Suck It

32. "Feliz Navidad"

Harry's POV

―Bueno, señoritas... Nos vemos el 5 de Enero. Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo y blah, blah, blah... Todas esas chorradas. ― Se despidió Louis.

Nos dijimos adiós brevemente antes de que cada uno se fuera por su lado. ¡Estábamos de vuelta en Inglaterra! No podía esperar a ver a Shannon. Era el día de antes de Navidad y, por fin, el cielo se había despejado lo suficiente como para volar a casa. No íbamos a poder estar mucho juntos, pero al menos quería verla antes de que me tuviera que marchar a Holmes Chapel.

***

Shannon abrió la puerta de la calle antes de que la cara se le iluminase al verme.

― ¡Harry! ¡Creía que seguías en Francia! ¡No me habías avisado! – dijo dejándome pasar.

―Hemos cogido un vuelo esta mañana… Quería darte una sorpresa.

― ¿Qué pasa? – Por su sonrisa sabía por dónde iba a ir el siguiente comentario. ― ¿Ya no os aguantaban en Fran―?

No le dejé terminar antes de inclinarme y besarla. Shannon sonrió contra mis labios, pero no se quejó, respondiéndome al beso con las mismas ganas. Tras separarnos, le di dos besos cortos más.

― ¿No tienes que irte a Holmes Chapel? ― Murmuró ella contra mis labios.

―Quería pasar a verte antes. ― Dije antes de volver a besarla.

―Mmm… ¿Ansioso, señor Styles?

―No. Lo. Sabes. Tú. Bien. – Respondí entre besos. ― Dios, te echaba de menos.

Apoyé mi frente contra la suya, mirando esa sonrisa traviesa que parecía tener siempre y esos ojos que me miraban con tanta astucia.

―Te he traído tu regalo de Navidad. Para que lo pongas bajo el árbol. Pero no puedes abrirlo hasta que no esté yo delante, ¿vale?

Ella asintió y yo me separé de ella para volver a la entrada, donde había dejado la bolsa abandonada. Saqué el paquete envuelto y se lo tendí. Ella lo cogió y me llevó hacia la zona de la sala de estar, donde había colocado un árbol de Navidad decorado con tonos rojos y dorados. En la parte de abajo, donde ya había colocados algunos regalos, agregó el mío.

―Así está bien, ¿no? ― Volvió a mis brazos y yo la rodeé, volviendo a besarla. Le cubrí la cara de besos y ella rio, todavía pegada a mí. ― Ricitos, no te emociones demasiado… Hoy no… Puedo.

Tardé un par de segundos en asimilar lo que me decía, y entonces gruñí.

―No es justo…

Ella se rio y se encogió de hombros, resignada.

―Harry… Son las diez de la noche… Deberías irte ya… Tienes tres horas de camino…

―Pero no quiero. ― Protesté.

―Sabes que sí. Tienes que pasar la Navidad con Anne y Gemma.

―Pero también contigo. ― Dije besándole la punta de la nariz.

―Nos veremos mañana mismo. Lo único que tú y yo nos veremos más tarde. – Sonrió dulcemente. Me hacía tan difícil irme así…

Nos quedamos mirándonos unos segundos, ella en mis brazos, yo apoyado en la mesa. Me limitaba a mirarla a los ojos, a esa chica a la que podía llamar mi novia, que tenía los labios hinchados de los besos y la cara ligeramente sonrojada. Esa a la que no había visto en un mes. Me sentía en casa.

―Pórtate bien. ¿Vale? No te alies con Maisy para incendiar la casa, ―le di un beso en la mejilla ― ni te comas a los invitados, ―le besé en la mandíbula― queda prohibido emborracharse, ―le besé en la barbilla― absolutamente prohibido acercarte a chicos que no sea yo o mis dobles de cartón ―besé su otro lado de la mandíbula― y, por encima de todo ―me paré en la comisura de su labio― no puedes pensar en ningún chico que no sea yo. ― Sonreí antes de besarla.