Un nuevo lugar para quedarse

Complicaciones

La Navidad se acercaba rápidamente, se podría decir por los rápidos cambios en el clima. Las cosas continuaron siendo divertidas en Hogwarts, por decir lo menos. Umbridge todavía estaba siendo blanco de bromas. El caso es que la señora Poppy Pomfrey, la matrona residente que sanó las heridas de los niños, no pudo hacer nada para ayudarla.

Uno podría cuestionar, sin embargo, cuánto estaba realmente intentando Madame Pomfrey. La profesora Umbridge no era una bruja muy querida, de hecho, probablemente era seguro decir que ella era aún más odiada que el profesor Severus Snape. Sobre ese tema, Severus había sido bastante malvado con la brujita regordeta. ¿Quién hubiera pensado que Severus, de todas las personas, tendría un lado malvado de bromas oculto en él. Aunque "bromas" realmente no se podía usar en la línea con lo que le estaba haciendo a Umbridge. La estaba torturando, jugando con su mente, lentamente llevándola hacia la locura y humillándola.

Ella había venido al Gran Comedor todas las mañanas, las bolsas debajo de sus ojos se hacían más, digamos, notorias a medida que pasaban los días. Era obvio para todos que Umbridge no estaba durmiendo bien, gracias a las maravillosas pociones que Severus había preparado. No solo eso, sino que la hacía ver cosas que no estaban allí, causándole dolores paralizantes en el estómago, las piernas, la espalda y la cabeza. Ella apenas podía enseñar una clase, mucho menos dar detenciones, lo cual era bueno para los estudiantes.

Neville había ido a Hogsmeade, lo que le había empujado a hacerlo fue el hecho de que Harry estaba dispuesto a entrenarlo, si conseguía una varita nueva. Había sido muy aprensivo sobre romper las reglas, él realmente no había hecho algo así antes. Con Voldemort de vuelta, era muy peligroso hacer algo.. otra vez, se preguntó a sí mismo, ¿Cuál era la posibilidad de que Voldemort atacara el Callejón Diagon en el tiempo que le llevó conseguir una varita mágica? Eso podría sucederle a personas como Harry Potter, pero no a él.

Así que la varita de su padre estaba ahora en el fondo de su baúl, y su nueva varita le estaba funcionando mejor que nunca.

Era de cinco pulgadas, madera de cerezo, con pelo de unicornio como núcleo.

Se había ido con Luna, ya que lamentablemente Harry no había podido asistir. Los Dursley aún estaban desaparecidos, lo cual es cierto, Dumbledore estaba muy callado. No haría bien que el Ministerio descubriera esto e intentar controlar a Harry.

Lo peor de todo era que Dumbledore no lo estaba haciendo por Harry, sino por el Niño-Que-Vivió, no podía perder el control del niño. Tenía planes para él, y ciertamente no involucraban al Ministerio de Magia. O a alguien más, para el caso... Lástima que sus planes ya se estuvieran deshaciendo a sus espaldas.

Los maestros estaban cada vez más orgullosos de la participación de Harry en clase, sus calificaciones se dispararon drásticamente desde el comienzo del trimestre. Había comenzado con su tarea, su tarea de verano, los maestros le habían otorgado Sobresaliente y Supera las Expectativas.

Ahora eso fue inusual, Harry normalmente solo obtiene un aceptable en su tarea de verano. En el pasado era porque tenía que hacerlo en la oscuridad de la noche, o peor aún, durante el viaje en tren a Hogwarts. Ya no, por supuesto, había habido mucha especulación sobre los cambios que Harry estaba atravesando, pero era solo eso especulación. Nadie sabía qué lo estaba causando, ni siquiera el gran Albus Dumbledore. Por supuesto, Severus se burlaba y gruñía cada vez que hablaban de Harry, como lo había hecho en el pasado. Nadie podía saber que las cosas habían cambiado, no solo por su seguridad, si no para garantizar que Harry regresara el verano con él.

Esta noche, sin embargo, sería una prueba de carácter tanto para Harry como para Severus, y si podrían ocultar la relación de padre-hijo que empezaban a tener.