Thomas
Me punsa la cabeza y el costado de mi pecho. No quiero abrir los ojos, no recuerdo qué me pasó. Trato de hacer memoria y empiezo a recordar haber llegado del instituto y por el calor que hacía ir de nuevo a aquél arroyo que había encontrado para nadar un rato. Llevé mi cámara y fuí, me desnudé y nadé un rato, luego ví un colibrí volar cerca y quise salir rápido del agua para tomar mi cámara y poder tomar varias fotografías, pero resbalé y me caí contra unas rocas.
Abrí mis ojos lentamente para comprobar si no estaba muerto adaptandome a la luz que había. Al parecer no, me encontraba en una habitación enorme para mí, en una cama igual de enorme y muy cómoda. Mire con más atención y divise cuatro puertas, una de un armario, otra a un balcón, una del baño y otra seguramente al pasillo. Había un gran televisor de plasma frente a la cama en la pared, un escritorio con una laptop y un estante con libros de historias y otros temas así, pero estos estaban desordenados. Todo el cuarto estaba un tanto desordenado.
Miré hacia abajo para comprobar que aún tenía puesto mi collar y para mi suerte así era, observandome mejor ví que estaba tapado hasta mi cintura mientras unas vendas cubrían mi pecho y también mi cabeza, me pregunto ¿Quién me habrá salvado?
Escucho sonidos que provienen del pasillo y se acercaban a donde me hallaba.
De pronto la puerta mayor que daba al pasillo se abre y por ella pasa una mujer vestida muy elegante, lleva el cabello perfectamente recogido y sus ojos esmeralda hacen que mi mente recordar a alguién pero no se exactamente a quién.
El hombre que entro con ella es intimidante y me mira de forma seria con sus ojos que también son verdes pero varios tonos mas claros.-Veo que ya despertaste, nos tenias preocupados. Habló la mujer mientras se relajada. Ella tenia una sonrisa amable dirigida a mí.
-Disculpe señora por haberle causado problemas, es un placer conocerla y lamento causarle molestias. Dije bastante apenado.
-No es nada, no sabías lo loco que se pusó pensando que algo malo te podía pasar. Dijo soltando una risa y yo la miré dudoso a no entender de quién estaba hablando.
-¿Cómo te llamas muchacho? Me preguntó el hombre que hasta ahora se había mantenido callado junto a lo que parecía, según mi percepción, su esposa.
-Thomas Morph, señor. Respondí. A lo que él solo asintió.
De pronto se escucho pasos apresurados venir del pasillo para luego yo lograr ver entrar a un chico rubio corriendo y detrás de él un pelirrojo que reconocí al instante.-¡Ustedes dos!- grité mientras los señalaba y me levantaba de la cama furioso por recordar lo que me habían hecho el primer día de clases, estaba parado frente a ellos dos olvidando el dolor que sentí. -¡Ustedes dos me dejaron encerrado por seis horas!
El rubio agacho la cabeza ante mi apenado y hasta incluso ¿dolido?, no, no creo, seguro que avergonzado.
-Nosotros... Quizo hablar pero lo corté.
-Ustedes nada, me dejaron encerrado por una estupidez, siendo de tú-, señalé al pelirrojo que estaba detras del rubio igual de cohibido -pudiste pedirme tu puesto en el salón con un poco de educación y no querer atacarme de manera tan altanera, y tú- dije señalando al rubio-, lo ayudaste en todo, siendo que no te conozco y no hice nada en contra tuya.
Todos los presentes quedaron mudos y yo solo quería irme de aquí ya que me sentiría intimidado si iba a estar con estos dos sujetos cerca mío.
Miré hacia abajo y sentí mi rostro con un poco de rubor al notar que tenía solo un boxer puesto. Dirigí mi vista hasta una silla en donde al parecer estaban mis cosas y me dirigí allí para comenzar a vestirme enfrente de todos e ignorando el dolor que me causaba moverme mucho.
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Forever© (Edición Y Redacción)
WerewolfThomas, luego de vivir toda su vida a los pies de una montaña se muda a un pueblo ya que su abuela murió. En ese pueblo descubrirá el amor de su vida de alguién del cuál nunca creyo poder amar. ¿Será mas fuerte el amor? ¿Podrán estar juntos pese a...