Capítulo 10

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Kate se ha tenido que quedar para mantener la calma y para hablar con la prensa pero no puede concentrarse. Cosmo y Castle subieron rápidamente a la ambulancia, seguro que ya estarán en el hospital.

- Vamos mamá, la prensa ya tiene información suficiente.- Johanna se disculpa en nombre de su madre y se la lleva al hospital.

- Todo esto ha sido por mi culpa.- Johanna conduce con precaución sorteando algunos coches. Le coge la mano a su madre.

- Eso no es verdad mamá, fue el inconsciente de tu hijo. Siempre quiere ser el héroe y es, es...- la joven retiene las lágrimas, pisa el acelerador y rápidamente llegan al hospital dónde la prensa espera.

-¡Capitán Beckett! ¡Capitán aquí! ¡¿Es cierto que su hijo, el detective Alexander Castle , está en coma?!- Johanna y Kate entran corriendo; la situación en el hospital es semejante. Personas de aquí para allá, Johanna le pregunta a la recepcionista y ésta le indica que su hermano está en la cuarta planta.

Cosmo y Rick están plantados en el pasillo, Kate corre hacia Castle.

-¿Cómo está?

- Los médicos llevan media hora con él; tranquila Kate, seguro que nuestro hijo está bien.- Beckett se acurruca en su pecho; la familia espera y espera hasta que por fin sale un médico.

-¿Kate?- Un hombre de media melena, alto y con un buen físico mira a Beckett.

-¡Josh! ¡Cuánto tiempo!- Los amigos se abrazan, Castle rodea a Kate por la cintura.

- Richard, un placer volver a verte.

- Lo mismo digo Josh.- éstos se miran sin ningún rencor, Josh está casado y tiene una hija de la edad de Johanna.

- Josh, ¿cómo está nuestro hijo?

- No os voy a engañar, tiene quemaduras de 2° y 3° grado en la espalda.

-¡Oh dios mio!- Johanna no quiere seguir escuchando y se va de allí.

- Voy tras ella.- Cosmo también se va, Rick abraza a su mujer; Josh estuvo enamorado de esa mujer pero sabía que no era para él.

- Josh, ¿podemos verle? Por favor.

- Me temo que ahora es imposible Kate; podréis verle cuándo esté en observación. Os aconsejo que descanseis, el hospital os avisará de cualquier cambio.

-¡No, no quiero dejar a mi hijo sólo!- Josh mira a Castle y éste asiente.

- Cariño, nosotros no podemos hacer nada. Volvamos a casa, estaré pendiente del teléfono.- Kate no quiere marcharse de allí pero sabe que su ex novio y su marido tienen razón.

- Quiero que nos llames al mínimo cambio.

- A la orden capitán. Me ha gustado volver a veros chicos.

- Lo mismo decimos, adiós Josh.- Castle y Beckett se marchan, la prensa ha desaparecido; Johanna y Cosmo están sentados en un banco.

- Vamos chicos, tenemos que reponernos de este día tan espantoso.- Johanna se sienta detrás con su madre, Cosmo conduce.

Mientras tanto, en alguna parte de Washington...

Una joven camina de vuelta a casa, se siente extraña fuera de su ciudad pero ella decidió vivir así. Sarah entra a su apartamento, tiene un mensaje en el contestador.

- Hola cielo, soy mamá. Supongo que hoy estabas muy liada y por eso no me has cogido el móvil.- Sarah lo mira, se da cuenta de que lo tiene apagado, lo pone a cargar.- Sarah, he de decirte algo que ha sucedido hace una hora.- la voz de Jenny se va volviendo más temblorosa, está a punto de llorar.- Cariño, Alex ha...ha sufrido un accidente, una bomba estalló cerca de dónde él estaba y ahora se encuentra en el hospital. Llámame en cuanto oigas este mensaje.

Sarah no quiere, no puede creerse lo que acaba de escuchar; tiene que ir a la ciudad inmediatamente. Enciende su portátil y busca vuelos con destino Nueva York; reserva el primero que encuentra.

De vuelta a la ciudad...

Sólo se escucha la radio de fondo, nadie se atreve a hablar; están demasiado afectados. Kate apenas ha tocado su desayuno.

- Vamos mamá, tienes que comer algo.- Cosmo ha tenido que irse a otra firma de su libro, cuando termine irá directamente al hospital.

- Johanna tiene razón, Kate tómate aunque sea el café.

- ¡Dejad de decirme lo que tengo que hacer! ¡El hospital no nos ha llamado y vosotros sólo pensais en comer!- Beckett se levanta y se encierra en la habitación.

En ese momento alguien llama a la puerta, Johanna se levanta y abre; al darse cuenta de quién es abre los ojos.

-¡¿Qué estás haciendo aquí?!

Incluso en los peores días es posible la alegríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora