Un nuevo lugar para quedarse

Admitir la verdad

Severus observó a Harry caminar de un lado a otro, él sabía porque estaba así, el niño estaba en conflicto sobre si decirle la verdad o no. Sus ojos de ónix miraron al adolescente, con la mente llena de todo lo que había aprendido.

¡Un armario, un maldito armario! El héroe del mundo mágico, estaba en tal lugar, desechado como lo eran los elfos domésticos. Lo hizo furioso con el adolescente por no decirle a alguien. Habían pasado diez minutos, observó Severus, ocioso, mientras seguía observando al adolescente. Él sabía tendría que luchar contra Harry para obtener una respuesta.

- Una respuesta, por favor.

- No importa. ~ Gruñó Harry. ~

No tenía sentido admitir nada más a Snape. Estaría de regreso el próximo año con los Dursley, sin duda, o probablemente en algún lugar tan malo. Dumbledore, al parecer, no quería que él tuviera una onza de felicidad en su vida. Seguro que le encantaría saber el por qué, ¿Cuáles podrían ser los motivos de Dumbledore para mantenerlo infeliz? Estaba desconcertado, quedo su mente en blanco cuando pensó en los motivos. Se preguntó en silencio si Tom Riddle había sido sincero, cuando le había dicho a Harry, que había rogado a Dumbledore que no lo dejara volver al orfanato. Sabía que podría ser cierto, porque le había ocurrido exactamente lo mismo.

- ¿Por qué no le dijiste a nadie, Potter? ¿Dónde está esa valiente valentía de Gryffindor? ~ Severus se burló, incitando al adolescente y esperando obtener una respuesta de esa manera. ~

Las fosas nasales de Harry se encendieron de rabia.

- ¡Se suponía que iba a estar en Slytherin! ~ El adolescente le grito, con la esperanza de que Snape le dijera que era un mentiroso o le preguntara sobre esto, y que se olvidará de lo demás. ~

Severus sabía que el adolescente estaba diciendo la verdad una vez más, y él fue sorprendido con razón, pero él también sabía que el adolescente lo estaba distrayendo de su pregunta original. De modo que decidió permitir que el adolescente pensara que había ganado, pero él estaba realmente curioso.

- ¿Cómo es que no lo eres? ~ Preguntó Severus con curiosidad. ~

- Había conocido a gente que me había dicho que Slytherin era una casa malvada, que sólo había magos oscuros allí y acababa de conocer a Malfoy, que me recordaba demasiado a mi primo, un mo... muchacho mimado y echado a perder. ~ Respondió Harry, sintiéndose triunfante de que había desviado la atención de Snape con éxito. Había estado a punto de decir mocoso mimada, pero no estaba seguro de cómo reaccionaría Snape a él llamando a su ahijado un mocoso mimado. ~

- Slytherin o Gryffindor, ¿Por qué no se lo dijiste a nadie? Estoy seguro de que McGonagall habría lanzado un ataque si se lo hubieras dicho. ~ Dijo Severus indiferente. Si Harry hubiera sido clasificado en Slytherin, podría haber detectado las señales, mejor aún, el muchacho pudo haberle dicho y confiado en él. Sus Slytherin sabían que él no era tan malo como él se mostró ante el mundo, la casa de Slytherin vino primero, incluso antes que Voldemort, que sorprendería al muchacho. Bueno, para la mayoría de la gente la lealtad de la casa era la primera, a menos que hubieran sido criados como su ahijado para servir a Voldemort... no educado, sino condicionado, supuso en silencio.

Harry hizo una mueca, bueno, él no había desviado a Snape con éxito. Bueno, aquí va, pensó Harry, tiempo para las mentiras.

- Yo no le dije a nadie, porque ¿Cuál era el punto? ¿Quién me creería?, después de todo, yo derrote a Voldemort cuando tenía un año de edad. ¿Quién creería que un Muggle podría haberme hecho daño? ~ No sabía por qué era tan reacio a contarle a Snape acerca de Dumbledore. ~

- Eso es mentira si alguna vez escuché una. ~ Respondió Severus, observando atentamente al adolescente. ~

Harry se detuvo, sus hombros cayeron. Snape siempre supo cuando estaba mintiendo, él no sabía cómo el hombre lo hizo, pero lo hizo. Era molesto como el infierno, la forma en que siempre lo miraba sospechosamente cuando estaba mintiendo. El día en que la piedra fue robada, la mentira cuando la cámara se había reabierto, lo que podría explicar la mirada aturdida de Snape cuando hablaba Lengua Parsel. Seguramente el hombre no podría haber pensado que tenía algo que ver con eso, pensó Harry indignado, sintiéndose de repente muy avergonzado y preguntándose si eso sería lo que sentiría Snape si alguna vez hubiera admitido que pensaba que era él.