-No, por favor –Suplicó Draco a los ángeles custodios- Tengo que regresar y salvarla...
-Tú oportunidad ya pasó y has recuperado vuestras alas –Contestó uno de ellos- Te involucraste con ella más de lo que debías y has pagado el precio.
>>Ella morirá, irá a otro grado de gloria y tú no podrás hacer nada...
-¡Dame otra oportunidad! –Rogó de nuevo- Haré lo que sea.
-Aquí no hay ángel que os quiera darte otra oportunidad –Contestó el otro- Ninguno está dispuesto a sacrificar su gloria celestial por ti...
-Yo sí...
Todos miraron a Fred, que estaba detrás de los ángeles custodios, él solo sonrío.
Los ángeles custodios no pudieron interponerse a esa decisión, pues el ángel lo había decidido, estaba dispuesto a entregar su gloria con tal de que Draco salvara a Hermione.
-Nada es gratis, Draco –Le susurró después que los ángeles se fueran- Te regresaré a un momento donde aún estaba vivo, tú tendrás que salvarme y así también salvarás a Hermione, pero ten en cuenta todo cambiará si pasa...
>>Como regresaremos al momento de la guerra, tendrás que tener mucho cuidado, solo tú y yo sabremos qué fue lo que pasó, pero no podemos evitar nuestra muerte, alguien más tiene que hacerlo. También ten en cuenta que si sobrevives es muy probable que todo cambie y Hermione no se case contigo, ni siquiera que vuelva a verte como lo hacía cuando eras ángel caído...
-No me importa –Contestó- Solo quiero que viva...
-Otra cosa –Dijo Fred- Solo tienes una hora.
Fred sonrió, tomó su cara entre sus manos, Draco sintió como un choque eléctrico que recorría todo su cuerpo y cerró los ojos.
El sonido de una explosión hizo que volviera a abrir sus ojos... De nuevo estaba en Hogwarts.
Lo primero que tenía que hacer era buscar a Fred y salvarlo, no recordaba en que piso había muerto, así que se puso a buscarlo a todos los pasillos de la escuela, evitando atacar a sus compañeros y matando a uno que otro Mortífago para defender a la gente que luchaba contra el señor tenebroso.
Por fin lo encontró, estaba luchando junto con Percy, su hermano prefecto y el trío de oro.
-¡Bromeas, Perce! –gritó Fred al mismo tiempo que el Mortífago con quien peleaba se derrumbaba bajo el peso de hechizos aturdidores. Thicknesse había caído al suelo y salían púas por todo el cuerpo; era como si se estuviera transformando en una especie de erizo de mar. Fred miró a Percy con cara de regocijo-. ¡Sí, Perce, estás bromeando! Creo que es la primera vez que te oigo explicar chistes desde que...
En ese instante se produjo una fuerte explosión y Draco supo que era el momento...
-¡Protego totalum! –Gritó
El polvo se apoderó de todo el lugar, haciendo casi imposible la visibilidad en el lugar. Draco comenzó a toser y trató de disipar el polvo, pero tuvo que esperar a que solo se quitara para ver lo que había pasado...
-Draco –Fred se acercó casi corriendo a él- ¡Me salvaste Draco!
Todos miraron asombrados como Fred abrazaba a Draco con emoción por haberlos salvado con su protego.
-Tienes que ir por Theo –Le susurró- Está en el primer piso, el Mortífago con el que pelea tiene una capa verde esmeralda, así que tienes que matarlo antes de que mate a Theo.
-Gracias por esta oportunidad –Contestó Draco- Disfruta la tuya.
Fred le guiñó el ojo y volvió con los suyos, que aún los miraban perplejos. Hermione estaba ahí y Draco por un momento tuvo el impulso de correr, abrazarla, besarla y decirle cuanto la amaba... pero no podía, tenía que salvar a Theo. Así que solamente le sonrió y se fue.
Corrió hasta llegar al primer piso, donde había más lucha y buscó a Theo, pero había demasiada gente y no podía localizarlo fácilmente, pero entonces vio la capa verde esmeralda del Mortífago que mataría a su mejor amigo. Lo siguió, hasta que llegaron a donde estaba Theo, protegiendo a Luna.
-¡Eres un traidor, Nott! –Le gritó el Mortífago
-Prefiero ser un traidor a una rata asquerosa lame botas como tú –Contestó
El Mortífago le apuntó con la varita, dispuesto a matarlo, pero Draco se adelantó.
-¡Avada Kedavra! –Gritó Draco y el hechizo impactó la espalda del Mortífago.
Theo lo miró sorprendido y asustado, todo había pasado tan rápido...
-Gracias –Le dijo por fin.
-Tenemos que tratar de salvar más gente –Dijo Draco- Tengo que salvar a mi prima
-¿Tú prima? –Preguntó Theo confundido- No sabía que tenías una prima
-No hablo mucho de ella –Contestó- Pero tiene un bebé, de unos cuantos meses de nacido... Mi prima no puede morir aún...
Draco se dio la vuelta, dispuesto a correr, pero topó con alguien y cayó al suelo... Era Tonks.
-¡Prima! –Draco se levantó de un salto y la abrazó- ¡Estás viva!
-¡¿Pero qué rayos te pasa?! –Preguntó separándose de él- ¿Desde cuándo me llamas prima y me abrazas?
-Tienes que salir de aquí –Draco la tomó del brazo y la jaló hacia la puerta- Tú y tu marido tienen que regresar con Teddy.
-¡¿Qué te sucede Draco?!
Draco no sabía que decirle, pero tenía que evitar que ella se quedara ahí en la guerra.
-Teddy está en peligro –Mintió- Escuché a uno de los mortífagos que irían a buscarlo.
Tonks palideció.
-Teddy está a salvo, está con mi madre en un lugar oculto –Contestó- No lo encontrarán
-Escuché que Bellatrix averiguó su ubicación –Mintió de nuevo- Dijo que era una aberración para la familia y que iría a matarlo.
-¡Por Merlín! ¡Tengo que buscar a Remus! –Se dio la vuelva dispuesta a correr, pero Bellatrix se interpuso en su camino
-Hola sobrina –La saludó- ¿Dónde está tu pequeño monstruito?
-Está a salvo con mi madre...
-Oh, mi querida Andrómeda –Sonrió a la vez que Draco palidecía- Tendré que hacerle una visita después de matarte
Draco no dudó dos veces y se interpuso entre su tía y su prima, protegiendo a su prima.
-Quítate Draco –Le ordenó la Mortífago- el problema no es contigo.
-No dejaré que le hagas nada –Contestó tembloroso- Ella y Teddy son la doble de valiosos que tú
-Son una aberración para la familia de sangre pura a la que pertenecemos, Draco... APARTATE –Espetó poniendo énfasis en cada letra.
-Tendrás que matarme a mí también –Contestó
-Contigo no es el problema, Draco –Le dijo Tonks- Esto es entre ella y yo, tú busca a Remus.
Draco la miró, después a Bellatrix y supo que era cierto, si alguien tendría que matar a Bellatrix era Tonks, la mujer que había muerto a causa de ella... Tenía que matarla antes de que Bella lo hiciera.
-Está bien –Contestó
-Después iré por ti, pequeño traidor –Le dijo su tía- No permitiré que me hables así jamás.
Draco sintió como su sangre se iba a los suelos y su alma lo abandonaba, tenía toda la esperanza en que Tonks fuera la primera y la última en atacar.
Corrió escaleras arriba sin mirar atrás, pero logró escuchar como Tonks atacó primero, ahora tenía que buscar a Remus, sabía que lo mataría Dolo...quien sabe que, un Mortífago insignificante a sus ojos. Corrió hasta que no pudo más y tuvo que detenerse. Estaba cansado, sus pulmones no podían más y su cuerpo estaba más que cansado, lo peor es que solo le quedaba media hora para rescatar a Remus y Hermione o al menos tenía que estar a punto de morir y que alguien lo salvara, así tendría más tiempo.
-¡Draco! –Era Theo- ¿Estás bien?
-Sí –Contestó fatigado- ¿Recuerdas al profesor de Artes Oscuras de tercer curso?
-¿Al que era hombre lobo? –Preguntó- Sí, sí lo recuerdo.
-Tenemos que encontrarlo –Se levantó- Si está peleando con algún Mortífago, tenemos que ayudarlo.
-Está bien –Contestó- Yo iré arriba, tú quédate aquí.
Draco asintió con la cabeza, pues ya no tenía fuerzas para hablar. Theo le dio un golpe amistoso en la espalda y se fue. Draco repasó todo lo que tenía que hacer en su cabeza:
1.- Salvar a Fred = Hecho
2.- Salvar a Tonks = Hecho
3.- Salvar a Remus = En proceso
4.- Salvar a Hermione = Aún faltaba
Tenía que buscar a Fred de nuevo, tenía que obtener más tiempo pues en lo que quedaba de la hora no iba a salvar a Hermione. Bajó las escaleras y lo encontró ayudando a los heridos y levantando a los caídos. Harry había ido al bosque para entregarse, Hermione también ayudaba Madame Pomfrey junto con Ron y los demás.
-¡Fred! –Lo llamó- ¡Hey!
Fred se dio la vuelta y lo miró con una sonrisa forzada, cansada y obviamente triste por tantos caídos que había en Hogwarts.
-¿Qué pasó? –Preguntó.
-Necesito más tiempo –Contestó
-Ya lo tienes –Contestó sonriente- Harry te salvó la vida en la sala de menesteres.
-¿Me salvó la vida?
-No lo recuerdas porque fue antes de que regresáramos.
-Pues en serio no lo recuerdo
-Está bien, tienes tiempo y podrás salvar a Hermione
Draco la miró a lo lejos y suspiró.
