-¿Pero tú no estabas de concierto? – Pregunté al chico que tenía entre mis brazos, que me intentaba quitar de encima mientras se reía de mí.
-Sí, pero lo he acabado antes de tiempo y he conseguido llegar hasta aquí.
-¿Cuánto llevas aquí?
-Pues… Desde antes de que sacaras a la pequeña al escenario. Que sepas que he tenido que ir a dar puñetazos a la pared para volver a sentirme hombre otra vez.
Reí y negué con la cabeza.
-Ay, calla ya. Estaba en las primeras filas. Y verla ahí, tan emocionada, subida a los hombros de otra chica para poder ver bien… No me he podido resistir.
-Pero es que no te puedes resistir en ningún concierto a hacer algo fuera de lo normal. En el último que fui, fue lo de ponerte la camiseta que decía: “¡Sé siempre tú mismo! A no ser que puedas ser Batman, entonces sé Batman” y cantar la canción de Batman.
-Oh, pooor favor. Te reíste mucho con eso. Y lo sabes. – Hunter me miraba intentando ocultar una sonrisa.
-¿Vamos a cenar juntos esta noche?
-Perfecto. ¿Pizza en mi casa?
-Perfecto. – Hunter me guiñó un ojo.
-Vale. Pues ahora, vete. Me toca estar un rato con mis fans y no me apetece que estés tú aquí para quitarme la atención.
-¡Oh, así que me echas! – Dijo llevándose una mano al pecho, como si le hubiera hecho daño.
-Exactamente. – Saqué la lengua. – Tú tienes TUS fans, estos son los MÍOS. ¡Nos vemos luego!
Le empujé hasta la puerta y luego cerré el camerino.
-Shannon, ¿estás lista? – Preguntó Martha entrando por la puerta del camerino. – Ya han organizado la fila. Ah, y la niña y su hermana están las últimas, como has pedido.
Bebí un sorbo de agua de la botella, cerré los ojos un momento para respirar y me levanté.
-Sí, vamos.
Llevaba como un mes y pico sin poder dormir bien. A medida que el Tour avanzaba, la densidad de la base de maquillaje que me iban poniendo era mayor para poder tapar las ojeras, e intentaban reducir las promociones al máximo para dejarme tiempo para descansar. Seguía sin sentirme del todo cómoda saliendo por la tele o a actos públicos, así que solía conceder entrevistas a las radios. Cuando consiguiera asimilar lo que me estaba pasando, ya intentaría ponerme delante de las cámaras. A parte, por alguna (una) razón que es mejor no mencionar, evitaba las entregas de premios. Aunque con eso había tenido suerte. Solo había habido un par, y como estaba de Tour, mi ausencia había estado justificada.
No creía posible la cantidad de gente que venía a verme día tras día a los conciertos. Mi pensamiento solía ser: “Bueno, ayer estuvimos en tal sitio, es una ciudad pequeña, es normal que alguien me conozca a través de Internet y lo pase y al final se reúna bastante gente, hoy no vendrá tanto público, aquí seguro que no soy tan conocida.” Y cada día me equivocaba. Mis canciones sonaban por todas partes. El otro día estaban poniéndola en una tienda de ropa mientras compraba.
Mi vida había hecho un giro de 360 grados. ¿Quién iba a imaginar que la gente me pararía incluso en restaurantes y cafeterías para pedirme una foto o un autógrafo?
Llegué a la sala de los Meets y recibí a cada uno de mis fans con una sonrisa y un abrazo. Si seguía ahí, era por ellos. Eran la razón por la que me levantaba cada mañana de la cama en vez de concederme siete horas más. O una hibernación completa. Me encantaba conocerles. Cada uno de ellos tenía una historia que contar, algo nuevo que decirme que hacía que los quisiera secuestrar a todos y llevármelos a casa.
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Suck It
FanfictionSecuela de Bite Me. SI NO HAS LEÍDO BITE ME, NO SIGAS LEYENDO. Shannon Hayes y Harry Styles. Dos estrellas de fama mundial, conocidas en todas partes y, supuestamente, desconocidas entre sí. Pero de puertas adentro, han pasado muchas más cosas de la...