Draco comió tranquilo, sin hablar con nadie. La comida estaba realmente deliciosa, nunca había probado algo tan rico. Cuando terminó, pidió más y Molly encantada le sirvió. Draco examinó a los que estaban sentados en la mesa. Entonces quedó sorprendido al ver que un ángel guardián se encontraba con ellos. El ángel le sonrió. Estaba detrás de un tipo idéntico a él... ¿Su gemelo?
-¿Cómo te llamas? –se dirigió al sujeto.
-Me llamo George...
-¿Tenías un hermano gemelo? –preguntó.
La mirada de George se ensombreció un poco y una sonrisa torcida apareció en su rostro.
-Sí, su nombre era Fred...
Draco miró a Fred, el ángel guardián de George. Sonrió.
-Era muy bueno y divertido... Lo extraño...
-Él siempre está contigo.
George sonrió confundido, suspiró y volvió a lo suyo. Fred miró a Draco, se levantó de donde estaba sentado y se dirigió a donde estaba sentado el rubio. Draco lo miró y le hizo una seña para que no se acercara.
-Disculpe señora Weasley –empezó.
-Dime Molly –dijo sonriente.
-Molly –siguió- ¿Dónde está el baño?
-Oh, está en el segundo piso, al fondo a la derecha, no hay pierde...
-Gracias.
Draco se levantó, le hizo una seña al ángel para que lo siguiera y subió las escaleras. Ya en el segundo piso se detuvo para hablar con él.
-¿Cómo es que puedes verme? –Le preguntó Fred.- No eres un mago, eso está claro.
-¿Cómo moriste?
-Fue en la segunda guerra mágica... Pero no me cambies el tema.
-¿Segunda guerra mágica?
-Con el señor oscuro y su séquito... ¿Qué eres?
-Soy un ángel caído... Quiero recuperar mis alas.
-Oh... Por eso podías verme...
-Sí, por eso puedo verte.
-Extraño mi vida de humano, pero me gusta cuidar a mi hermano...
-Seguramente no querías morir.
-Al principio no acepté el hecho de que estaba muerto, al ver mi cuerpo tendido en el suelo, lloré mucho... No quería dejar a mi hermano, siempre estábamos juntos, así que los arcángeles me asignaron como su ángel guardián.
-Tu hermano te extraña mucho... pero puedes visitarlo en sueños... ¿Sabías eso?
-No, no sabía eso...
-Puedes hacerlo y comunicarte con él.
-Lo haré... ¿Eres malo?
-¿Malo?
-Sí, casi siempre los ángeles caídos quieren matar para regresar al cielo y eso es un poco irónico...
Los músculos de Draco se tensaron.
-¿Por la sangre de quién vienes?
Draco se quedó en silencio unos minutos, miró el suelo, luego lo miró a él.
-Hermione Granger.Cuando regresó a la mesa, el pay ya estaba servido y Molly comía entusiasmada. Draco se sentó y se comió su pedazo. Cuando miró a donde se supone que debería estar Hermione, el asiento estaba vacío. Miró el asiento de Ron y también lo estaba. Disimuladamente se levantó y miró la ventana. Estaban afuera, discutiendo acaloradamente. Ron le reclamaba algo y Hermione le respondía. Alguien tocó el hombro del rubio, era el azabache.
-Nunca te había visto... ¿Te acabas de mudar? –Preguntó- lo siento, que mal educado soy –le tendió la mano- Harry Potter
-Draco Malfoy –respondió el saludo- Sí, estoy viviendo con un amigo, Theodore Nott
-A sí, lo conozco. Trabaja en San Mungo junto con Ginny...
Draco solo sonrió.
-¿Dónde conociste a Hermione? –continuó Harry.
-En el baile de navidad, cuando tu amigo fue un patán con ella –contestó
-Estaba ebrio.
-Eso no lo justifica.
