Kate observa los elefantes de su mesa, el elefante más grande tiene restos de pegamento; volvió a pegarlo después de coger la cinta que su madre guardó ahí durante tantos años.
-¿Mamá? ¿Se puede?- Beckett asiente, Alex entra, cierra la puerta y corre las cortinas; no tiene ganas de que le vean tan destrozado.
- Oh Alex, necesitas descansar.- el joven se mira en un pequeño espejo, tiene unas ojeras prominentes y una cara espantosa.
- No puedo mamá, no hasta que no la encuentre.- Kate le indica a su hijo que se siente en la silla.
- Cielo.- Kate le arregla el flequillo.- me recuerdas tanto a mí cuando tenía tu edad. Fuerte, siempre luchando pero eso no es bueno Alexander; nunca dejes todo el peso sobre tus hombros.
- Lo sé mamá pero quiero encontrarla. Sé que está en peligro y ahora mismo me siento un inútil. ¿Qué puedo hacer? Se me han agotado todas las ideas de dónde puede estar...
Kate se siente mal, ella tampoco ha encontrado nada. Se levanta y comienza a dar vueltas. Durante unos minutos el silencio se apodera del despacho hasta que Beckett pega un pequeño grito.
-¡Alex, la llamada!
- No te entiendo mamá.
- ¡Sarah te llamó! ¡¿Sigues teniendo esa llamada?!- Alex coge su móvil, se da cuenta de que Sarah no contactó con él desde su teléfono.
- ¡Aquí está!- Kate apunta el teléfono y lo marca en el teléfono de su despacho. Ambos guardan silencio, Beckett activa el manos libres.
-¿Hola?- Una voz femenina se escucha no sólo al otro lado del teléfono, Alex abre la puerta con cuidado y observa.
-¿Hola? ¿Quién es?- Alex no puede creer lo que está viendo, le dice a su madre que conteste para asegurarse.
- Muy buenos días, ¿le interesa participar en un concurso? El premio es un coche.- Leo está hasta las narices de la dichosa publicidad.
- Oiga, aquí hay gente que se gana la vida honestamente. No vuelva a llamar.- acto seguido cuelga y guarda el móvil.
- ¡Es Leo! Leo ha secuestrado a Sarah.
- Pero Alex, ¿por qué iba a hacer eso? ¿Qué tiene contra Sarah?
- Eso es lo que pienso averiguar.- Alex sale del despacho, tiene que jugar bien sus cartas. Se sienta cerca de la mesa de Leo.
- ¡Ho...Hola Alex! ¡Qué susto me has dado!
-¿Quién te ha llamado?
- Publicidad ya sabes, lo de siempre. Oye ya me he enterado de lo de Sarah; lo siento mucho.
- Más lo va a sentir el hijo de puta que la tiene retenida. Se arrepentirá toda su vida, ¿me ayudarías a encontrarla?- Esa pregunta pilla a Leo totalmente desprevenida, ésta comienza a temblar.
-¿Yo? No creo que pueda Alex, no soy tan buena.
- Confío en ti Leo, sé que harías lo que fuera por salvar a una compañera.- Alex ya ha conseguido lo que quería, Leo ha comenzado a sudar y a moverse.
- De verdad Alex que no me veo capaz. Lo mejor es que busques a otros detectives, más capacitados.- el joven se levanta, sin que Leo se de cuenta coloca un dispositivo de seguimiento en el bolso de su sospechosa.
- Te avisaré si hay novedades.- Leo se marcha al baño, ahora lo tiene más que claro, tiene que deshacerse de Sarah enseguida.
- ¿Y bien?- Alex vuelve al despacho de su madre.
- Tiene un dispositivo de seguimiento; ya he avisado a Espo y Ryan para que me acompañen. Sólo espero llegar a tiempo.
Horas más tarde...
Apenas hay iluminación, Leo le ha dado una pastilla a Sarah para que se relaje; después la ha sacado de la jaula y la sentado en una silla.
- De verdad que lo siento Grace pero tienes que desaparecer.- Leo coge una botella de whisky y le obliga a Sarah a beber.
-¿Qué me has dado?
- Algo para relajarte, y ahora te pondré la pistola para que tú solita te quites la vida.- en el momento en el que Leo se distrae con el arma, Sarah aprovecha y le asesta un golpe en la cabeza con la botella.
- A mí nadie me dice lo que tengo que hacer.- unos pasos alertan a Sarah, intenta esconderse pero no encuentra nada; se prepara.
-¡¿Sarah?!- Ésta escucha esa voz, la que tanto ha echado de menos.
-¡Alex, estoy aquí!- La pareja se besa con pasión, ninguno se da cuenta de que Leo se ha levantado y les apunta con un arma.
- Casi prefiero esto, vais a morir.- Alex se coloca delante de Sarah.
-¿Por qué Leo? ¿Por qué lo has hecho?
- Porque te quería Alex, pero elegiste a esa mosquita muerta. Ahora sólo puedo mataros a los dos.- Leo dispara y Alex también; la secuestradora cae al instante.
-¡Oh Alex!- pero éste al instante también se desploma; Sarah observa el charco de sangre que empieza a formarse.
-¡No Alex, no me dejes! ¡Socorro, agente herido!- Espo y Ryan acuden rápidamente.
-¡Oh dios mío Sarah! ¡Menos mal que estás bien!
- ¡Ahora no es momento papá, Alex está perdiendo mucha sangre!- Espo llama a la ambulancia, Ryan intenta detener la hemorragia.
- Sarah, yo..yo...
- Calla Alex, no digas nada.- Alex levanta su brazo y acaricia la mejilla de Sarah; le seca las lágrimas.
- Sarah no llores, ya sabes que Incluso en los peores días es posible la alegría.- Sarah sonríe pero vuelve a llorar al ver como Alex cierra los ojos.
-¡Noo, no me dejes Alex! Te quiero.
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Incluso en los peores días es posible la alegría
FanfictionLa vida de Castle y Beckett continua pero esta vez la historia se centrará en uno de sus hijos; Alexander. Esta historia tratará de su vida, y de las que están a su alrededor.