Capítulo 27

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Alex se pone una camisa de batman, unos vaqueros y las deportivas. Sarah le espera en recepción, ésta habla con la enfermera.

- Ya estoy, ¿vamos?- Sarah y Alex se despiden de la recepcionista, la joven ha aparcado cerca de la puerta.

- Oye Sarah.- Alex se sienta de copiloto.- ¿y mis padres? Me dijeron que iban a venir el día que me diesen el alta.

- Tu padre creo recordar que tenía que escribir un capítulo y tu madre...Ya sabes cómo es la 12th, siempre llena de trabajo.- Sarah comienza a conducir, seguro que ahora mismo todos estarán escondidos esperando.

Los compañeros charlan animadamente, de vez en cuando Alex siente algún que otro pinchazo en el pecho y Sarah al ver su gesto se preocupa.

- ¿Alex, estás bien?- Éste se lleva la mano a la herida y respira profundamente.

- No te preocupes, no es nada grave.- pero Sarah sabe que no es verdad, ahora duda de si celebrar una fiesta va a ser buena idea. Pero ya no puede echarse atrás, ya han llegado al loft.

La joven entrelaza sus dedos con los de su compañero.

-¿Por qué vamos al loft? Pensaba que ibas a llevarme a mi apartamento.

- No seas bobo, además tu madre insistió en que te trajese y una orden es una orden.- la pareja entra al ascensor, cuando Sarah se dispone a tocar Alex le detiene.

- Alex, ¿pero qué...?- Los labios de él le impiden continuar, Sarah ha echado de menos esos besos, tan tiernos y a la vez apasionados.

- ¡Guau Alex! ¿Y esto?- Éste la acerca a su cuerpo, acaricia su mejilla.

- No sabes cuánto me alegro de verte así.

- Ya sabes que fue gracias a ti, me salvaste la vida.- Sarah le abraza intentando no tocar la zona sensible.

- Será mejor que entremos antes de que mi madre mande a tu padre y a Espo.- Alex saca la llave y la mete en la cerradura. Le extraña ver el loft a oscuras, busca el interruptor con la mano y cuando da con él se encuentra con unos gritos.

-¡Sorpresa! ¡Bienvenido Alexander!- Lanie, Espo, Ryan, Jenny, Rose, Cosmo, Johanna, Jim, Kate y Castle comienzan a darle la bienvenida al recién llegado.

- Vaya, no sé qué decir, no me esperaba esto. Sois geniales.- Alex vuelve a recibir otro fuerte dolor, Rick le ayuda a sentarse, todos comienzan a comer mientras charlan. Cosmo y Rose están muy cerca el uno del otro y se susurran cosas al oído. Ambos cortaron con sus respectivas parejas por diferentes motivos.

- Cariño, ¿estás bien?- Alex aparta la mirada de su hermano mayor, Kate le coge la mano.

- Perfectamente mamá, un poco dolorido, eso es todo.- madre e hijo observan a Sarah, la cual está hablando con sus padres.

- ¿Piensas hablar con ellos?- Alex le mira sin comprender.

- Con Jenny y Kevin, deberías hablar de lo tuyo con Sarah, ¿no crees?

- Apenas hemos empezado a salir, quiero esperar un poco.- pero en ese momento Kevin se acerca a ellos.

-¡Hola Alex! ¿Cómo estás?- Se estrechan la mano.

- Muy Bien Kevin, unos días de reposo y como nuevo.- Ryan cambia rápidamente su expresión.

- Oye Kate, ¿podrías dejarme un momento a solas con él?

- Claro Ryan, voy a ayudar a Rick en la cocina.- Ryan ayuda a Alex a levantarse, entran al despacho.

-Alexander, ¿cómo voy a poder agradecerte lo que hiciste?

-¿A qué te refieres Ryan?

- Salvaste a mi hija, mi única hija. Recibiste la bala por ella.

- Es mi compañera, nos protegemos.- pero Kevin niega con la cabeza al mismo tiempo que esboza una amplia sonrisa.

- No Alex, eso es lo de menos. Conozco a un hombre que intentó interceptar una bala por una amiga/compañera.

-¿A si? ¿Quién?

- Tu padre Alex. Jamás he conocido a dos personas que hayan pasado por lo que ellos pasaron...Hasta hoy.

- Kevin, lo siento pero no te sigo.

- ¡Oh venga ya Alex! Ya somos adultos ¿no? Deja ignorar lo evidente. Sarah te gusta.- eso si que no se lo esperaba, Alex no sabe que responder.

- No me mires así, estoy feliz de que seas tú. Os queréis, y tanto Jenny como yo apoyaremos vuestra relación.

- Ryan, me has dejado sin palabras. En serio.- Kevin se acerca al joven y le mira directamente a los ojos.

- Sólo voy a pedirte una cosa Alexander. Cuida de mi pequeña, aunque ya me has demostrado que eres capaz de dar tu vida por ella y te admiro.- la puerta se abre.

-¡Con que aquí estábais!- Ryan sale el primero, Johanna mira a su hermano, todavía no ha podido decirle nada.

- Hola Alex.- Johanna se acerca a él y le pega un puñetazo en el brazo.

-¡Ay! ¡¿Por qué me pegas?!

- Por asustarme, eso no se le hace a una hermana.

- Lo siento Johanna, la próxima vez te avisaré cuando haga otra locura.

- Eres un capullo, ¿lo sabías?

- Sí y me adoras.- Johanna le saca la lengua pero después le abraza. Los hermanos regresan con los demás.

Incluso en los peores días es posible la alegríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora