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—Hyu-Hyung ¿Dije algo malo?—pregunto el menor al ver que el otro no paraba de mirarle con ambos ojos abiertos como platos.

—N...no, es más, me encanta. A mi corazón también le gusta TaeTae—sonrió.

Sus manos se trasladaron hasta la cintura del pequeño, haciendo que sus labios se acercasen nuevamente, dando un casto beso sobre éstos para luego separarse y despeinar levemente su cabello castaño, no había mejor sentimiento que saber que estás con quién te hace feliz.

—Mi corazón no me dice nada, pues te lo robaste, TaeHyung.

—¡¿Me lo robe?!—exclamó sonrojado y con una clara expresión de sorpresa en su rostro.

El mayor soltó una risa burlona y el menor se limito a sonreír mientras acariciaba con mucho cariño sus manos.

—U-usted, estaba muy preocupado por saber que sucedió en el pasado, así que yo...creo que es momento de que se lo diga.

De inmediato el mayor supo que se venía un tema muy serio, el cual requería de su completa atención, se sentaron mucho más cómodos en el extenso sofá mientras cruzaban miradas, el mayor poniendo atención a cada pequeño gesto que el contrario realizase.

—No tuve una infancia precisamente feliz, cuando era pequeño, mi madre se divorció de mi padre y poco tiempo después se emparejo con un hombre que cargaba con cinco niños quiénes eran sus hijos, mi madre los amaba, eran como sus hijos también; sin embargo, en aquella casa tan pequeña no cabíamos mi mamá, yo y ese hombre con los cinco chiquillos. Un día—suspiro—después de ir a un Mac Donald's por la tarde, nos subimos todos al auto; me quede dormido, de allí en adelante no sé que paso, sólo sé que cuando desperté estaba tirado en un basurero municipal y ya era de noche, no sé cual sería la hora exacta, lo que recuerdo muy bien es que—agacho la mirada y apretó las manos de Hoseok Hyung con fuerza, intentando contener las lágrimas—al lado de mí, había una nota...con un—finalmente las lágrimas se desbordaron de sus ojos— Espera, volveremos por ti pronto.

Mientras tanto, Hoseok solo podía escuchar atentamente cada palabra que salía se la boca del jovencito, saber que fue lo que pasó antes de ser aquel joven carismático y sonriente le hacía reflexionar sobre muchas cosas.

¿Sería feliz realmente? ¿Todas sus sonrisas eran una farsa? Sentía una profunda rabia hacia quien decía ser su madre, no podía entenderla, no debía entenderla... No la entendía, y no lo iba a hacer jamás; dejar a su hijo para largarse con un infeliz que a lo mejor ni siquiera le daba una buena vida, dejando al pequeño en un basurero, cuando en realidad la verdadera basura era esos que se hacían llamar su familia.

Cuando TaeHyung concluyó con la historia y las lágrimas bajaban por sus mejillas, con sus pulgares secaba sus párpados, abrazándole, él lo necesitaba.

Caramel Heart - HopeV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora