Sarah se ha despertado casi al alba, se ha acostumbrado a madrugar; mira a Alex, es tan guapo y una parte de ella le hubiese gustado sentir todo de él.
Sarah observa la ciudad desde la gran ventana del salón; unos brazos le rodean.
- Buenos días, ¿has dormido bien?- Sarah apoya su cabeza en el pecho desnudo de Alex; éste le besa en la cabeza. Se quedan quietos admirando los primeros rayos del amanecer.
- Todavía sigo de baja, y tengo el día de libre.- Sarah se gira.
- ¿En serio? Yo tampoco trabajo hoy.- la chica se marchará la semana siguiente, sabe que pronto tendrá que hablar con Alex del tema.
- Y dime, ¿Qué, qué te gustaría hacer?
- Podríamos leer.- sugiere Sarah.
- Ver la televisión.- sugiere Alex.
- Pedir algo de comer...- los dos se miran con pasión en los ojos.
- Podríamos hacer eso sí.- Alex coge el mentón de Sarah y lentamente se acerca a él, el sonido de la puerta les interrumpe.
-¡Alexander! ¡Soy mamá!- Éste mira la puerta y después a Sarah, no puede verle allí. Al menos no ahora, pensará cosas que no son.
-¡Ay dios, ay dios!
- Alex, ¿qué ocurre? ¿Por qué no le abres?
- No puede verte aquí tan temprano, ella cree que seguimos enfadados. Escóndete.- Sarah no asimila lo que acaba de escuchar.
- ¿Qué? ¿Vas en serio?
- Vete a mi habitación, ya.- Sarah no se mueve, ¿por qué se tiene que esconder de Kate?
- No pienso esconderme Alex.- éste le echa una mirada asesina.
- Alex como no me abras tiraré la puerta, todavía puedo hacerlo. Contaré hasta tres.
- Por favor Sarah, déjame que hable primero con ella.
- ¡ Uno, dos...!- Sarah se va molesta a la habitación y se esconde. Alex abre a su madre, la cual estaba preparada para echar la puerta abajo.
-¿Por qué has tardado tanto en abrirme?
- Estaba... en el baño, ¿qué haces tú aquí?- Beckett entra y se queda en el salón de su hijo. Quiere ser breve porque tiene que ir a trabajar pronto.
- He venido para decirte que fui muy dura contigo, dejaré que vuelvas al trabajo la semana que viene; veo que tus heridas van mejor.- Kate inspecciona la espalda, roza las cicatrices con la yema de los dedos.
-¿Te duele?
- Es soportable mamá. ¿Por qué quieres que vuelva a trabajar tan pronto?- Beckett se sienta en un sillón, Alex le imita.
- Alexander lo que voy a decirte a continuación no es porque seas mi hijo. Te necesito, y hablo como capitán; ya sufrí una pérdida enorme cuando Sarah dejó la 12th pero no puedo permitirme más ausencias. Sois mis mejores detectives, así que volverás en una semana.
- Vaya mamá, eso me ha dejado sin palabras. Pero si mi capitán dice que tengo que volver...lo haré.- Kate mira su reloj, tiene que irse ya.
- Bueno cielo, me tengo que ir; ¿te veremos en casa para comer? Hoy viene toda la familia.- hace una pausa y mira a su hijo.- Sarah también vendrá.
- Estoy bien mamá.- Alex oculta una enorme sonrisa, si su madre supiese...- Te veo luego, voy a ducharme.
- Hasta luego Alexander.- Kate se marcha, Sarah sale molesta.
- No pienso perdonarte esto. ¿Acaso te avergüenza salir conmigo?- Alex le besa, busca la lengua de la joven.
- No es eso Sarah; pero no era un buen momento para decirle a mi madre que estamos juntos. ¿No te parece?
- Vas a tener que recompesarme como es debido por haberme ocultado.- Alex le mira con deseo.
- Iba a ducharme, ¿te apuntas?- Sarah duda, que su amigo/novio le vea desnuda a plena luz del día no es algo que le haga mucha gracia.
- Sino quieres no pasa nada Sarah; no voy a obligarte.- pero ésta deja a un lado sus miedos. Quiere sentir a Alex, besar su piel, le desea mucho.
- Será un placer.
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Incluso en los peores días es posible la alegría
FanfictionLa vida de Castle y Beckett continua pero esta vez la historia se centrará en uno de sus hijos; Alexander. Esta historia tratará de su vida, y de las que están a su alrededor.