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El caso no tardó en ser intervenido por la directora, quien fue llamada por el mismísimo ChanYeol. Se los habían llevado fuera de la institución una vez llegó la policía para investigar a fondo que fue lo que pasó, si había sido una agresión por parte de solo HoSeok este sería atacado por la ley de protección de menores, pero si fue por parte de JiMin o algo parecido, por obligación él tendría que ser expulsado; En cuanto a YoonGi, él fue llevado de urgencia al hospital y sometido al igual que los otros a una investigación para descubrir con exactitud porque había quedado de esa forma, porque a pesar de que harían que HoSeok y JiMin dijesen su testimonio, no se podían confiar al cien por ciento de sus confesiones.

A TaeHyung, ChanYeol y MinSeok se los llevaron devuelta a clases, a ellos no los investigarían todavía pues primero tenían que interrogar a "las tres piezas clave."

Tae estuvo toda la clase de biología golpeando su lapicero contra la madera del pupitre, con la mirada gacha y sumida en su cuaderno sin prestar la más mínima atención a lo que la profesora recitaba, la verdad es que estaba tan preocupado, se preguntaba sin descanso si HoSeok sería llevado a la cárcel o si ya no volvería a ver la sonrisa de JiMin todos los días al entrar en el salón de clases, se sentía abrumado, pero lo que más le causaba desesperación era ver como ChanYeol y MinSeok se lo tomaban con tanta calma, como si fuese cosa de todos los días el que tu novio, tu mejor amigo y bueno... YoonGi, se golpearan hasta quedar casi inconscientes. Le parecía tan absurdo ver su expresión de tranquilidad, ¿Qué les calmaba? Si eso a él solo le impacientaba más.

Después de cuatro largas horas de escuchar a una mujer mayor de cuarenta años parlotear y escribir sin cesar cosas en el pizarrón, la campana sonó anunciando el fin de la jornada de clases del día de hoy. Tae recogió sus cosas con prisa, pensaba en llegar a casa pronto, no importaba que no supiera nada de HoSeok en unas cuantas horas, al menos el estar en su casa le haría sentir un poco mejor.

MinSeok y ChanYeol parecían tener otros planes para hoy, pues ambos salieron juntos delante de él, se le hizo extraño, era como si ese suceso los hubiera separado de repente, no lo entendía pues ni siquiera una mirada le dedicaron, era como si por causa de la ausencia de su amigo de pelo rubio todo se hubiese desmoronado. Apretó con fuerza la correa de su mochila, intentando deshacerse de esos pensamientos, quizás simplemente ellos estaban tan afectados como él, quizá mañana todo volvería a ser como antes.




[...]



Al llegar a casa arrojó la mochila sobre el sillón y comenzó a despojarse de su corbata, se sentó un momento en el taburete de la cocina sobándose la sien, miró por unos segundos el teléfono fijo que reposaba sobre la encimera, deseaba llamar a alguien; sin embargo, no sabía a quién, supuso que lo único que necesitaba ahora era compañía, pero tampoco entendía de quién la quería. Reposó su mejilla en la palma de su mano, no se estaba aclarando en estos momentos y eso conseguía abrumarlo de sobremanera.

Finalmente, se levantó del asiento y fue a por un vaso de leche, intentando olvidarse de los pensamientos y la cantidad de preguntas sin respuesta que se hacía, al terminar de beber el líquido, puso el vaso dentro del fregadero y aprovechando que HoSeok no se encontraba, tal vez a él no le molestaría que se diese una vuelta por la casa, desde que había pisado el sitio a duras penas conocía lo que era el salón, las habitaciones y básicamente lo esencial, pero no sabía que había más allá de eso, más allá... En donde se encontraba el sótano.

Si HoSeok estuviera allí se enojaría sin ninguna duda, después de todo a nadie le gusta que invadan su privacidad, pero ya que no se hallaba no tendría nada de malo ¿No?. Subió al segundo piso a cambiarse brevemente, poniéndose una playera con lo que parecía ser un estampado de pingüino, unos shorts negro un poco más arriba de la rodilla y una pantuflas con medias, no era un gran fanático de la moda, a decir verdad.

