Capítulo 16.

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Me levanté y salí del auto mirando a todos lados muy sorprendido, era un bosque, árboles muy altos y grandes, de fondo se podía oir un leve sonido de agua cayendo. Era una cascada, sentía ganas de ir corriendo allí pero Adrien me detuvo poniendo una mano sobre mi hombro para hacerme girar hacia él. Mis ojos se abrieron como platos al notar la gran casa que había detrás de él, más que una casa era una enorme mansión. Abrí mi boca muy sorprendido mientras que Adrien sonreía con burla por mi reacción.

— ¿Te gusta?~ — Preguntó con un tono burlón y divertido a lo que yo sólo pude responder asintiendo levemente con la cabeza. Pude oír una leve risa proveniente de él mientras me tomaba de la cintura y me abrazaba con cariño.

— Pasaremos una semana aquí, espero que te guste. Y no te preocupes por nuestra labor de héroes, no estamos tan lejos de París, podemos llegar en cualquier instante. —

Se agachó frente a mi mientras se daba la vuelta y señalaba sus hombros, me estaba invitando a subir sobre ellos. Reí levemente y subí a sus hombros mientras sonreía, cuando él se levantó me sentí poderoso e imponente, todo se veía diferente estando tan alto. — ¡Soy el rey del mundo!— Exclamé mientras levantaba mis brazos de forma infantil y alegre.

— Claro que lo eres, amor — Dijo él mientras reía con levedad.

— Se dice "Amo" — Dije en tono demandante mientras reía, él me jaló de los brazos haciendo que cayera de frente, me asusté por un instante pero él me sostuvo todo el tiempo, su intención era quedar cargándome como una princesa y le había funcionado.

— Claro amor, lo "amo" — rió levemente mientras se acercaba a mi y me besaba con suavidad la frente.

— Idiota... — Murmuré muy sonrojado mientras sentía que él me dejaba de pie sobre el suelo con una boba sonrisa en su rostro.

Luego de abrir la puerta ambos entramos a la casa, mi sorpresa volvió al ver aquella casa por dentro, era hermosa. Tenía varios ventanales para poder ver el hermoso paisaje, chimenea en la sala, junto al lujoso sofá y el televisor pantalla plana. Adrien al verme así aprovechó y me tomó del mentón para luego robarme un beso, yo sólo me limité a corresponder aquel tierno y corto beso.

Luego de habernos instalado en la casa y de haber desempacado las maletas, por alguna razón yo era el único que no conocía este viaje pues al parecer mi madre había ayudado a Adrien a empacar ropa mía.

— ¡Tomatito!~ ¡baja a comer!~  — se escuchó su voz desde la lejanía, gritaba desde la cocina. Mi sonrojo no pudo ocultarse en cuanto noto algo que había faltado por sacar de mi mochila, mi madre es una loquilla, me había empacado una botella entera de lubricante y varios condones, obviamente yo cerré la mochila y la lancé lejos por la vergüenza para luego levantarme de la cama y bajar a la cocina, luego le reprocharía a mi madre por aquel añadido.

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Disculpen mi ausencia, he estado bastante ocupado con la escuela últimamente. Intentaré hacer una especia de maratón en mis dos historias esta semana, para compensar el tiempo perdido.

Naranja Y Negro. Una Extraña Combinación 🐱💖🎨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora