11

4.4K 483 21
                                    

Thomas



Era mediodia y desde la mañana habia estado teniendo un raro sentimiento en mi pecho, era como sutil advertencia como si algo malo fuera a pasar.

—¿Pudiste hablar con él? Me dijo sentándose a mi lado Ariel en el sillón de la sala.

—No, creo que voy a salir a buscarlo. Le mencioné.

Mi mejor amigo me analizó con la mirada para finalmente pararse y mirarme fijamente.

—Te acompañó, no puedo dejar a mi hermanito ir desprotegido por ahí . Decía con sorna para pasar su brazo por mis hombros para hacer que me acerque a él y así remover mi pelo.

—Usa tu teletransportación. Le pedí poniendo la mejor cara de puchero para él y solo rió por estar acostumbrado a eso.

Cerró sus ojos y tomó mi mano, sentí su energía pedir prestada la mía y la concedí. De pronto todo a mi alrededor se torno borroso en un santiamén y aparecí en el arroyo en el que iba siempre a nadar desde que llegué aqui.

Lo que ví me alarmó, Max luchaba contra un ser oscuro hecho de energia maligna de brujos combinado con sangre de sacrificio. Estaba malherido y se lo notaba cansado aún en su forma de lobo, su pelaje estaba manchado con su sangre. Miré a Ariel y él negó con la cabeza, sabía lo que queria hacer y no me detendría.

Levante mis manos hacia ese extraño ser que lo atacaba y un rayo de luz lo envolvió.

—Ariel. Lo nombre y él sólo me miro molesto para invocar su magia. Disparó un rayo de luz contra ese ser y un brazo se desintegró al instante y chillo con un sonido ensordecedor que nos  logro aturdir a los tres.

El ser oscuro al percatarse de nuestra presencia logro alcanzarnos a gran velocidad, me golpeó en el estómago haciendome caer de rodillas provocando que escupa un poco, levanté mi vista para ver con horror como su mano que aún quedaba cambiaba de forma para formar una espada.

"Es mi fin". Pensé mientras cerraba mis ojos para esperar el impacto definitivo pero este nunca llegó, en cambio escuche como algo que corrió muy rápido pudo arrastrar al ser lejos.

Abrí los ojos y noté que Max habia tacleado al ser y lo había empujado muy lejos provocando que rodara varias veces y se estrellara contra un árbol.
Ese ser tenebroso se levantó con una sola mano y nos miró atentamente a través de sus huecos y oscuros ojos.

No podía dejar que Max siguiera peleando, estaba muy herido y tanto yo y Ariel estábamos cansados de haber ocultado toda nuestra magia. Decidí entonces romper mi promesa.

—Lo siento abuela, pedacito de mar. Susurre muy bajo tomando el collar de mamá para luego levantar mi mano hacía esa criatura. —Implosión de luz. Dije en voz alta concentrando mi poder en lo que iba a hacer y un circulo luminoso rodeó al ser antes de que golpeara a Max ya que éste estaba inconciente sobre el pasto, la esfera de luz lo atrapó justo y esa energía hizo implosión, haciendo así que la criatura desaparezca.

Caí de rodillas cansado al no estor acostumbrado a usar mi energía propia de golpe. Miré mi collar y este brillaba muy intensamente.

—¿Estás bien? Dijo Ariel llegando a mi lado con una expresión preocupada. Yo solo asentí y me levanté con su ayuda de donde habia caído.

—Llevemosle a la manada dónde estuvimos aquella vez, y curemosle. Pedí con un puchero a lo que él me miro molesto y solo sonreí por saber que lo haría.

Fijamos nuestras vistas de nuevo en Max para ver que estaba desnudo sobre el pasto en posición de descanso, vimos sus tonificados musculos con hematomas, varios cortes y heridas graves. Ariel extendió su mano y hizo aparecer un boxer en el cuerpo de Max para cubrirlo y luego lo alzó al estilo princesa. Me miró para que lo agarrara, pidió de nuevo un poco de mi energía y se la concedí de inmediato. Todo se tornó borroso en un momento a otro para finalmente aparecer en la habitación de Max.

Ariel con cuidado lo dejo en la cama y yo me acerqué a la puerta por donde aparecían los gemelos.
—Sara, Max fue atacado en el arroyo por un ser de magia negra, está herido pero logramos salvarlo— dije mirando a la pelirroja con tranquilidad para que no se alterara, giré hacia mi hermano de corazón y lo mire fijamente — acelera su proceso de curación, yo hire por Mike por si acaso.

Luego de eso me marche hacía abajo, la madre y el padre de Max corrían hacía mí y los esquivé para ir directo a donde Mike atendía.

—¡Fué tu culpa que el haya ido a aquel lugar sin protección! Me gritó Lucio furioso viniendo hacia mi. Ví la puerta abrirse antes que yo lo haga y Mike pasaba por esta preocupado por el grito que escuchó. Lucio me giró de golpe mirandome furioso pero tambalee, de pronto me sentí muy cansado y todo se empezaba a tornar oscuro hasta que no vi nada.


Ariel


Baje corriendo las escaleras después de curar a ese tal Max ya que senti que Thomas no estaba bien y su energía descendió en picada en segundos. Thomas desde niño fue muy especial para mí, él era mi hermano mas chico y mi mejor amigo, me gustaba cuidar de él y enseñarle a usar sus poderes como también técnicas para poder defenderse. Su inocencia siempre lo hacía meterse en problemas y esta vez parecia ser una muy grande.

Me molesté al ver a Thomas desmayado en los brazos de un sujeto que lo miraba preocupado, sin importar nada corrí hasta tomarlo en brazos. Al tocarlo el hechizo de conección que él habia hecho cuando eramos niños me hizo saber que se habia desmayado por el cansancio al no estar acostumbrado a usar su propia energía.

—Lo llevaré con Max. Le dije al rubio y el pelirrojo que estaban mirándonos. Sin importar lo que iban a decir me encamine escaleras arriba y pase al lado de una pelirroja a la cual Thomas había llamado Sara y los señores que parecían ser los padres de Max.

—¿Qué le sucedió? Me dijo Max ya despierto acercandose rápidamente a mi lado al ver a Thomas desmayado en mis brazos. Yo lo deje en la cama cuidadosamente y lo arrope.

—Se excedió en usar un hechizo de luz y eso le cobró factura ya que nunca antes lo había hecho, estará bien pero es necesario que descanse. Le expliqué.

—Ya veo porqué te quiere demasiado. Dijo con la voz a punto de quebrarse, giré y lo ví conteniendo las ganas de llorar y la impotencia.

—Claro que me quiere, como yo a él. Dije un poco extrañado para ver como uno de los sujetos que vi que estaban abajo y Max comenzaban a llorar.

"¿Qué mosca les pico o qué? ¿Por qué lloran así?" pensé porqué de verdad estaban actuando extraño.

Forever© (Edición Y Redacción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora