Suck It

23. "Una limonada"

-¡Hola! – Sonrió la chica a su vez.

-Mmm… – Mi mente barajó diversos nombres, completamente segura de que el suyo me lo sabía. – ¿Demi?

-Exacto. – Dijo sonriendo. – Demi Lovato. – Se acercó a mí y me dio un beso en cada mejilla, un gesto poco corriente en Reino Unido. – ¿Tú eres Shannon, verdad?

Asentí y le sonreí, fijándome en su apariencia. Llevaba el pelo corto y de color azul eléctrico, con la parte superior negra. Su vestuario era sencillo; un pantalón de cuero con una camiseta blanca y una americana arremangada. Era una chica curvilínea, con un aspecto chispeante y realmente guapa.

-He visto tu concierto. Una pasada. – Dijo emocionada, dando una palmada. – Tenía un montón de ganas de conocerte y verte en directo, he oído hablar mucho de ti y me encanta tu música.

-Lo mismo digo. – Mentí. La verdad es que me sonaba que tenía muy buena voz, pero no sabía ubicar qué canciones eran las suyas en ese momento. Esperaba que no me pillara.

-¿De verdad? ¿Me escuchas? Que guay. – Su sonrisa iluminaba toda la habitación y te contagiaba su alegría. – Ahora mismo estoy en Factor X, de jueza, pero en cuanto pueda, vuelvo a cantar.

-¿En Factor X? ¡Qué guay!

-Sí, ¿verdad? Simon es un gruñón, pero por lo demás, es genial. – Se quedó en silencio unos segundos. – Oye… ¿Te apetece que nos veamos mañana y vayamos a alguna parte?

-Claro, ¿qué tenías pensado? Yo no conozco nada de por aquí, todavía…

-Es la fiesta de Vanity Fair… ¡Vayamos juntas!

-¿Pero eso no necesita preparación? ¿Normalmente no se avisa de que vas y preparas el vestido y todo eso?

-Minucias sin importancia. Vas conmigo, y no creo que los de allí se quejen porque aparezcas. Eres el tema de conversación del momento y no he visto que tengan buenas fotos buenas de ti. Los periodistas se volverán locos. Y si no, siempre puedes enviar una notificación de último minuto... Alguna vez lo he hecho yo también.

-A mi estilista le dará un ataque como vuelva a ir a alguna parte sin consultarle… – Dije riéndome entre dientes, recordando mi última peripecia. Al parecer, salir a la calle en pijama no era una norma de etiqueta socialmente aceptable entre las celebrities...

-Bueno, pregúntale si se podría preparar algo. Te espero aquí.

Me asomé al pasillo.

-¿Olive? ¿Martha?

Ambas aparecieron al momento. Me disculpé con Demi y cerré la puerta detrás de mí para hablar con mi equipo.

-Demi me ha dicho de ir a la fiesta de Vanity Fair de mañana. Sé que es precipitado, pero creo que podría ser bueno... ¿No, Olive?

-Sí, si conseguimos planearlo todo bien, quiero decir, llevas días sin aparecer en ninguna parte y no sueles asistir a eventos, así que los periodistas querrán fotos tuyas y comentarios. Además, irás con Demi, lo que hará que haya más chicha sobre qué escribir.

-¿Tengo algo que ponerme?

-Bueno... Tenemos el vestido que reservamos para la gala de los premios de música a la que no pudiste ir. – Dijo Martha.

-Perfecto. ¿Y Elliott? Habría que avisarle. – Olive asumió el mando.

-Sí, estaba por aquí. Con un recogido simple yo creo que bastará. Para darle protagonismo al vestido.

-Y tú, Martha, ¿maquillaje?

-Un look fiero. Le haremos unos ojos ahumados en color negro, a juego con el vestido.