«Ambos se miraron con lagrimas en los ojos, ella lo miró con dolor.
-Mi padre engaño a mi madre por cinco malditos años. Ambas sufrimos mucho, pero ella quedó destruida... No permitiré que me hagas lo mismo, Justin.»
•"Obra original mente mía, no se...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov's Justin.
Nada había cambiado, no progrese nada con ______, ella sigue viviendo con Mike.
No a vuelto a tocar el tema del divorcio, eso me da cierto ápice de esperanza. Pero aún así eso no me tiene tranquilo ya que MI esposa está viviendo con otro hombre.
Los celos me mataban, me consumían por dentro, cada vez que la veía feliz y sonrojarse por los comentarios de Mike.
Celos... Porque el conseguía lo que yo no... hacerla feliz, darle paz y tranquilidad.
Jale mi cabello, frustración es lo que siento. Estar lejos de la persona a la cual amo, me siento vacío, un cuerpo sin vida. Como si ella se hubiera llevado toda la luz que había en esa casa.
Tomo otro trago del vaso que contenía tequila, nada mejor para calmar el mal de amores.
Levante una vez más la fotografía de nuestra boda, ella tenía una sonrisa tan brillante y llena de vida, mi mujer... solo mía.
Acaricie el marco de la foto con mi pulgar y sonreí de manera verdadera, como no lo hacía hace meses. Nada es imposible, sonreí y me levante de un brinco del sofá, corri escaleras arriba, entre a nuestra habitación y busque el mejor traje que tengo. Lo saque del armario y lo coloque sobre la cama.
Me quito el pantalón de chandal que tenía y lo tiro al suelo, entro al baño y tomo un baño.
Al salir seco mi cuerpo, me coloco desodorante y perfume, el cual a ella le enloquecía. Me pongo el traje, lo arreglo bien, doy una mirada de cuerpo completo frente al espejo y sonrió con orgullo. Tomo las llaves de mi auto y bajo las escaleras apresuradamente.
—Señor Bieber ¿ Está de salida?— pregunto mi guardaespaldas.
—Si que si John, traeré de vuelta la luz a esta casa.
John me miró sin entender a lo cual yo le di una sonrisa y salí apresurado de la casa, subí a mi auto y encendí el motor, dirijo el auto a la autopista.
— Primero lo primero, la floristería.
Mientras manejaba tarareaba una canción que pasaba por la radio. Luego de media hora llegue a la floristería, apague el motor, baje del auto y le coloque el seguro.
Entre y una mujer de edad se acercó a mi.
—Buenos días ¿Que viene a buscar este precioso joven?—Pregunto cariñosamente.
Solté una carcajada.
—Un ramo de flores.— sonreí.— para mi esposa.
—¡Oh! Muchas felicidades. Entonces ¿Desea un ramo de rosas?—