Draco miró por la ventana de nuevo. Ron tenía abrazada a Hermione y le susurraba algo, después se separó e intentó darle un beso, pero ella se negó e intentó entrar de nuevo, pero Ron la jaló del brazo. Draco no aguantó y salió con el azabache detrás de él.
-¡Estoy harta Ronald! –gritó sin darse cuenta de la presencia de Draco.
-Hermione, tranquilízate –dijo Ron.
-Esto se terminó...
Hermione se zafó de Ron y al darse la vuelta topó con Draco.
-Vámonos Hermione –le dijo Draco.
-Hermione se queda –intervino el pelirrojo
-Voy por mi bolso y me despediré –dijo Hermione
-¡Hermione! –Ron trató de tomarla del brazo, pero el puño de Draco se interpuso, tirándolo al suelo- ¡Maldito rubio oxigenado!
-¡Tranquilos! –intervino Harry.
-Vámonos Draco –Lo jaló la castaña.
Los demás pelirrojos salieron para ver qué había pasado. Molly corrió para ayudar a su hijo, que sangraba del labio.
-Lo siento Molly, tenemos que irnos –empezó Hermione- Nos vemos luego
Molly asintió, pero en ese mismo momento Ron se levantó y jaló al rubio tirándolo al suelo, después le tiró una patada en las costillas. Draco se levantó rápidamente, pero Harry y George se interpusieron entre los dos. Draco se sacudió la ropa, tomó la mano de Hermione y los dos desaparecieron de ahí.Cuando llegaron al departamento, Theo y Luna estaban en el sofá comiendo helado y viendo una película, Hermione se dirigió la cocina y trajo agua.
-¿Estás bien? –le preguntó la castaña.
-¿Qué te pasó Draquito? –se burló Theo
-Cierra la boca Nott –escupió Draco
-¿Se conocen? –preguntó Luna
-Sí, él vive conmigo –contestó Theo
-¿Te duelen las costillas? –le preguntó Hermione.
-No, estoy bien –contestó Draco
-Debería revisarte
-No yo... -pero Draco no terminó, Theo le hizo señas diciéndole que se dejara revisar.
"Deja que lo haga" –dijo Theo mentalmente.
"No tengo nada y lo sabes" –contestó Draco
"Pero le darás confianza" –le guiñó el ojo.
Draco puso los ojos en blanco y terminó aceptando. Hermione lo llevo a su habitación y le ordenó que se quitara la camisa. Cuando lo hizo, Hermione lo examinó un poco y al ver que no tenía nada, dejó que se la pusiera de nuevo. Cuando Draco se dio la vuelta, Hermione vio sus cicatrices. Extendió la mano con intención de tocarlas, pero Draco la detuvo.
-No las toques –le advirtió
-Lo siento... Yo... ¿Qué te pasó?
-Nada –contestó fríamente y se puso la camisa.
Hermione se quedó parada, mirándolo sin decir nada.
-Gracias por defenderme –consiguió decir.
-Tú novio es un idiota. ¿Cómo puedes estar con él?
-Ya no es mi novio y él no era así.
Draco la miro de frente y extendió su mano para tocar su mejilla.
-Eres muy hermosa Hermione.
Hermione retrocedió pero no quitó la mano de Draco. Draco volvió a avanzar.
-Qué bueno que terminaste con él.
-Sí, yo... emm...
Draco se acercó más, haciendo que ella quedara acorralada entre su cuerpo y la pared. Draco se acercó más y enredó sus dedos en el cabello de ella, después atrajo su cabeza hacia él y la besó. Al principio Hermione respondió el beso, pero luego se separó asustada y confundida.
-Lo siento –se disculpó Draco- Tengo que irme
Y sin dejar que ella dijera algo se fue.¿Por qué la había besado? La pudo haber matado, pero no lo hizo, en vez de eso la besó. Golpeó el volante del auto y decidió que esa noche terminaría con todo y la mataría, no podía seguir aplazando todo esto o terminaría enamorado. Tocó sus labios de forma instintiva y los acarició. Ella le había respondido el beso... Sonrió. ¡Maldita mortal!