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Miro con odio a esos seres por interrumpir mi primer beso con Max, por atacar la manada de él y por intentar dañar a quienes quiero.

Extuendo mi mano y creo un campo de protección alrededor de la casa para que no puedan salir. Veo a la familia de Max siendo protegida por una loba blanca de uno de esos seres. Mas allá muy cerca de donde estaba Ariel, un lobo pardo lo protegía con recelo. Era obvio que Mike era aquel lobo.

- naturalis furore. Exclamé mientras levantaba mis manos para hacer que ramas con espinas salieran de la tierra y comenzaran a atacar a los seres, pero no lograban hacerles daño. Estos cinco eran mas poderosos que los anteriores.

-¡Ariel! Separemoslos. Le grite a lo que el asintió en respuesta. Nos movimos a través de la plaza mientras que los lobos que estaban transformados estaban luchando con los seres pero estos solo se reconstruian sin césar. Si seguían en este ritmo habría bajas y eso era lo que menos quería. -lo siento abuela, mamá-. Pensé para luego agarrar el collar y susurrar las palabras que sabía de memoria.

Momentos después este brillo y desapareció de mi cuello para aparecer en otro lado. Una energía me rodeó a mi y fue transferida a Ariel y Arturo gracias al enlace. Mi cuerpo se sentía extraño y muy ligero. Mire a todos parar de luchar y verme asombrados, sun dudarlo mire a los cinco seres unirse en uno solo y mucho mas grande venir hacia mi con la mano hecha una espada, Sonreí al saber que no me haría daño pero algo se interpuso en su camino.

Max fue atravesado por completo por la espada impidiendo que esta me impactara. Mire con horror como su cuerpo caía justo al frente mio y sangre salía sin césar de la herida.

Una ira y desesperación corrió por mi sangre y mire a quién había provocado todo ésto, un aura azul oscuro me rodeo y la tierra tembló mientras todo parecia detenerse alrededor. El ser retrocedió asustado y yo solo Sonreí al ver su reacción ya que aún siendo un ser sin sentimientos podía sentir el poder que emanaba de mi.

- solis flare. Cité para ver como el ser desparecia en un destello de luz.

Giré a ver como Max aún yacia herido en el suelo, me acerqué casi corriendo a su lado y lo sostuve mirandolo a los ojos. Su herida no cerraba y el parecía a punto de llorar, el collar de la Estrella del Norte descansaba en su pecho luego de que yo la enviase a él.

-Creo que-que no-n-o podre te-ner otr-o be-so. Dijo mientras unas lágrimas amenazaban escapar de sus ojos. Lo miré con imponencia, si el collar no lo curaba significaba que ya su hora había llegado, que no se podía salvar. Enfureci al saber eso y deseé con todas mis fuerzas darle aunque sea un poco de mi vida.

-"Darte un poco de mi vida"-. Pensé para luego sonreír, el se había equivocado muchas veces en su vida y aún tenía mucho que aprender, tenía aun que convertirse en el Alfa de la manada y dirigirla, tenia una vida por delante por la cual el daría todo.

Me acerco lentamente a sus labios y momentos antes de besarlos bloqueó la conección con Ariel y su padre. Cuando rose la nariz de Max con la mia y sientó de nuevo aquella descarga de emociones placenteras no lo dudo y digo en voz baja: - Bus tempus. Para luego por fin volver a unir nuestros labios en un delicado y casto beso lleno de sentimientos mutuos.

Poco a poco la herida recibe mi energia vital y mezclada con mi poder la iba cerrando, su pulso se normalizaba mientras yo sentía un parte desgarrarse dentro de mí. Un dolor insoportable se había instalado en mi mientras poco a poco me sentía mas débil.

Me separé del beso viendolo a los ojos mientras quitaba el collar de su cuello y lo envolvía de nuevo en el mio, gracias a ello sentí un poco más de energía. Desbloquee el sello entre mi amigos magos y yo.

-Ya estas mejor. Dije mientras le sonreía y acariciaba su lacio y rubio y cabello.

-¿Están bien? Dijo Lucio llegando a nuestro lado junto a su hermana y le asentí en respuesta.
-Estuviste grandioso. Me alabó Sara bastante contenta mientras me sonreía también.

Mike solo estaba junto a Ariel mirando la escena con gratitud reflejado en su rostro.

Verlos a todos así me puso contento, no podía mantener el sello contra los lobos por mas malos que hallan sido, sé de corazón que las cosas iban a cambiar para bien cuando mi Max estuviera a la cabeza. Una sonrisa se me escapó de solo imaginármelo asi, con su mirada seria y voz autoritaria dando ordenes como todo lo que es, un Alfa bueno y noble como fuerte y poderoso. Nunca me arrepentiría nunca de la desicion que acaba de tomar, aunque se que me costara la vida tratare del tiempo que pasemos juntos él sea muy felíz.

- spiritualis autem libertas. Extendi mi mano hacia el cielo y una explosión de energía recorrió a todos los lobos los cuales tenían activo el sello.

Me fuí acercando a Max que me miraba con un brillo extraordinario en sus ojos esmeraldas, nunca hubiera pensado que otro chico me miraría asi, pero que él lo haga llena mi corazón  de gozo.

Besé esos labios a los cuales me volvería adicto y él solo sonrió entre el beso cuando Lucio grito un "váyanse a un cuarto" y Sara lo golpeaba en la cabeza para provocar la risa de varios por este hecho.

Podría acostumbrarme a todo ésto, a ver a Sara y Lucio peleer siempre por niñadas, a Ariel y Mike en pareja y como mis mejores amigos, a ya no estar solo nunca mas y pertenecer a una manada, a los besos y abrazos de Max llenos de amor y cariño, llenos de amor.

Podía pero no debía, ya que mis días estaban contados, que había ido contra el poder más grande y poderoso, el del Destino.

"Nunca me arrepentiré de haber dado mi vida por tí"

Forever© (Edición Y Redacción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora