-¿Mi casa? –Preguntó asombrada- pero yo vivo con Luna
-Ya no Minie, ahora vives frente a mí, con Teddy –dijo Luna-¡Tengo un cuarto propio! –dijo emocionado el niño
-Ten la llave –Draco le dio una pequeña llave con un llavero que rezaba: "Hogar dulce hogar"
Hermione sintió que lloraría, pero no lo hizo.-¿De quién fue la idea? –preguntó intentando sonar molesta
-De mi papá Draco –contestó tímidamente Teddy.
Al escuchar Hermione lo que había dicho Teddy no pudo más y comenzó a llorar. Cargó a Teddy, lo abrazó y lo lleno de besos color rojo por su labial.
-¿Te gustó mami Hermione? –le preguntó Teddy
-Me encantó mi amor
Todos sonrieron aliviados. Hermione también la agradeció a Theo y se disculpó con Luna por dejarla sola, pero ella le contestó que no había problema, que no se quedaría sola y miró a Theo. Hermione miró el cuarto que sería suyo. Tenía un closet nuevo y también una cama, su cuarto era de color crema. Luego fue al de Teddy, que era azul brillante y entonces entendió lo de la pintura. Tenía una camita y muchos juguetes regados.
Theo y Luna se despidieron y se fueron a su casa.-¿Cómo hicieron todo esto en solo dos días? –preguntó sorprendida la castaña
-Bueno querida amiga, existe algo llamado magia –se burló Draco sentado en el sofá.
Hermione se sentó junto a él. Teddy ya estaba dormido en su cuarto y Draco se veía cansado.-¿Dónde vivirás tú? –le preguntó al rubio
-Bueno, ahora que Theo está con su amor, supongo que me quedaré con su casa. –contestó.
-Puedes vivir con nosotros –dijo tímidamente la castaña.
Draco la miró sonriente.
-¿Juntos? –preguntó esperanzado
-Juntos –contestó Hermione y lo besó.
Al día siguiente todo volvió a la normalidad. Teddy y Draco se quedaron dormidos hasta tarde y Hermione se fue a trabajar.
Cuando despertaron, desayunaron y se fueron a Londres muggle para comprar ropa (Pues Draco estaba usando la de Theo) y juguetes para Teddy y el gato de Hermione. Después fueron al callejón Diagon a comer helado y comprar más cosas para adornar la casa nueva.
Draco decidió que iría a la mansión Malfoy a buscar respuestas. Preguntó ahí mismo en el callejón Diagon y solo dos magos le supieron decir cómo llegar y/o aparecerse. Llegaron media hora después y se dio cuenta que en verdad nadie vivía ahí. La mansión estaba muy descuidada por fuera, la hierba estaba crecida y seca. La puerta de hierro que cubría la entrada, estaba oxidada y se estaba cayendo. Teddy se escondió detrás de Draco por miedo, también el rubio tenía miedo, pero la curiosidad ganó la guerra.
-¿Quieres entrar, Teddy? –preguntó el rubio.
-No –contestó el pequeño
-Yo tampoco, pero tengo que hacerlo....
Miró las bolsas de todo lo que habían comprado y con mucho cuidado las guardó en la bolsa infinita de Hermione que ellos se habían traído "prestada". Cargó a Teddy y entraron a la casa.
-Pica –se quejó Teddy cuando pasaron por la hierba crecida
-Lo sé Teddy
Llegaron a la puerta y tocaron. Como era de esperarse, nadie abrió. Draco empujó la puerta, pero estaba cerrada, probablemente con magia. Tomó su varita y trató de recordar un hechizo para abrir la puerta.