Capítulo 3

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~Narra Adrien~

Empezaba a despertar poco a poco, pues la luz del sol me molestaba, olvidé cerrar la berciana ayer y por eso debía pagar el precio ahora. Me levanté con molestia, aun tenia sueño pero debía ir a la escuela. Cuando vi aquel dibujo que pegué en mi pared no pude evitar sonreír, recordando que vería al autor de este.

— ¿Seguro que no estás enamorado? — Pude oír a Plagg, su comentario hizo que me sonrojara levemente.

— No estoy enamorado, Nathaniel solo es mi amigo — Dije seguro de mis palabras para luego caminar al baño.

— Sí, pero tu quisieras algo más — Pude oírlo susurrar antes de irme, pero al parecer el creyó que no le había escuchado pues siguió dando vueltas en la cama como si no hubiera dicho nada.

~Narra Nathaniel~

La noche anterior no pude evitar que mi madre se enfadara, y fue mi culpa al dejar tantos dibujos tirados en el suelo. Tampoco es mi culpa que no me hayan gustado, luego se que recogí el desastre de inmediato fui a dormir.

Al siguiente día ya no estaba tan enfermo, aunque si estornudaba de vez en cuando, no era de gran importancia. Suspire desanimado, tendría que volver a la escuela, aunque tampoco quería quedarme en casa haciendo nada la escuela era igual de aburrida.

— Hijo, el desayuno está listo — Pude oír la voz de mi madre, me llamaba  desde la cocina mientras dejaba los desayunos sobre la mesa.

— En un momento bajo — Dije fuerte para asegurarme de que le oiría para luego correr al baño, si tardaba demasiado en bajar por el desayuno mi madre se enfadaría nuevamente.

Luego de unos pocos minutos bajé corriendo hasta la cocina con el cabello aun mojado, me senté en la mesa. Al otro lado de esta se encontraba mi padre, desayunando igual. Empecé a comer mi desayuno un poco rápido pues iba tarde a la escuela.

— Si sigues comiendo así vas a ahogarte — Advirtió mi padre, no le hice demasiado caso a su advertencia y seguí comiendo igual de rápido. Cosa que no debí haber echo pues la advertencia de mi padre fue cumplida.

— Te lo dije — Dijo en un tono burlón, eso hizo que me enfadara un poco, él se levantó y fue hasta donde mí golpeando suavemente mi espalda intentando ayudarme a recobrar el aire.

Unos segundos después logré volver a respirar normalmente — Gracias... — Agradecí mientras me levantaba, todo eso me había arrebatado el apetito.

— De nada hijo, a la próxima no comas tan rápido — Asenti con la cabeza levemente para ir a mi habitación por mis cosas de estudio, luego de recogerlas volví al primer nivel de mi casa para despedirme de mis padres.

— Adiós Mamá, adiós papá — Dije mientras caminaba a la salida.

— Adiós hijo — Dijeron ambos al unisono mientras se preparaban para salir al trabajo.

Logré llegar a la escuela a tiempo, pero al ver el transporte de Adrien decidí entrar a la escuela lo más rápido posible mientras miraba al suelo, por alguna razón me ponía nervioso junto a ese chico.

~Narra Adrien~

Cuando bajé del auto en el que me traen a diario pude ver a Nathaniel, pero por alguna razón estaba caminando muy rápido y sin fijarse en su camino. No sé que intentaba pero si seguía así terminaría tropezando. Decidí correr hasta donde el estaba, y eso hice.

— Hola Nath — Saludé amable mientras caminaba a su lado, pude notar como temblaba levemente ¿le disgustaba que me acercara?, pensar eso me dolió un poco.

— H-Hola Adrien — Su voz se notaba temblorosa, cosa que hizo que me preocupara mucho más.

— ¿Estás bien? — Cuando hice esa pregunta se puso más tembloroso.

— S-si, ¿por qué no lo estaría?... — suspiré levemente, no pareciera estar bien.

— Ya van a empezar las clases, entremos — Caminamos hasta nuestra clase juntos, por alguna razón Nathaniel mantenía la distancia.

~Narra Nathaniel~

Cada vez que me acerco a Adrien mi corazón se acelera, por eso en estos momentos intento estar lo más lejos posible de él. Aunque no es demasiado ya que cada vez que me alejo el se acerca.

Las clases fueron aburridas como siempre, a la hora del receso pude ver que Marinette se acercó a hablar con Adrien, moría de celos en esos instantes. Pero algo dentro de mí me hizo dudar, ¿de quien estaba celoso?. De Adrien o Marinette, toda mi mente estaba echa un lío.

Una idea surgió de mi mente, aunque Marinette sabía que ella me gustaba yo no se lo había dicho formalmente. Y eso tenia planeado hacer. En cuanto todos estaban saliendo del salón me acerqué a Marinette y la tomé del brazo para que esperara. Cuando todos salieron tomé aire intentando darme valor.

— Marinette... Tú me gustas — Dije nervioso y levemente sonrojado, ella acarició mi cabello como un gesto de ¿compasión?  No lo sé realmente.

— Lo lamento... A mí me gusta alguien — Al oír esas palabras la tristeza me inundó. Pero no lloraría, no en ese momento.

— ¿Q-quien es esa persona? — No pensaba claramente en ese instante, por eso hice esa pregunta. Lo que menos quería saber era quien me había quitado a Marinette.

— A-Adrien — El oír ese nombre fue lo que más me dolió, pero no quería demostrar mi dolor. No frente a ella

— Vale, gracias por tomarte el tiempo se responder — Sonreí, esa era la sonrisa más falsa que había echo en mi vida. Cuando Marinette salió del salón yo corrí por los pasillos a la salida, logré salir de la escuela sin que nadie me viera. Caminé mirando al suelo hasta mi casa, cuando entré la casa estaba vacía. Mis padres estaban trabajando, así que aproveché la oportunidad para desahogarme, llorando todo el resto de la tarde sin consuelo alguno.

Naranja Y Negro. Una Extraña Combinación 🐱💖🎨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora