparcar detrás de unos contenedores.

-¡Hola!- Una chica de unos 19 años sale disparado hacia él; Alex tira las cosas al suelo y abraza a su hermana pequeña.

- Johanna, pensaba que estabas en la Uni.

- Estaba, pero mamá me llamó para ver si podía comer y aquí estoy. Estás genial Alex, ¿cómo vas en la 12th?

- Es muy duro pero me encanta estar allí, ¿Cosmo también ha venido?

- Todavía no, tiene que terminar una firma que tiene en no se donde. Voy a seguir con la comida.- la joven de ojos color avellana vuelve a la cocina; en ese momento Kate sale del despacho.

-¡Alexander! ¡Cada día estás más guapo!- Una Kate Beckett con alguna arruga y el pelo tintado para disimular las canas abraza a su hijo mediano.

- Hola mamá, tienes mala cara, ¿estás durmiendo?- Beckett le mira con una gran tristeza en su mirada.

- Estoy muy preocupada por tu padre.- Alex, que es un poco más alto que su madre vuelve a abrazarla; Kate se acurruca en su hijo.

- Voy a hablar con él, enseguida vuelvo.- El chico besa la frente de su madre antes de entrar al despacho. Cuando lo hace ve a su padre sentado delante del ordenador; Castle está viendo fotos en las que aparece Martha.

- Me acuerdo de esa foto, fue aquel verano en los Hamptons.- Rick no dice nada, las fotos van pasando como una presentación.

- Vamos papá, no puedes estar así. Ya han pasado dos meses. Te estás perdiendo todo lo que ocurre a tu alrededor.- Castle sigue sin decir nada, detiene las fotos y cierra el ordenador.

Alexander aparta a su padre de la mesa, coge una silla y se sienta delante de él. Éste tiene los ojos cansados y llorosos.

- Papá, necesitas descansar, ¿por qué no vienes con nosotros y comes algo?- Rick levanta la cabeza y mira a su hijo; se parece tanto a él. Con ese pelo enmarañado, esa cara de chico rebelde y los ojos azules.

- Mamá te ha pedido que hables conmigo, ¿verdad?

- Por supuesto, todos estamos preocupados por ti. Ella la que más, no hace falta que te lo diga.

- ¿Sabes Alex?- Castle se levanta y busca un albúm en su estantería.- Me recuerdas mucho a mí cuando tenía tu edad. Padre e hijo comienzan a ver las fotos de cuando Rick comenzó a ser el "asesor" de la 12th; Alex escucha atentamente las historias que le cuenta su padre.

- Vamos que mamá no te soportaba. ¿Cuándo se enamoró de ti?

- Buena pregunta, tuvimos una discusión sobre eso. No conseguimos resolverlo.- Alex sonríe al ver a su padre así, ha conseguido distraerle.

- ¿Vamos a comer? - Rick le mira orgulloso, deja el álbum y juntos salen al comedor.

Incluso en los peores días es posible la alegríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora