|36|: Los viejos pecados.

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Capítulo 36.

Canción: Hurt de Christina Aguilera

Al final de todo, Louis sabía que Harry tenía razón: que siempre se dedicaba a arruinar a todos, que no le importaba el amor o afecto que le tuvieran, accidentalmente lo hacía. Era como la hermosa rosa del jardín de la vida, donde podías admirarla, pero para tomarla debías sostenerla con cuidado. No tan fuerte porque podrías espinarte; pero, tampoco tan flojo, ya que podría caerse y desprenderse de algunos pétalos.

La mirada de Louis se clavó en la puerta, donde Harry entro apresurado sosteniendo una bolsa de comida rápida que colocó sobre su escritorio. Aventó con violencia su mochila a un lado de la cama y se aventó el mismo sobre el colchón.

—Harry— murmuró el ojiazul desde su cama, la cual estaba pegada a la del rizado en la parte central del cuarto.

—¿Qué? — Harry habló contra la almohada haciendo que Louis uniera sus cejas en un ceño fruncido y lo mirara extrañado por la contestación tan fría que había recibido.

—¿Estás bien? —cuestionó clavando aquellos zafiros en el cuerpo de Harry.

—No.

—¿Por qué? — susurró Louis acostándose a su lado e intentando abrazarlo.

—Porque estamos mal, Lou—declaró el hombre—, aunque la relación que tenemos ha estado estable en los últimos 15 días, sabemos que siempre terminamos mal, que esto es sólo el paso final para arruinarnos y...

—Harry, basta, eso no va a sucedernos.

Harry hablaba de una relación, una relación que realmente no existía, que no tendría oportunidad de existir por que no todos los corazones laten al mismo ritmo. Unos van más rápidos que otros, pero al final, siempre se terminaban rompiendo.

—¿Quién te lo asegura? — ambos miraban al techo blanco de aquel cuarto. Harry tenía una pizca de razón en todo lo que decía, todo lo que mal comienza, mal acaba, ya lo sabía.

—No me importa como termine. Sólo me importa el ahora. Tu y yo, nada más— murmuró Louis, con sus ojos cristalizados y al borde de las lágrimas. No quería que Harry se fuera, le quería, le quería demasiado.

Pero no de esa manera.

—No quiero ser uno más, Lou. Eso es lo que me da miedo— murmuró mirándolo a los ojos, tan cerca y tan lejos la vez. Ambos eran como el barco que se hundía en el mar, y la brújula, que intentaba guiarlo hasta donde terminará de hundirse. Louis era la brújula, Hazz, el barco.

—No lo vas a ser, Hazz—susurró antes de unir sus labios en un beso cálido, un beso que no pasaba más allá de eso. De ligeros roses de labios y una explosión de sentimientos a su alrededor que, sólo hacían el momento especial.

(...)

Eran las 00:30, Louis caminaba alrededor de la ciudad, solo. Buscaba una ruta que le llevará a casa, una ruta que no fuera tan larga y que fuera segura. Era sabido que el barrio bajo era peligroso, pero nunca creyó que tanto, y no lo pensó cuando decidió salir huyendo de aquel bar sin Jim y sus perros falderos que lo seguían sin parar.

—Hey, muñeco, ¿A dónde tan solito? — grito un chico rubio de estatura alta y un poco robusto para el tamaño de Louis.

—A dónde tu puta madre— murmuró girándose hacia el chico que venía hacia él.

—Contestas como zorra y te vistes como tal, no hay mucho que pueda esperar de ese grande trasero— el chico llego hasta él y Louis intentó alejarse, pero choco contra la pared. Su espalda fue recorrida por un escalofrío que fue desencadenado por el miedo.

—Ni se te ocurra tocarme— declaró Louis amenazadoramente. El chico se lanzó sobre él y lo intentó besar. Louis lo empujó, no fue suficiente, este seguía sobre él. Hubo un momento en el que Louis cedió, recordó como Jimmy se enrollaba con ese chico, como lo tomaba por la cintura y...

—No eres tan difícil como sonabas, zorrita— murmuró sobre sus labios.

—Soy muy fácil cuando me rompen el corazón, cielo, no te creas tanto— susurró cuando el rubio besaba su cuello, dejando marcas violáceas por toda la yugular y murmurando un par de palabras obscenas.

—¿Te han dejado? — cuestionó separándose de él. Se recargó en el muro de ladrillo rojo, donde Louis se encontraba recargado.

—No, pero Jimmy se ha liado con un chico dentro del "Welcome to the Jungle", somos novios y siempre que salimos, la noche termina así.

—¿Tu liándote con desconocidos?

—Él follando con algún imbécil que acaba de conocer y yo caminando solo de regresó a casa. Es la primera vez que me detengo con un desconocido.

—¿Es una venganza?

—Probablemente— susurró con una sonrisa socarrona que le salía cada vez que las piezas de su juego caían en donde debían.

(...)

Los recuerdos cayeron en Louis como un balde de agua fría, dándose cuenta que en su última relación fallida no era sólo la culpa de Jim, también era suya; él siempre intentaba pagar con la misma moneda cuando alguien le hacía algo. Probablemente ese fue su peor error, porque no intentaba hablar sobre el problema para contrarrestarlo, simplemente hacía más grandes las cosas.

—Lou, te amo— murmuró Harry abrazándolo, trayéndolo de nuevo a la realidad. Intentó mirarlo directamente a los ojos, pero fue imposible, Louis esquivaba la mirada.

—Harry, yo...

—No lo digas, sé que no lo sientes, no me mientas.

(...)

—¿Qué te ha pasado? — preguntó Zayn una vez que llegó al cuarto de su primo. Este tenía moratones y lesiones por todos lados, era como sí le hubieran atropellado 3 carros.

—Harry Styles, eso paso— declaró aun en su cama y con los ojos cerrados, ni siquiera podía abrirlos, incluso, le dolía hablar.

—Uhmm, sobre esto... Niall sabe— Zayn dijo. Theo por fin abrió los ojos y miró a su primo con una gran seña de duda en sus ojos.

¿Cómo había sido posible?

—¿Cómo es que sabe?

—Se ha enterado por Harry— pausó y camino hacía la silla que Theo tenía frente a su escritorio—. Y después me ha dejado.

—Lo he visto durante mi enfrentamiento con Styles está mañana, le ha ayudado a él en vez de a mí. Ni siquiera se ha parado por aquí.

—Creo que... hemos ido demasiado lejos, Theo—

—No— pausó—. No me salgas con arrepentimientos, la lección que le hemos dado a esa zorra no la cambiaría por nada en el mundo.

—Lo violamos, Theo.

—Ahora lo dices porque Niall te dejo, ni siquiera lo sentías incorrecto cuando lo hicimos.

—Yo lo amaba. Tu no tienes nada que perder, no es la primera vez que haces esto... yo sí, yo acabo de perder a mi novio por una estúpida venganza tuya.

Zayn salió enojado de aquella habitación, está vez la había cagado y mucho. Podía ir a prisión, incluso podían matarlo ahí dentro. Suspiró. Se dirigió a la habitación de Louis y Harry, tenía que liberar su culpa y recibir el castigo que ellos quisieran. Ya había perdido a Niall, ya no podía perder nada más.

Canícula |L.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora