La historia de Lyon

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Donabate, Irlanda 1910

Leonard Van Harenberg nació el 9 de marzo de 1892 en Donabate, un pueblo ubicado en las afueras de la ciudad de Dublín al Norte de Irlanda.

Su padre, descendiente de una dinastía de germanos, estaba relacionado políticamente con la Corona Inglesa. En el año 1881, el padre de Leonard, había sido enviado para instalarse con toda su familia a Irlanda como diplomático del Reino Unido.

Leonard era el quinto hijo varón de la familia Harenberg. Tres años después de su nacimiento, su madre dio a luz a la única hija mujer de la familia.
El parto fue complicado para ambas. La Sra. Harenberg perdió mucha sangre durante el alumbramiento y la beba nació casi muerta. La vida de ambas corría peligro y los médicos no dieron demasiadas esperanzas. Sin embargo, después de un tiempo de minuciosos cuidados, ambas comenzaron a reponerse.

Anne Marie Harenberg era una niña hermosa, había heredado de su madre sus rizos de un rubio platinado y enormes ojos azules que miraban sorprendida todo lo que acontecía a su alrededor.

La madre de Lyon era una persona sumamente amorosa y dedicada a sus hijos. Las tareas en el cuidado, higiene y alimentación de los niños, que en los hogares de clase alta eran delegadas a la servidumbre, ella prefería realizarlas por sí misma.

El Embajador en cambio, hacía honor a su sangre germana: era una persona poco demostrativa y sumamente rígida. Amaba a sus hijos pero se mantenía algo distante de ellos, sólo marcando disciplina. No lograba entender muchas de las actitudes de su esposa, pero era débil a sus solicitudes, puesto que la amaba en demasía.

Es así como la familia Harenberg era muy unida y el vástago de esta unión era la señora Harenberg. Cada día, ella dedicaba tiempo a cada uno de sus hijos. Se interesaba por saber qué querían, qué sentían, por qué sufrían y qué disfrutaban.
Adoraba a sus hijos y solía decir entre sus amigos que cada uno de ellos era especial.

Sin embargo, tenía mayor debilidad por Lyon y por Anne. El uno por su entereza, valentía y sagacidad. Por perseguir siempre la verdad y la justicia. Aún cuando apenas era un niño Lyon había demostrado esas virtudes. Y la otra por ser su única hija y la heredera de su espíritu de servicio y sacrificio.

El matrimonio Harenberg compartía un mismo pensamiento: educar a todos sus hijos por igual. Por lo que no hicieron diferencia con Anne por ser mujery adquirió los mismos conocimientos que sus hermanos, en algunos casos aún más que ellos, ya que era sumamente responsable y aplicada.

La salud de la señora Harenberg se había tornado débil. Después del parto de Anne, no había podido recuperarse completamente. Tenía altibajos en los que podía pasar mucho tiempo postrada, hasta que volvía a sentirse mejor. Pero en uno de esos períodos, no pudo recuperarse y falleció dejando a la familia destruida.

Todo se fue desmoronando lentamente. El señor Harenberg cayó en un estado de depresión tan grande que se abandonó en la bebida, pasaba largas horas encerrado en su estudio, donde en épocas felices su esposa lo ayudaba a redactar un discurso o compartir una lectura. Había sido su gran compañera de vida, y sin ella todo había perdido sentido para él.

Angeles y Vampiros. La profecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora