«Ambos se miraron con lagrimas en los ojos, ella lo miró con dolor.
-Mi padre engaño a mi madre por cinco malditos años. Ambas sufrimos mucho, pero ella quedó destruida... No permitiré que me hagas lo mismo, Justin.»
•"Obra original mente mía, no se...
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Pov's _____
Un mes.
Había pasado un mes desde que me acosté con Justin. Creí que las cosas irían para mejor cuando las primeras tres semanas llegaba exactamente a las siete en punto. Pero luego volvió a llegar a las 2 o 3 de la mañana.
El no ha vuelto a tocarme. Me sentía mal, tal vez algo decepcionada conmigo misma.
¿Es que mi cuerpo ya no era tan sensual? ¿Él Ya no creía que era hermosa?
Sacudí mi cabeza tratando de quitar aquellas ideas que se empezaron a acumular. De lo cual me arrepentí. Me sentía mareada y mi estómago se revolvió. Corrí hasta el baño y devolví todo lo que había merendado hace una hora.
Mi teléfono sonó y vi que tenía una llamada entrante de Brigitte. Conteste sin dudar y al otro lado de la línea se escucho su enérgica vos.
—¡Hola hermosa!
—Hola ¿Como estás, Bri?
—De maravilla, ¿Te encuentras bien? ¿Te noto algo ... Tensa?
No podía ocultarle nada, me conocía a la perfección, tal vez más de lo que me gustaría. Pero ella es mi mejor amiga y decidí contarle lo de Justin.
—Oh nena, como lo siento.
Hubo un silencio al otro lado de la línea .
—¡Tengo una idea! ¿Qué tal si vamos a victoria scret's y compras un lindo par de lencería para que le modeles a tu marido?
Lo analice unos minutos, le dije que si y escuché su risilla al otro lado de la línea.
—Bien preciosa, pasare por ti.
••••
—Este me gusta.
Brigitte me extendió un conjunto de lencería de encaje, color negro y demasiado sexy a mi parecer.
—No lo se...
—¡Vamos! No lo dudes amiga, tienes un cuerpazo. Esto te quedará como anillo al dedo.
No proteste. Cuando a Brigitte se le metía una idea a la cabeza no hay quien se la saque.
Luego de una de estar en la tienda compre tres conjuntos de lencería -elegidos por Brigitte- Pague con la tarjeta que me dio Justin y salimos del edificio.
Ya eran esos de las siete u ocho de la noche. Caminamos y nos detuvimos más de una vez para ver los mostradores de las tiendas.
—Gracias por acompañarme, Bri.— solté
Ella me miró con una dulce sonrisa y con una mirada cariñosa, como la de una madre.
Caminamos hasta que yo escuché una risa. Me tenso repentinamente. Volteo y juro haber escuchado mi corazón romperse.
Ahí estaba él, mi esposo, mi Justin. El que juro amarme hasta la eternidad, el que me hizo un sin fin de promesas de amor. Con aquella rubia, la sostenía de la cintura, y la ... beso.
Entonces me dio asco, asco de mi misma. ¿Como pude ser tan ciega? Sentí que el suelo se movía y me tambaleé. Entonces caí de rodillas sintiendo como todo me daba vueltas. Escucho el grito de una mujer asustada al verla en tal estado. Caí al suelo, pero Justin corrió hasta mi y tomo mi cabeza antes de que cayera al suelo.
Vi en sus ojos arrepiento, tal vez, o solo era el horror de que lo haya atrapado infraganti.
