Capitulo 25

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Pov's Justin

Nunca había sentido tanto miedo en mi vida.
Di un volantazo dando media vuelta sin fijarme si algún otro auto venia detrás de mi o algo, solo pensaba en mi esposa.
Mi auto iba a cien, estaba manejando como un desquiciado, esquivando autos como podía.

Llegue a casa y salí del auto sin apagarlo, abrí la puerta de manera brusca.

—¡_______!

—¡Señor!

Voltee y vi a la señora Amanda correr hacia mi de manera agitada.

—la señora está en la cocina, creo que...

Corrí hacia la cocina sin dejara terminar de hablar a la ama de llaves.

Vi a _____ en el suelo y sudaba mucho.

—¡preciosa!

Ella abrió los ojos y entonces pude notar que ella estaba a punto de colapsar.

Y así fue, corrí a su lado y agarre su cabeza antes de que esta golpeara el piso.

La alce y camine lo más rápido que pude hacia el auto, la senté en el asiento del copiloto y le puse cinturón de seguridad.
Subí al auto y sin esperar más arranqué.

Conducí lo más rápido que pude hasta el hospital más cercano.

Estacione el auto como sea y apague el motor, baje y fui hasta la puerta del copiloto y tome a ________ en mis brazos.

—¡Ayuden a mi esposa!

Fue lo primero que pude decir, en menos de un minuto ya habían doctores y enfermeras rodeándome, me la arrebataron de los brazos y la echaron en una camilla.

Sentí cada parte de mi agitarse cuando la vi alejarse.

—Señor, no puede pasar, por favor espere aquí.

Fulmine con la mirada al pobre enfermero que me detuvo, se que lo más razonable es que me quede en la sala de espera, pero no quiero, no puedo quedarme aquí y no hacer nada cuando mi esposa está sufriendo.

—Señor Bieber.—

Sentí una mano en mi hombro y volteé para encontrarme con un agitado John.

—Por favor cálmese, no logrará nada, solo estorbara a los doctores si en este momento interrumpe en la sala.— John me calma y yo suspiro resignado.

John me acompañó a un asiento, se fue y luego de 10 minutos me trajo un expresso.

—Muchas gracias.—

Acerque el vaso a mi boca y deje que el amargo líquido baje por mi garganta.

—¿Como no note que estaba mal?— con frustración jale mi cabello.

—Mi señor, esas cosas no se ven a simple vista. No se culpe por eso.

Luego de media hora y sin noticias de ella empezaba a preocuparme.

—Señor Bieber, por favor, vaya a la empresa, recuerde que tiene que hablar con el socio que ha estado esperando por meses.

Era un gran contrato, no podía ser roto tan fácilmente, la compensación de hacerlo sería muy grande.

—Mierda.— suspire

Me levante, acomode mi traje y mi cabello.

—John, no te muevas de aquí hasta saber el estado de la señora Bieber, llámame de inmediato cuánto tengas noticias de ella.

—Si, señor.

Salí del hospital y fui hasta mi auto.

Dude al momento de encender el motor, pero se que ella me mataría si perdiera un gran contrato como este.

Arranque y fui lo más rápido que pude hasta mi empresa.
Subí en el ascensor hasta el último piso y al salir vi a Gabriela bastante angustiada.

—¿Ya están todos?

—Hace 45 minutos, señor.

Maldije internamente.

Abrí la puerta de la sala de juntas y entré sin mirar a mi al rededor.

—Lamento mucho la demora, pero mi esposa se puso mal y-...

—¿_______ se encuentra mal?

Levante mi vista rápidamente y lo vi, su cara de preocupación era muy auténtica.
Fruncí el ceño y mordí mi lengua para no mandarlo a cierta parte.

—¿ Que haces aquí Delacroix?

En un instante la cara de Mike cambio y me sonrió de una manera bastante arrogante.

—Como socio lo menos que puedo hacer es revisar cómo está yendo el proyecto del hotel.

De todas las personas que existen en este mundo, tenía que ser él.

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Infieles. «jb Donde viven las historias. Descúbrelo ahora