Capítulo 22

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Alex, Espo, Ryan y Beckett buscan cualquier pista para encontrar a Sarah, todos coinciden en que ha sido secuestrada pero ¿quién haría algo así?

- ¡¿Habéis encontrado algo?!- Jenny llega echa un manojo de nervios, Lanie está con ella.

- Todavía nada cielo, te juro por mi vida que encontraremos a nuestra hija sana y salva.- Jenny se acurruca en su marido, Lanie les lleva a otra sala; Alex les mira, no puede derrumbarse ahora.

- Hola Alexander, ¿cómo vais?

-¡Ahora no Leo! Por favor.- ésta le mira primero triste y después enfadada, ¿por qué se preocupa tanto por esa insignificante?

- ¡Eres un gilipollas!- Leo se marcha, Alex se va a arrepentir de haberle tratado de esa forma; y sabe cómo hacerle sufrir.

-¿Qué le has hecho a Leo?- Kate se acerca a su hijo, está muy preocupada por él, éste lleva noches sin pegar ojo.

- No tengo tiempo para tonterías mamá, Sarah ha desaparecido y tengo que encontrarla.

- Alex mírame.- pero éste sigue mirando todas las cámaras de seguridad que hay en las calles, no se ve nada.

-¡Alexander Rodgers Castle! ¡Deja de mirar el dichoso ordenador.- Beckett le da la vuelta a la silla, se sienta con su hijo.

- Cariño no estás solo en esto ¿lo sabes verdad?

- Claro que lo sé mamá pero tengo la sensación de que Sarah está en peligro y es por mi culpa.

-¡¿Cómo qué por tu culpa?! Alex, nadie sabía que esto iba a pasar; le encontraremos ya lo verás.

- Mamá, creo que estoy enamorado de ella.- Kate mira con ternura a su hijo, ambos se funden en un abrazo, lo necesitan.

- Sarah es una chica muy fuerte e inteligente. Intentará ponerse en contacto con nosotros.- en ese momento suena el teléfono de la comisaría.

-Detective Castle.

-¿Alex?- Éste abre los ojos, Beckett pincha enseguida el teléfono.

-¡Sarah, oh dios mío! ¿Dónde estás?

- Alex, tengo que decirte una cosa.- Alex escucha su voz, ha estado llorando y todavía tiene la voz temblorosa.

- No hasta que no me digas dónde estás.

- Alex, no podemos seguir juntos; estoy en Washington. Josh está conmigo.- esas palabras llegan directamente como una bala al corazón del joven.

-¡Eso es mentira! ¡¿Dónde estás?! ¡Voy a ir a buscarte!- Sarah comienza a llorar y eso molesta más a Alex.

- No...no lo intentes Alex, déjame. Por favor.

-¡No pienso hacerlo! ¡¿Me has oído?! ¡Voy a encontrarte y a matar al hijo de puta que te tiene encerrada!- Ryan y Jenny se acercan al escuchar los gritos de Alex.

- Tus padres están aquí, muy preocupados. ¿De verdad quieres esto para ellos?

- Alex no...Tengo que irme...- Alex está muy cabreado.

- Voy a encontrarte ¿sabes por qué? Porque te quiero.- la llamada se corta, Alex mira el teléfono; pega un grito y se marcha de la comisaría.

-¡Alex, Alex!- Pero el joven ignora a los demás, tiene que desahogarse y solo su gimnasio puede hacer eso. Pide un taxi porque no es conveniente que conduzca así.

Mientras tanto...

- Lo has hecho genial Sarah, he de admitir que me has dejado sin palabras.- Leo se guarda el móvil y deja de apuntarle a Sarah con la pistola.

-¿Por qué me has obligado a hacer esto?

- Porque tu querido Alex me ha gritado, quería que sufriese y tú lo has hecho posible. Te felicito.

- No eres más que una asquerosa zorra.- Leo le mira y sonríe.

- Y la zorra tiene enjaulada a su presa.- Sarah se levanta y le escupe; eso provoca que Leo le aseste un buen golpe a Sarah.

- No juegues con fuego Grace, te podrías quemar.- y dicho esto deja que la herida de Sarah sangre.

Incluso en los peores días es posible la alegríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora