-Vamos Draco, después de la ducha te vistes con lo que te dejé en la cama -dijo Theo- Iremos a un baile
-¿Un baile? -preguntó sorprendido- Acabo de tener la peor experiencia de mi larga vida ¿y tu quieres ir a un baile?
-Ahí conocerás a la chica te devolverá tus alas -dijo lanzandole un toalla- y sé que te interesa conocerla
-No tengo ánimos para conocer a nadie -abrió la ducha- solo quiero acostarme en la cama y pensar en lo infeliz y desdichado que soy
-No seas payaso y apúrate -Theo salió de la habitación- ¡comeré algo! ¿Quieres que te prepare algo en especial?
-Los ángeles no comemos, no no da hambre en el mundo mortal -contestó
-Ya no eres un ángel querido amigo, ahora eres un caído y si no comes algo lo lamentarás durante el baile -dijo Theo desde la cocina
-Pero supongo que en el baile habrá comida
-Sí, pero no te dejaré comer nada
-No eres mi jefe
-Pero me necesitas, aunque digas que no
Draco terminó de ducharse y se vistió con el traje de gala que Theo le había dejado en la cama. Le quedaba a la medida y se veía realmente bien. Peinó un poco su cabello y salió del cuarto.
-¡Wow! -dijo Theo mientras trataba de tragar un pedazo de Hot Dog- Nosotros los ángeles caídos somos verdaderamente atractivos... pero más yo -Draco rodó los ojos- vamos, se hace tarde
-Pensé que me darías algo de comer -Dijo Draco
-Comete lo que quedo de la salchicha -rió
Draco la miró de mala gana, pero terminó comiéndola.
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Cuando por fin llegaron al baile ya había empezado, así que la mayoría de la gente estaba bailando. Las mesas eran redondas para ocho personas. Theo miró a todo lados buscando una libre, entonces la vio... Su cabello rubio y largo y esos grandes ojos azules lo hechizaron al instante. Vio que estaba sola así que le dio un pequeño golpe en las costillas a Draco y se dirigieron a la mesa de la Rubia.
-Hola -dijo Theo llamando la atención de la chica- estábamos buscando mesa, pero al parecer están todas ocupadas... ¿Podemos sentarnos?
La rubia asintió con un poco de rubor en sus mejillas y sonrió.
-Claro -contestó- Soy Luna Lovegood, mucho gusto
-Theodore Nott y él es Draco Malfoy -contestó- Disculpa si sueno muy atrevido pero eres muy hermosa
Luna de inmediato se puso completamente roja y bajo la mirada.
-Mu... Muchas gracias -tartamudeo
-¿Te gustaría bailar? -le preguntó Theo
-Claro -contestó animada.
Theo le guiñó el ojo a Draco y se levantó para ir a bailar.
Draco se quedó ahí solo mirando como las parejas bailaban al ritmo de la música lenta que tocaba un grupo. Una pareja se separó mientras discutían acaloradamente.
-¡Estoy harta Ronald! -gritó la chica- ¡No puedo creer que sean tan inmaduro!
-Vamos Herms, no es para tanto contestó el chico.- Somos novios y es muy normal...
-¡Alejate Ronald! -gritó la chica llamando la atención de algunos integrantes de la fiesta
El chico miró a la gente que los miraba y les dijo que no pasaba nada. Después tomó a la chica fuertemente del brazo y la jaló.
-Llevamos varios años de novios y no puedo creer que seas así conmigo Hermione -dijo Ron
El nombre de Hermione retumbó en la cabeza de Draco... Ella era la chica... Ella era Hermione Granger.
-De seguro tienes otro... ¿¡Me estás engañando verdad!? -La estrujó con fuerza- ¡Contesta!
-¡Suéltame Ron!
-La señorita dijo que la soltaras -Dijo Draco que de un momento a otro ya estaba frente a ellos
-Tú no te metas rubio teñido -dijo Ron con evidente aliento alcoholico- éste no es tu problema
-La señorita dijo que la sueltes -dijo con mirada amenazante, chocando sus ojos grises con los ojos miel de él. Al instante él la soltó.
Hermione lo miró sorprendido y luego volvió a mirar a Ron.
-Estoy harta Ron... Esto se acabó -Hermione se dio la vuelta y se dirigió a la salida.
Draco le quitó la mirada de encima a Ron y se fue detrás de Hermione, dejándolo muy confundido.
-Espere... Señorita... -llamó detrás Draco
-Lo siento, no le agradecí...
-No era necesario -se puso frente a ella- Me llamo Draco Malfoy, mucho gusto... ¿Está usted bien?
Hermione lo miró y asintió con la cabeza.
-Lo siento, soy Hermione Granger -le tendió la mano- y no me hables de usted.
Draco tomó su mano y la besó, sorprendiendo a la castaña.
-Mucho gusto Hermione...
Sus miradas se encontraron por varios segundos.
-¿Quieres tomar una copa? -le preguntó Draco
-Sinceramente ya no quiero volver a entrar ahí contestó
-Está bien, iremos a un bar o a un lugar así -dijo Draco y se quitó el saco- pontelo, hace frío, iré a avisarle a mi amigo que me retiro
Hermione dudó un minuto, pero terminó por aceptar. Draco entró y buscó a Theo que aún bailaba con Luna, le dijo que se iría y Theo le dio las llaves del coche.
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Su noche en el bar había sido estupenda y Draco se había ofrecido para llevar a Hermione a su casa y ella obviamente aceptó. Draco insistió en que se quedara su saco para tener una escusa y volver. Hermione aceptó y se despidió. Esa noche Hermione se durmió sin quitarse el saco y soñó con ángeles de ojos grises.
