The Dark Side Of Love. {Justin Bieber y Tu} |Terminada|

Capitulo 24. Por un momento, solo éramos EL Y YO, lo demás había desaparecido

-Pero bueno. ¿Y vosotros que hacéis aquí?-Pregunta Pattie acercándose sonriente para abrazarnos

-Ya te explicaremos mama-Dice Justin quitándole importancia

Nos sentamos todos en el sofá y nos empiezan a preguntar lo típico que preguntan los abuelos y las madres. ¿Cómo os conocisteis? ¿Cuánto tiempo lleváis? Y nos han tirado varias indirectas de si habíamos follado (básicamente), lo que provocara que Justin se riera y que yo me pusiera roja.

-¡Nos vemos pronto!-Dijo la abuela de Justin cuando nos montábamos en el coche.

Ya era casi de noche. Mire el reloj, las 8:00 y ya hacia bastante frio. Bueno, era Canadá.

-¿A dónde vamos ahora?-Pregunte mirando a Justin

-Vamos a nuestra casa. Mañana vamos a ver a mi padre y a mis hermanos. Estoy bastante cansado-Dijo suspirando fuertemente y cerrando los ojos. Yo le mire y acaricie su pelo con mis manos. Abrió los ojos y se giro para mirarme a los ojos. Se acerco poco a poco y cuando estábamos a unos milímetros el uno del otro susurro un ‘’te amo’’ y sin dejarme contestar junto sus labios con los míos.

Se separo y arranco el coche. Yo apoye mi cabeza en el cristal. Intentando descansar. Yo también estaba agotada.

(..)

Aparco el coche en una casa algo alejada de la ciudad. Pero no demasiado lejos, mas bien, a unos 2 kilómetros. Bajó del coche primero y me abrió la puerta. Cogió las maletas del maletero y llegamos a la puerta de la casa. La verdad es que era bastante grande. Para nosotros dos, era enorme, pero a la vez preciosa. Saco las llaves y abrió la puerta, dejándome pasar a mi primero. Entré y todo era precioso. Enserio, no os imagináis lo que era. El salón era muy grande, luego estaba la cocina, también bastante grande, el baño y una puerta que daba al jardín.

-Ven por aquí- Justin cogió mi mano y subimos al segundo piso. Había un gran pasillo por el que caminábamos.

-Esto es enorme-Susurre mirando todo. Había 3 habitaciones y un baño con jacuzzi.

-Esta es la nuestra-Dijo abriendo una puerta. Dios, eso sí que era precioso. Había una cama en medio, con dos armarios a un lado de la habitación y una ventana desde la que se podía ver las luces de Canadá a lo lejos.

-¿Te gusta?-Pregunto abrazándome por detrás mientras miraba por la ventana

-Me encanta. Es perfecto-Susurre sonriente. Me di la vuelta y junte mis labios con los suyos en un beso suave. No se cómo pero poco a poco el beso se fue intensificando y subiendo de tono. Me cogió con sus brazos y yo rodee su cintura con mis piernas. Empezó a andar hacia la cama. Dios no podía parar de besar su labios, era como una droga. Eran tan suaves y deliciosos que no podía parar. Llegamos a la cama pero antes de tumbarnos, me poso en el suelo y empezó a desatar los botones de mi camisa. Estaba muy nerviosa, sobre todo porque nunca habíamos llegado a este extremo de una situación (también era porque yo nunca lo había hecho con nadie y el se había tirado a 50). Nuestros labios se separaron pero seguían cerca, le quite la camiseta que llevaba dejándome ver su cuerpo lleno de tatuajes.

-¿Estás segura de que quieres seguir?-Dijo con la  voz cortada y ronca, llena de deseo

-Nunca he estado más segura-Respondí sonriente mientras nos mirábamos a los ojos. Sus ojos color miel se habían oscurecido a un marrón intenso, llenos de lujuria.

Sonrió y empezó a desatar mi pantalón. Algo que me empezó a poner más nerviosa de lo que estaba. Mis pantalones cayeron al suelo, dejándome solo en ropa interior. Me volvió a coger en brazos y me tumbo en la cama despacio. Se quito los pantalones y se tumbo encima de mí, apoyándose en sus codos para no aplastarme. Nuestras rápidas respiraciones se mezclaban y mi corazón parecía que se quisiera salir de mi pecho. Sus besos mojados empezaron a bajar desde mi cuello hasta mis pechos. Los acaricio por encima de mi sujetador y luego se deshizo de él, haciendo que mis mejillas se volvieran rojas. Él subió la mirada y al verme roja sonrío y volvió a mis labios.