Feo |Ereri|

22

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"Es difícil dejar ir el pasado."
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-Joernay-

Eren:

El desayuno quizás fue el momento más incómodo que viví, no sabía a qué o donde mirar. Ni siquiera sabía que mirada poner.

Erwin y Gisell estaba hablando tranquilamente, discutiendo algo sobre política al parecer. Mientras que Ymir y Cristha están más melosas que de costumbre.

Bien, mejor que todos me ignoren.

—¿Te encuentras bien, Eren?— ¿Dónde quedó el que todos me ignoraran? ¿Por qué eres así Gisell?

—Sí, solo me duele la cabeza...—fingí una mueca.

—Entonces no deberías ir a la universidad si tanto te duele.—Cristha, eres demasiado ingenua pero creo que me estas salvando de una.

Aún no sé qué hacer verdaderamente con Armin, necesito tiempo, necesito pensar en que voy a hacer.

¿Soltarlo o no dejarlo libre?

—Ya en unos minutos nos vamos Eren, si quieres te quedas y descansas.—en vez de una sugerencia parecía una orden. Y bueno, nunca he desobedecido a Gisell, más por miedo que por otra cosa.

—Ymir no se podrá quedar contigo Eren, se apuntó a un curso y también va a estar afuera.—Cristha susurra, estoy seguro de que está preocupada por mi estado de salud.

Ahora me siento culpable por mentir.

Entre consejos y pastillas me dejaron solo, al fin.
Agotado me deje caer en un peldaño de la escalera.

Me quede así como una hora, viendo todo y pensando en nada. Estaba en blanco. Verdaderamente no tenía cabeza ni para pensar. Creo que de verdad me va a dar dolor de cabeza.

El celular comienza a vibrar en mi bolsillo, lo saco y contesto sabiendo quien es.

 —¿Por qué no has venido Eren? ¿Dónde estás?

—Hola amor, lo siento pero me encuentro con un dolor de cabeza horrible.—suspiré cansado, poniéndole más realismo a mi actuación.

—¿Oh, te encuentras bien? ¿Quieres que vaya para allá?

—No, quédate en tus clases, ya se me pasará. Solo pastillas y descanso.

—¿Seguro?

—Muy seguro.

—Bueno... Si tú lo dices. Entonces cuídate amor, hablamos al rato.

—Adiós...—vuelvo a suspirar, no me gustaba mentir, sin embargó, ahí me encontraba, mintiendo sin pena pero con culpa.

Creo que lo mejor será tomar una siesta, si, será lo mejor.

Levi:

El cementerio sigue como antes, quizás un poco más apagado de lo usual pero sigue siendo el mismo.

Mismo ambiente lúgubre y pesado. Mis pies me llevan a esa tumba, ¿Hace cuento que no lo visitaba?

¿Pero... de qué sirve hacerlo ahora si de verdad estaba vivo?

La tumba de Eren sigue bien cuidada, Petra sí que se esforzaba en ello. Metí mis manos en los bolsillos tratando de que encontraran algo de calor.

¿Por qué la sensación de anhelo?

Y pensar que Eren, aquel niño gordito y al que catalogue de feo era la persona que siempre me dejaba las cartas con esos detalles.

Petra no fue nada sutil cuando me lo dijo.