Información útil y un hilo reavivado

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- Oye, Harry, escuche tu fuerte... ~ Comenzó Fred, con una sonrisa, burlonamente. ~

- Argumento colorido anoche, amigo... ~ George continuó, pasando sus comentarios a Fred. ~

- ... no quieres embotellar tu enojo, amigo...

- ... solo déjalo salir, podría haber un par de personas a cincuenta millas de distancia que no te oyeron. ~ Agregó George, terminando su declaración. ~

- ¡No seas tan duro con ellos! ~ Fred intervino de nuevo. ~

- Si quieres nuestra ayuda haciendo bromas, ¡No dudes en preguntar! ~ George le sonrió a Harry. ~

- Todas las bromas para ti, mi buen amigo... ~ Fred lloró en admiración falsa. ~

- Son gratis. ~ George y Fred terminaron juntos, sonriendo maliciosamente, sus ojos brillando como si los tres compartieran un secreto. ~

- Gracias. ~ Harry gruñó, todavía no de muy buen humor. Después de reflexionar, él preferiría estar hablando con los gemelos que con sus supuestos mejores amigos. Él no era estúpido, él sabía que los gemelos entendían. No tenía dudas de que el mejor amigo de los gemelos, Lee Jordan, lo sabía todo. Fred y George no le ocultaron nada al chico, quien, por cierto, era como su trillizo, los tres eran inseparables>~

- Aquí hay una cosa que te puede gustar. ~ Dijo Fred, entregándole algo después de mirar a su alrededor como si sospechara que alguien los vigilaba con malas intenciones. De hecho, solo se estaban asegurando de que nadie de la Orden o su madre estuvieran allí para ver, realmente. Un pequeño pedazo de cuerda de color carne se puso en su mano. ~

- ¿Que es esto? ~ Preguntó Harry, mirándolo cautelosamente. ~

- Esto Harry, es un oído extensible, puedes escuchar las reuniones o lo que sea que quieras escuchar. ~ Le dijo Fred, hablando como una sola persona por una vez. ~

- Está bien, ¿Por qué todos se ponen de puntillas alrededor del lugar como si tuvieran miedo de hacer ruido? ~ Exigió Harry, era una pregunta que había estado esperando hacer desde la noche anterior. A pesar de lo temprano que se había ido a la cama, no había dormido mucho. Este lugar era tan húmedo y desagradable, especialmente comparado con Prince Manor. Tenía miedo de tocar cualquier cosa, ir a cualquier parte, por las dudas mejor se quedaba en la habitación, un estremecimiento sacudió su cuerpo al pensarlo. ~

En ese momento, un ruido procedente de la cocina, y el ruido más horrible llenó la casa de la ciudad. Harry tuvo su respuesta sin siquier que los gemelos respondieran.

- ¡Basura, suciedad, sangres sucia, subproductos de suciedad y vileza! ¡Mestizos, mutantes, monstruos, vete de aquí! ¿Cómo te atreves a ensuciar la casa de mis padres?

Harry hizo una mueca, odiaba esa palabra, la odiaba por encima de todas las demás que alguna vez había inventado. Justo en ese momento, otra presencia se unió a los tres adolescentes, era Sirius Black, identificado por su voz.

- Cállate, vieja bruja horrible, cállate! ~ Rugió, agarrando las cortinas e intentando cerrarlas. ~

- ¡TÚ! ~ La vieja bruja aulló, sus ojos estallaron al ver al hombre. - ¡Traidor de sangre, abominación, vergüenza de mi carne!

Harry jadeó, ¿Carne? ¿Ese sucio y viejo retrato era la madre de Sirius Black? Ella era vieja, era repugnante y malhablada. ¿Cómo demonios estaba relacionada con su padrino? Miró a los gemelos, y parecían divertidos por el espectáculo, obviamente acostumbrados. ¿Aquí era donde se quedaba hasta que Hogwarts comenzara de nuevo? Él silenciosamente se preguntó cómo su padrino manejó este lugar, fue horrible.

Un nuevo lugar para quedarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora