|37|: Anne.

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Capítulo 37.

Eran las 5:00 P.M. La luz entraba por la ventana de la habitación. Al centro había dos camas juntas en las que Harry se encontraba acostado en diagonal, estaba durmiendo, ya que llevaba un largo rato sin dormir bien y desde hace dos horas antes el cansancio lo estaba matando.

Su celular comenzó a sonar. Ya había sonado 5 veces y no había querido contestar porque el número era desconocido. La insistencia de aquel molesto sonido le desesperó tanto que termino por atender el teléfono.

—¿Sí? — dijo molesto.

—¿Harry?

—¿Anne? — murmuró el ojiverde con un ahogo en su voz, su vista se nubló y su cara tomó una cierta palidez.

—Necesito que vengas a casa— susurró desde el otro lado su madre.

—Estamos a mitad de semana. No puedo, tengo escuela mañana— Harry se negó ante la petición que le hacía aquella mujer que se hizo llamar madre por un largo tiempo. No había manera de que fuera y viniera en el transporte público.

—Te mande el auto hoy por la mañana, Spencer debe estarte esperando fuera del campus en este momento— la voz de su madre no sonaba bien, había algo que a Harry no le cuadraba en lo absoluto.

Spencer era el tercer esposo de su madre, el cual, de cierta manera, pagaba la carrera de Harry y mantenía a Anne, la misma que había rechazado a su hijo demasiadas veces.

—¿Qué es lo qué quieres?

—No puedo hablarlo por teléfono, tienes que venir a casa ahora.

—¿Puedo llevar a alguien conmigo? — dijo en un intento de saber sí su madre se encontraba en disposición de querer saber de su vida. No como la última vez, cuando estaba a un día de entrar a la universidad.

—Trae a quien quieras, no me interesa— y así ella terminó la llamada. Harry miró su habitación aun con sueño y se encontró con Louis, el cual recién había abierto la puerta.

—Hola, Hazz— caminó hasta donde Harry se encontraba, le besó cortamente y se sentó a su lado. Harry estaba un poco ido, no lo miraba y parecía haberse perdido en sí mismo porque ni siquiera le contesto el saludo.

Harry se levantó de la cómoda cama, con prisa, tomó su chaqueta negra y se puso rápidamente los botines. No quería regresar a aquel lugar donde, desde hace tiempo, ya no lograba llamar hogar. Desde la partida de Gemma las cosas se habían ido a la mierda y cuando salió del closet la relación entre madre-hijo se perdió en su totalidad.

Louis no hacía más que mirarlo desde la cama, no podía descifrar que sucedía con Harry el cual transpiraba estrés por toda la habitación. Caminaba de aquí para allá con el ceño fruncido y con sus puños cerrados. Lou se levantó de la cama cuando lo vio tomar sus llaves para salir de ahí y lo detuvo colocándose frente a él.

—¿A dónde vas? — Louis cuestionó con un toque de intriga y desespero.

—A casa.

Louis pudo ver la furia creciendo dentro de él; la forma en que apretaba las llaves en su mano derecha, las respiraciones fuertes, su cara roja, los labios y el ceño fruncido, pero lo que más le delataba era el tono frívolo con el que estaba hablando.

—¿A está hora? — Louis estaba confundido.

—Sí, Sherlock, a esta hora.

—¿Por qué?

—No lo sé, Louis. Anne me ha hablado, dijo que era urgente— Harry se relajó ante los ojos de Louis, ¿Y si lo llevaba? ¿Y sí se lo pedía? —¿Quieres ir? Digo, no creo que sea tan importante.

—¿Quieres qué vaya? — pausó—. Digo, hace un rato estaba fuera de tus planes.

—Como siempre, Tomlinson— Harry murmuró con un toque de ironía entre sus labios. Algo que hizo a Louis sonreír—. Toma una sudadera y vámonos.

Salieron de la habitación cerrándola con seguro y caminaron por los frecuentados pasillos del edificio hasta llegar a la salida de este. Harry caminaba a paso veloz, algo que a Louis le costaba trabajo seguir, porque ¡Dios! El más alto tenía piernas largas y por un paso que este daba, el ojiazul tenía que dar dos pasos.

