Naranja Y Negro. Una Extraña Combinación 🐱💖🎨

~🎨 Epílogo 🐱~

Nath

Iniciaba a despertarme con levedad, abría poco a poco mis ojos mientras me escondía en el pecho del hombre que había junto a mí, es Adrien. Ambos vivimos juntos ahora, han pasado 15 años desde que nos conocimos.

Me incorporé en la cama sentándome en la orilla de la cama para luego levantarme, miré un reloj que llevaba y se hacía algo tarde. Salí de la habitación donde estábamos. Evitando hacer demasiado ruido para no despertar a Adrien fui hasta la habitación de al lado, entré en silencio y me acerqué a la cama de allí, sonreí nostalgicamente al ver la paz y tranquilidad con la que dormía el niño que estaba ahí recostado. Habíamos adoptado a un chico y ese chico estaba ahí dormido. Sin preocupación alguna, con toda la tranquilidad y paz que podría llegar a existir.

Me lamenté levemente pues tendría que despertarlo, suspiré con levedad resignandome y poniendo una mano sobre su cabeza mientras pronunciaba con levedad su nombre.

Vi como poco a poco despertaba con una sonrisa, me separé un poco y el pequeño niño se levantó. Solo tenía unos 6 años, y al parecer entendía y aceptada a la perfección el tener dos padres en lugar de un padre y una madre. Adoraba ir a estudiar, y allí es a donde él tendría que ir dentro de poco, por eso tuve que despertarlo.

Fui hasta la cocina para preparar el desayuno para los tres, mientras eso el chico se organizaba. Pude oír como alguien corría animado hacía la cocina, era nuestro hijo, siempre mantenía con demasiada energía, aunque esto era bueno ya que siempre está feliz.

En cuanto a Adrien obviamente tuvo que conseguir un trabajo, al igual que yo. Pero él me dijo que pidiera este día libre, al parecer tenia algo preparado.

Se escuchó a alguien más entrando a la cocina, está persona entró bostezando, era Adrien. Al parecer había despertado por el escándalo que hace el niño al correr por todos lados.

- ¡Buenos días!, papá -

Dijo nuestro hijo mientras se acercaba a Adrien con una muy alegre sonrisa y lo abrazaba. El rubio correspondió al instante mientras besaba la cabeza del chico con cariño.

- Buenos días. Al parecer tienes la misma energía de siempre -.

Yo simplemente los observaba con una sonrisa alegre, me hacía feliz tener una amorosa familia. Terminé de servir el desayuno y me acerqué a ambos acariciando levemente la cabeza del niño.

- Vamos, ve a desayunar. Llegarás tarde a la escuela -.

Inmediatamente fue al comedor sentándose en una de las sillas iniciando a comer. Adrien me abrazó con cariño mientras besaba mi frente.

- Y tú sigues igual de lindo que siempre, amor. -

Reí con levedad correspondiendo el abrazo para luego separarme y mirarlo a los ojos.

- Y sigo amándote, como siempre -

Le sonreí para luego ir hasta la mesa sentándome a desayunar mientras que él hacia lo mismo.

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Ambos ya nos habíamos organizado, el niño ya había ido a la escuela. Estaba en la sala viendo a la televisión mientras esperaba a Adrien, dijo que debía llevarme a algún lado, así que simplemente esperaría hasta que estuviera listo.

Sonreí cuando vi que se acercaba a mi, lo abracé con amor mientras este me besaba, nos separamos y fuimos hasta el auto. Me puso una venda en los ojos así que no podría decir demasiado bien donde íbamos.

Tiempo después pude sentir como el auto se detenía, Adrien salió del auto y abrió la puerta del copiloto para pudiera salir, en cuanto me quité la venda pude ver donde estábamos. Aquella casa en medio del bosque donde habíamos estado hace tiempo.

- ¿Recuerdas este lugar?, fui donde lo hicimos pro primera vez -

Solté una leve risa para luego golpear con suavidad su hombro.

- Claro que lo recuerdo, pervertido-

El rubio también soltó una leve risa mientras tomaba mi mano, se arrodilló frente a mí besando con suavidad la mano que me sostenía, besando justamente aquel anillo que confiaba nuestra unión en matrimonio.

- Organicé el lugar lo más romántico que pude, pensé que la mejor forma de celebrar nuestro aniversario sería donde lo hicimos por primera vez -

Verlo a los ojos hizo que me sonrojara con levedad, en su mirada se notaba amor y alegría. Era patético que alguien de mi edad se sonrojara, pero era imposible que no lo hiciera cuando él actuaba así.

- No te preocupes por el niño, ya me encargué de que alguien recoja de la escuela y lo cuide esta noche. Así tendremos toda la noche para disfrutar~ -

Sonreí alegre, para luego reír y golpear con levedad su cabeza.

- Eres un pervertido -

Le dije mientras reía. El sonrojo de mis mejillas se hizo mucho más notable en cuanto me tomó en sus brazos, cargándome como princesa.

- Solo quiero llenarte un poco de leche ~, sé que disfrutas de estar lleno de mi leche -

Lo golpeé levemente otra vez mientras miraba a otro lado bastante sonrojado, me llevó hasta la puerta de aquella casa para luego entrar, inició a subir a la habitación para luego recostarme en la cama.

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❤ ~ Fin ~ ❤