A pasos cautelosos se fue acercando hasta el pasillo que parecía estar embrujado, era oscuro y la luz se colaba solo un poco por una especia de ventanilla rectangular, a medida que se fue acercando a la puerta se percató de una mancha de sangre en el marco blanco y deteriorado, era una mancha peculiar porque parecía como al el individuo hubiese intentado escapar de las garras de HoSeok y a cambio dejó su huella sobre ese viejo marco. Tomó la perilla fría entre su mano, tragando saliva como si le fuese una dificultad, dudó en si girarla o no, un escalofrío recorrió su espina dorsal al pensar en lo que sucedería si Jung llegaba y lo descubría husmeando entre su privacidad, aunque en realidad las probabilidades de que él llegase justo ahora eran nulas, un suspiro pesado se escapó de sus labios y decidió girar la perilla.

Lo que pudo divisar fueron unas escaleras bastante viejas de madera, bajando hasta ese macabro sitio, era igual a los de las películas de miedo, de esos en los que te sale un demonio subiendo a una velocidad sobrehumana por los escalones. Antes de continuar con su aventura, pensó en que lo mejor sería llevar una linterna consigo, no quería toparse con algo indeseado; Corrió hasta la cocina por el susodicho objeto, una vez lo tuvo entre sus manos continuó en lo suyo, encendió el utensilio pudiendo ver al final de la escalera, pasó la linterna por el resto de la habitación, intentando hacerse una idea, lo que pudo apreciar era una habitación prácticamente cuadrada, el piso estaba lleno de manchas que no quería descubrir lo que eran.

Comenzó a bajar por los escalones y cada que pisaba uno éstos rechinaban, al poner su pie sobre el último se rompió, haciendo que terminara en el suelo con un par de astillas clavadas en su tobillo que le hicieron lamentar su existencia, pues parecía también habérselo doblado, estuvo apoyado en el suelo por unos minutos hasta que el dolor disminuyó y logró arrastrarse hasta tomar la esquina de lo que él reconoció como un escritorio para apoyarse y colocarse en pie. Tomó la linterna, que había metido dentro del bolsillo de su short, para poder familiarizarse con el ambiente, al encenderla vio que sí, estaba con un escritorio bastante empolvado a su lado, pasó la luz por la derecha al final del mueble, viendo algo negro que le hizo soltar la linterna por un momento del susto que le dio, la volvió a recoger con las manos temblorosas, su corazón latía tan rápido que podría salirse de su pecho si así lo deseaba.

Decidió no acercarse hasta el bulto negro todavía, en su lugar inspeccionó a fondo el mueble que estaba frente a él, abrió el primer cajón y no encontró nada, al abrir el segundo le fue dificultoso, parecía estar atascado, al final cedió pero solo encontró unas jeringas que con evidencia no tocaría, al abrir el tercer y último cajón se encontró con un montón de vídeos en formato VHS, cada uno tenía escrito encima un nombre diferente, leyó "Lee MinHyuk", "Park Dojoon", "Park Jisung", tomó el último, había muchísimos más pero no se pondría a inspeccionar uno por uno, simplemente tomó ese para ver de qué se trataba, la curiosidad le comía vivo.

Subió las escaleras con prisa evitando pisar la sustancia del suelo, dejó la linterna sobre el sofá y se lanzó sobre la alfombra enfrente del televisor, encendió el reproductor de VHS y metió el cassette allí, en la pantalla salió el símbolo de "cargando", se sentó en posición de mariposa esperando con impaciencia, y de inmediato se arrepintió de lo que vio.

Las arcadas vinieron junto con las lágrimas, y tuvo que quitar la cinta enseguida porque no sabía si sentirse asqueado o en extremo enojado, miró la cinta nuevamente y se dio cuenta de que tenía marcada una fecha, esa fecha es de cuando él y HoSeok ya se conocían.

Lo que se mostraba en el vídeo era a HoSeok en el sótano sobre una camilla, violando a un jovencito de no más de quince años.




[...]



Antepenúltimo.

key.

Caramel Heart - HopeV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora