Vendetta >CAMREN< (Editando)

Capítulo. 9

Historia de HeIsTaken

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- Tiene cinco años. Se supone que los hijos son producto del amor de sus padres, pues ese no es su caso. Christian y yo sólo habíamos estado demasiado ebrios aquella noche. Al día siguiente acordamos pretender que nunca había sucedido, pero al mes le di la noticia. Los dos fuimos responsables esa noche, y él no abandonaría a un hijo suyo. El resultado de aquella aventura y los nueve meses restantes fue Clary.- hizo una pequeña pausa.- Ella es... Mi todo, mi princesa, la luz de mi vida. Y creo que si ella no hubiera aparecido en esos momentos donde mi vida no tenía sentido, yo no hubiera sobrevivido.

Lauren se había decidido por contarle la historia de su pequeña niña a la castaña, ambas se encontraban en el interior del coche, aun en el estacionamiento de la cafetería.

- Suena a que es muy linda.- dijo Camila al terminar de oír lo que le contaba la ojiverde.

- Lo es.

- Pero estoy confundida. Nunca he oído que la mencionarás tu o alguien más en el Restaurante.

- Eso es porque Christian rara vez me permite verla. Cree que no soy apta para cuidar de una niña. Después de... unos incidentes.- respondió Lauren con un deje de decepción en su voz.

- Y... ¿Lo estás? - tanteó despacito Camila.

- Por el amor de Dios, cuide de mis hermanos pequeños por muchos años.- Camila ya sabía eso - y es mi hija, sé como cuidarla y lo qué es mejor para ella.

- Bueno, siempre podrías llevarlo a juicio. Una madre tiene derechos.- propuso Camila.

Lauren suspiró, cansada. Todo últimamente la hacía lucir cansada, excepto ese demoledor beso de hacía un rato.

- Él ganaría. Tiene bastantes argumentos de por qué no merezco verla, me lo ha dicho en la cara incontables veces. Pero vamos, no hablemos más de Christian. ¿Quieres que vaya a dejarte a casa?

Camila asintió.

- Sí por favor.

No iban a hablar del beso. No.

Así que, quince minutos después, Lauren estaba frente a la casa de su empleada, esta estaba levemente dormida, con la cabeza contra la ventanilla del coche.

- Karla...- Lauren la zarandeó un poco para despertarla.- ya estamos aquí.

Volvió a sacudirla. Que tierna se veía.

Camila se acomodó en el asiento y luego abrió los ojos, los cuales estaban pequeñitos por el sueño, provocando que se los restregara con los puños.

- ¿Cómo sabías donde vivo? - preguntó desinteresadamente, tenía sueño, era entendible.

Estaba la posibilidad de que Mabel y Lauren hablaran sobre ella y su vida, pero no la creía factible y dudaba de eso.

- Digamos que Mabel vive al frente y... Está tu dirección en tu curriculum.

Implícitamente era «Conozco esta casa a la perfección». Pero no lo diría.

- Mhm okay... Uh... Supongo que - un pequeño bostezo - tengo que... Eh... ¿Irme ya?

Lauren río al oír el balbuceo de la chica somnolienta.

- Creo que si, Camila.

Ese nombre fue como un balde de agua fría para la ojimarron, se le quitó el sueño deprisa y se acomodó bien en el asiento.