-Quiero correr y besarla –Dijo en voz baja- Fred, quiero decirle cuanto la amo...
-Pero no puedes hacerlo... No por el momento.
-Tendré que esperar a que toda esta mierda acabe... Tendré que esperar –Contestó abatido.
-Al menos hasta que tengan una relación que sea más que amistad o ella te vea con otros ojos, pues por el momento eres su enemigo y el peor...
-Fui un idiota –Se tapó la cara con las manos- No debí ser tan imbécil con ella.
-Aún no sabías lo que sentías por ella, aún no te enamorabas...
Miró de nuevo las escaleras y sonrió al ver que Theo bajaba junto con el profesor Lupin. Sonrió y se levantó.
-Tu amigo es muy bueno con los hechizos –Dijo en modo de saludo- Me salvó la vida.
-Es que no me vio a mí profesor –Bromeó- Tonks se fue con Teddy, no pudo estar más tiempo aquí.
-Está bien –Sonrió- Me quedaré un tiempo más para ayudar luego la alcanzaré.
Draco solo sonrió y asintió, él ya estaba a salvo, ya nada le podía pasar y moriría de anciano así como Tonks. Remus se alejó y comenzó a ayudar con lo que pudo. Theo se quedó frente a Draco mientras lo miraba con curiosidad.
-¿Qué? –Preguntó Draco- ¿Tengo monos en la cara?
-No –Contestó- Solo que siento que esto ya lo viví o algo así.
-Tengo hambre –Dijo Draco para cambiar la conversación- Estoy muerto, quiero llegar a mi casa y descansar.
-Eso será más tarde –Contestó Theo- Por ahora no nos queda de otra más que ayudar.
Draco vagó por los pasillos semi destruidos buscando gente o cosas perdidas. Encontró varias varitas, algunas rotas y otras un poco dañadas. Pensó en las personas que murieron en la batalla y sintió una punzada en el pecho.
Un tumulto se escuchó en la parte de abajo y supo que la guerra se había reanudado. Corrió lo más rápido que pudo y luchó a favor de lo demás. Su madre, que estaba en el bando contrario lo miró y esquivando hechizos corrió hacia donde estaba para abrazarlo.
-¡Hijo! –Sollozó- ¡Tenía miedo de que algo que hubiese pasado!
-¡Estoy bien mamá! –Contestó
-¡Tenemos que irnos! –Gritó- ¡Voldemort descubrirá que mentí y querrá matarme! ¡Si Potter no logra vencerlo, al menos estaremos lejos para entonces!
-¡No mamá! –Contestó zafándose de su agarre- ¡Tengo que buscar a Hermione!
La mamá de Draco se quedó confundida cuando el rubio corrió a los pisos de arriba, pero no lo siguió. El rubio corrió lo más rápido que pudo hasta llegar al séptimo piso, pero no encontraba a la castaña. Recorrió todo el pasillo hasta que escuchó mucho ruido detrás de él. Se dio la vuelta y se regresó para ver qué era lo que sucedía. Entonces la vio, luchando con lo Mortífagos. Antes de que pudieran decir algo, se unió a la castaña para ayudarla.
-¡Traidor! –Gritó uno- ¡Estás ayudando a una Sangre sucia!
-¡No la llames así! –Contestó- ¡Que ella es mejor que tú en muchas cosas!
-¡¿Cómo... -Hermione aprovechó ese momento y lo aturdió, el otro intentó atacarla, pero Draco fue más rápido.
Hermione se tiró de rodillas y suspiró.
-Me ayudaste –Susurró cansada
-No ibas a poder hacerlo sola –Contestó y la estiró del brazo para levantarla- Estás loca, Granger. ¿Dos Mortífagos?
-Tenía que distraerlos –Contestó- Gracias por ayudarme
Draco la miró y sonrió, no pudo evitarlo y la abrazó.
-Me alegra que estés bien, Hermione...
Hermione se despegó un poco de él y lo miró espantada, Draco se acercó, dispuesto a besarla, pero de nuevo una explosión se escuchó y lo único que hizo fue lanzarla lejos. Entonces, todo se tornó oscuro.
-¡Draco! –Era Hermione- ¡Despierta!
El rubio abrió poco a poco sus ojos y tosió. Las piedras y los escombros aplastaban su pecho, impidiendo que Draco pudiera respirar bien. Trató de mover su pierna, pero un dolor agudo lo hizo gritar, estaba rota. Sintió que comenzaba a ahogarse, entonces comprendió que sus pulmones estaban perforados. Tosió.
-¡Te ayudaré! –Hermione lloraba- ¡Te sacaré de aquí! ¡AYUDA!
-Hermione...
-Shhh –Lo calló.
-Hermione...
-No digas nada, Draco –Se limpió las lágrimas- Estarás bien.
-Te amo –Susurró- Siempre te amé...
Hermione comenzó a llorar de nuevo. Entonces todo el mundo de Draco se tornó oscuro... Se había acabado, había salvado a Hermione, su misión estaba completa.