Un viernes cualquiera del mes de febrero. Tres del medio día. Los Ángeles, California.
- Chanyeol, debo ir a avisar a mi madre de que estoy bien...
- Ya se habrá encargado April de eso... - dijo Chanyeol bostezando.
- Pero ¿y qué? Quiero ir yo misma.
- Entonces te acompaño.
- ¿Tienes que seguirme como niña pequeña?
- Es que eres una niña pequeña
- No soy una niña pequeña.
- ________, con diecisiete años, te crees que te vas a comer el mundo... pero aun eres una cría.
- Oye, no me digas eso, que tampoco me sacas tanto.
- Ocho años. ¿Eso no te parece bastante? Se algo más que tú, guapa.
- Mira, has hecho hasta cuentas. – dijo ________ frunciendo el ceño. – sí que te importa ¿no?
- La edad no me importa, lo que me importa es que me he acostado con alguien que aún es menor de edad.
- Y vuelta a lo mismo. - ________ se rió, sin saber ya que hacer. – Tienes miedo de mí.
- No.
- Si.
- No.
- Sí, porque ¿De qué ibas a tenerlo si no? Soy la única que podría denunciarte, meterte a la cárcel... o en cambio, defenderte, decir la verdad, Chanyeol: lo que he hecho contigo ha sido porque he querido. Y punto final, no hay vuelta de hoja, cielo. – Chanyeol arqueó la boca sin dejar de mirarla, y dio un trago de cerveza.
- Lo que tú digas, no se puede discutir contigo.
- A ver cuando aceptas que me quieres. – Dijo ________ levantándose hacia la puerta - ¿Me acompañas o no?
- Si, te acompaño. Y no te puedo decir que te quiero porque no es lo que siento.
_______ lo miró y se cruzó de brazos
- ______, entiende, solo nos conocemos de apenas una semana. No puedo querer a una chica que ni siquiera conozco.
- ¿Te crees que me conoces poco? – dijo _______ abriendo la puerta – Pues al contrario Chanyeol, casi sabes todo sobre mi vida. – Suspiró y entristeció la expresión de la cara – Bien mirado, mi vida es una mierda – ahora sonrió, poniendo de lado la cabeza. Chanyeol cerró la puerta y la miró extrañado – Lo único interesante que hay en ella, eres tú.
________ metió la llave en el cerrojo. Abrió la puerta. Su madre vino corriendo. Lo primero que se llevó fue otra bofetada.
- ¡Joder! ¿Cuándo coño podré entrar en esta maldita casa sin llevarme un bofetón? – dijo acariciándose la mejilla y con los ojos acuosos por el dolor que le causó la mano de Ana.
- Niña, no hables así. – Le dijo Ana con lágrimas en los ojos – somos nosotros quien deberíamos quejarnos. Nos tenías muy preocupados. Tu padre llegó hace días y no sabíamos dónde te habías metido.
- Mamá... - para ______ eso ya era el colmo - ¿es que acaso has dejado que Logan volviera?
- No lo llames Logan, que es tu padre.
- No me desvíes el tema... - _______ se metió en la casa y vio a Logan durmiendo en el sofá del comedor. – perfecto...
Se volvió a girar hacia su madre.
- Este idiota me pega, me mete en su asquerosa furgoneta y me encierra en una habitación donde la única ventilación que hay es la de un agujero en la pared, y que encima está dentro de una cabaña perdida en medio de un bosque. ¿Y tú qué haces? Confías en él, me supongo que no llamaste a la policía, porque el único que vino a buscarme fue... - pensó rápido – un amigo y April – mintió, aunque su amiga había ayudado, y mucho. – y dejas que se meta en nuestra casa de nuevo, con pura tranquilidad. Encima ahora eres tú la que me abofetea y me mete la bronca. – La miró desafiante y con desprecio – Lo que hace el amor ¿eh? Si es que a esto se le puede llamar amor. Porque, mamá, abre ya los ojos. Logan, aparte de ponerte unos cuernos así de grandes... - le hizo un gesto con las manos – te chilla y me trata a mí, a tu hija, mal. Por no hablar de tu hija mayor, que, por que ya se fue... si no, seguiríamos en las mismas, pero al cuadrado.
Se dirigió hacia la puerta, su madre, con lágrimas en los ojos, sin saber que decir, la siguió. Tan solo escuchando la cruda realidad que salía en forma de palabras por la boca de su hija menor.
- Tú decides. – le dio un beso en la mejilla – O él. – señaló el salón, donde se encontraba Logan – O yo. – abrió la puerta de nuevo – pero yo no vuelvo mientras Logan esté aquí. – sonrió y salió, hasta el portal. – y no te preocupes, estaré bien. – Cerró la puerta, y se fue, hasta el coche de Chanyeol – Arranca. – le ordenó, deseando irse de aquel ambiente, en el que se encontraba el mismo hombre que días antes, la había tenido metida en esa choza.
Ella mira al cielo. A través de la ventanilla del avión. Las nubes corren rápido, hay viento.
- ¿En qué piensas cariño? – le dice él.
- En nada... - ella sonríe y lo mira. Su hermano tiene los mismísimos ojos que ella. Verdes, verdes como el prado. Verdes como las hojas de la flor de jazmín. La misma flor que Chanyeol le regaló para su aniversario. Un gran ramo, de cincuenta flores del mismo tipo. Nunca lo olvidaría.
- No me engañes. ¿En Chanyeol, verdad? – le dijo él.
Ella agachó la cabeza.
- Si... - entristeció. ¿Y él? ¿Debe pensar en mí?
- No te preocupes, pronto llegaremos a Los Ángeles.
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Yo Seré Tu Maestro - 1era Temporada.➫CHANYEOL
FanficYo Seré Tu Maestro. SINOPSIS A Pamela se le había enfermado el marido. Por lo que _______ sabía, era bastante grave. Cáncer de hígado... la gente decía que se podía morir de eso. Lo peor no era que el marido de Pamela, la aburrida profesora de músic...