—¿Qué bus vamos a tomar? — Louis preguntó curiosamente.

—Hay un auto esperándonos afuera.

—¿Cómo?

—Larga historia, Louis. Date prisa.

Caminaron entre los pasillos de los jardines del campus. El sol comenzaba a meterse y la sensación ante la vista de ambos era relajante. El lugar era adornado por las montañas que vislumbraban a lo lejos; el aroma a pasto y tierra mojada invadiendo sus fosas nasales a cada respiro, los arboles lejanos resaltaban como sombras, haciendo de aquella imagen crepuscular la más hermosa que jamás habían apreciado, principalmente porque estaban juntos.

—Harry— un hombre le llamó. Ambos chicos se giraron a ver al dueño de aquella voz. Harry cambio totalmente, se volvió serio, le lanzó una mirada totalmente ácida que hasta a Louis lo hizo tragar saliva.

—Spencer— saludó Harry a aquel hombre que tenía unos ojos entre azules y verdes, su tez era blanca, pero no tanto; su cabello castaño estaba dividido a la mitad, un poco largo, rozando mínimamente sus orejas. Traía una bufanda gris y un saco vino que combinaba con su pantalón negro y sus zapatos de charol sumamente limpios.

—Tú madre...— comenzó el mayor, pero fue interrumpido.

—Ya me ha llamado, llévame con ella— contestó con prepotencia Harry.

Louis simplemente miraba la escena y después fue obligado a subir a la parte trasera del Honda Civic 2013 donde supuso que había llegado aquel hombre que olía a colonia fina. No tuvo que acercarse a él para saberlo, el auto apestaba a él.

—Harry, tienes que saber que tu madre está muy mal, no quiero que te alteres, pero tampoco quiero que la alteres a ella. Siento que tu... ¿amigo? Debería quedarse aquí— habló Spencer una vez que llegaron a una casa que no era tan grande, pero tampoco se veía carente de lujos. La noche ya había caído y la casa se veía demasiado hermosa.

Era un chalet de techo verde oscuro, paredes blancas, y un jardín donde había rosas, margaritas y tulipanes bien cuidados; también había un árbol que no parecía tener mucho tiempo de haber sido podado. Para poder llegar a la puerta de la casa, tuvieron que pasar por un corto camino de gravilla que conducía hasta ella. Desde afuera podía notarse que la casa estaba constituida por dos pisos y que, por las ventanas, al menos había tres recamaras.

—Si traje a Louis, no fue para dejarlo dentro del auto todo el tiempo. Lo traje porque es mi novio y no entiendo cuál es el jodido problema.

Harry bajó del auto y Louis le siguió, no sabía qué hacer para aligerar las cosas, porque desconocía la situación de la familia Styles.

—Harry, puedo quedarme en el auto, no necesitas ser así con tu padre.

—Louis— Harry detuvo su andar y freno a Louis tomándolo por los hombros. Sólo quería explicar la verdadera situación—. Él no es mi padre pausó—. Y te quiero cerca porque eres el único que puede calmarme.

Hola, bueno, este es el capítulo más largo que ven desde mi bloqueo :'C. Bueno, shavas, creo que no puedo hacer otra cosa más que darles las gracias por todo, por esperarme y por apoyarme. Gracias, en serio <3.

Por cierto, Spencer es Ewan McGregor, si no lo conocen búsquenlo en internet, ha salido en películas como: Trainspotting , como Mark Renton (<3); Star Wars: Episodio I, II, III y VII como Obi-Wan;  Moulin Rouge, como  (<3), Angeles y demonios (<3) y La bella y la bestia como Lumière. 

Ahora, necesito un mega favor, miren, se que tienen dudas sobre el fic, que les parece sí comentan aquí sus dudillas :v ....

Y bueno, otra cosa más, comenten aquí a todas las personas que les debo dedicación. All the love. xx 

Canícula |L.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora