Canícula |L.S|

|19|: "Él"

Capítulo 19.

Louis entró a la habitación temblando de frío y con sus ojos vidriosos por haber derramado algunas lágrimas en honor al chico que había destrozado su corazón. Harry lo miró, nunca le vio tan destrozado como en ese momento, su nariz estaba roja contrastando con la palidez de su cuerpo. Se notaba frágil, casi rompible.

—Harry, yo...

—Si vas a decir algo similar a lo de hace un momento, ahórrate tus comentarios— murmuró molesto mientras intentaba meterse de nuevo a su cama, entre aquellas cobijas calientes que necesitaba para protegerse del frío que se sentía en el exterior.

—¿P-Podemos hablar?

—Depende— pausó—. Sí vas a volver con tus juegos mentales que usaste desde el principio, olvídalo.

—Perdón ¿Sí? Perdón por no poder hacerlo bien desde el principio, por no poder aceptar la bola de sentimientos que siento por ti en este momento— los ojos de Louis se volvieron de cristal y lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas mientras continuaba hablando—. Yo simplemente, no puedo, no puedo decir mis sentimientos. Me cuesta trabajo, me da miedo.

—¿Miedo? — susurró Harry mientras fruncía el ceño.

—Nunca salen bien estás cosas, Harry. Das todo de ti y recibes tan poco; dicen que no van a lastimarte y te rompen el corazón accidentalmente. No creo en el amor moderno ¿Sabes? es como esa canción que habla sobre un moderno cuento de hadas: no hay final feliz, no hay victoria para nosotros, pero no puedo imaginar una vida sin momentos apasionantes que me hagan romper a llorar. Así me siento, sé que te vas a ir y en cualquier momento comenzaré a llorar, pero tú no vendrás a disculparte, porque tú nunca quisiste nada conmigo y todo lo habré confundido yo.

—Louis, yo no haría eso... eso sólo lo haría alguien jodidamente enfermo y necesitado de atención— dijo Harry levantándose de su cama e intentando abrazarlo para sacar al ojiazul de aquella crisis emocional en la que había entrado.

Louis se alejó caminando hasta la puerta y recargando su frente en esta.

—Él prometió no hacerlo, Harry ¿Crees que puedo caer en este juego de nuevo?

—¿Él? — frunció el ceño, su mirada se oscureció, lo que parecía ir tranquilo: empeoró— ¿Quién es "él"?

—Alguna vez amé a alguien, Harry— Louis le seguía dando la espalda, pero esta vez Harry ya estaba más cerca de él. Tan cerca que pudo apreciar que Louis tenía su playera del pijama puesta al revés—. Ese alguien era alguien que yo sabía perfectamente que no valía la pena, que me destrozaría. Jugamos un tiempo a los mejores amigos, pero después comenzamos a salir. Jimmy le rompía el corazón a cualquiera, yo creí que conmigo sería diferente, digo, éramos amigos—pausó y se tomó un respiro sólo para seguir con—: pero no, fue lo mismo. Él era muy apuesto, el más guapo de mi salón y el chico más lindo que jamás había visto antes. Pero, sólo tenía unos defectos, le gustaba drogarse y acostarse con chicos sin importar quienes fueran. Era sábado 7 de mayo del 2016, yo llegué a su casa para verlo. Él era 2 años mayor que yo y ya había perdido algunos años escolares. Ese día el falto a la escuela y decidí ir a ver que pasaba. Cuando llegué, él tenía la música a todo volumen en su cuarto, mientras que se acostaba con un chico que yo nunca había visto—Louis respiró otra vez y se giró para ver como Harry lo miraba con comprensión, con esa atención que él no merecía—. Enloquecí. Salí corriendo. Días después él me buscó, sólo para decirme cuanto lo sentía y que podíamos intentarlo de nuevo. Acepte. Acepte porque yo era estúpido y porque le quería, acepte eso demasiadas veces, me rompió, me trituró. Lo odie, lo odie mucho tiempo. Hasta que llegué aquí e intente empezar de nuevo, sin enamorarme, sin dar todo de mí. Pero apareciste tú, te encontré y me volví a ir a la mierda.

—Louis, yo no...

—No, Harry. Sí estás buscando algo conmigo, necesitas saber eso. Porque no podré corresponderte nunca.

—Inconscientemente lo haces, Louis— murmuró Harry.

—Harry, basta— el rizado caminó hasta él quedando demasiado cerca.

—Louis, no te presionaré. Te lo prometo. Pero no puedo evitar sentir como un sentimiento crece dentro de mí cada que te veo, es algo que no puedo controlar... no me importa si no crees en el amor moderno. Yo estoy dispuesto a hacerte creer en él— lo que parecía haber sido un caos en la habitación, se tornó en un estado de sosiego. Harry miraba los irritados ojos de Louis, notando como el azul resaltaba aún más entre el blanco y el leve tono rojizo apareciendo en aquellos zafiros. Enredo sus brazos en su cintura y pidiendo permiso con la mirada le beso.

No era un beso pasional. Era un beso tierno, uno donde Harry le demostraba todo lo que realmente sentía por él, uno de esos besos que sólo te puede dar la persona correcta en el momento equivocado.

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