Hermione se quedó helada. Esta vez si la había tomado desprevenida, nunca se habría imaginado que Draco le iba a proponer matrimonio. Él la miró con miedo y preocupación, hasta pensó que se había vuelto más pálida.
-... ¿Casarme contigo? ... –Habló por fin
-Sí... sé mi esposa
-Yo... es que...
-Espera
Draco se levantó de la silla y salió de la habitación donde estaba la castaña y no volvió hasta media hora después.
-¿A dónde fuiste? –Le reclamó Hermione- Me tenías preocupada
-Shh –la silenció el rubio.
Se acercó más a ella y se recargó sobre su rodilla, después del bolsillo interno de su saco, sacó una pequeña cajita de aterciopelado negro. La miró a los ojos y empezó a decir:
-Sé que no soy el mejor hombre del mundo, ni que soy perfecto –Hermione se llevó las manos a la boca- Sé que no nos conocemos desde hace mucho tiempo –aunque eso no era cierto, pero Hermione no lo recordaba- pero siento que nos conociéramos desde que vinimos al mundo
>>Desde el primer momento tú fuiste mi única misión –eso sí era cierto, pero de una forma menos agradable- te vi y me gustaste al instante, con ese cabello alborotado y esos ojos grandes color chocolate, me hechizaste y me hiciste tu esclavo... Después me aceptaste en tu vida y todo en la mía cambió para siempre, ya no podía alejarme de ti, no podía dejar de pensar en ti... todo lo que veía me recordaba a ti y eso me frustraba, pues no podía tenerte... Pero luego te besé por primera vez y ahí me di por perdido, decidí que no quería otra cosa más que estar a tu lado por toda la eternidad porque te amo, te amo y nunca dejaré de hacerlo. Quiero que sepas que te amo como eres y que para mí eres la mujer más perfecta del mundo y que yo soy el hombre más feliz del universo cuando estoy contigo... Y quiero ser feliz siempre... Quiero que estés conmigo siempre... Así que, Hermione Jean Granger... ¿Quieres ser mi esposa y aguantarme hasta que estemos viejitos?
Hermione no paraba de llorar y su rostro irradiaba felicidad infinita.
-No –contestó.
Draco sintió que su corazón se detuvo como por 30 segundos, Hermione lo miró y rió.
-Obvio que sí –contestó al ver su cara de susto
Draco sonrió, le puso el anillo y la besó.
La noticia de que la heroína del mundo mágico se casaría con un desconocido Sangre pura, recorrió todos los periódicos y revistas del mundo de las brujas. En corazón de bruja, fue la noticia de primera plana y una foto de Draco y Hermione ocupaban la portada y muchas brujas la envidiaron al ver el hombre con el que iba a contraer matrimonio. Muchos periodistas dijeron que se casaban tan rápido porque Hermione estaba embarazada, otros que por la fama de la castaña y los demás que por la fortuna del rubio, pero la única verdad era que se amaban.
Hermione salió tres días después del hospital y todos la recibieron con una fiesta –tanto de compromiso como de Bienvenida- y platicaron lo de su boda. Ginny y Luna no se despegaron de ella y el anillo tan bonito que el rubio le había comprado. Teddy jugaba con Victoire en su cuarto mientras los demás platicaban lo que habían leído en el periódico y obviamente Harry se quejó con Hermione por haberse enterado por el periódico y no por la misma castaña. Pero ellos no eran los únicos que habían visto el periódico, en un lugar no muy lejano, un pelirrojo leía el periódico y juraba venganza hacia la pareja.
Ya por la noche, cuando todo estuvo más tranquilo Teddy les preguntó si cuando ellos se casaran y tuvieran sus hijos, lo dejarían de querer. Draco le contestó que eso nunca pasaría y Hermione le hizo cosquillas. Draco lo bañó y ese día decidieron que dormirían los tres juntos.