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—Tú...te robaste el amor de Hoseok—susurraba casi sin fuerzas mientras que de su boca caía un hilo de sangre.

YoonGi estaba bien, Hoseok era su amigo, su mentor, su maestro; y podía ser algo más, pero TaeHyung se entrometió y sus esperanzas cayeron al suelo, su frágil corazón de cristal se pulverizaba con la aparición de ese intruso al que llamaban Kim TaeHyung.

—Déjame ir Hoseok... Por favor déjame, ya entendí que te perdí.

El cuerpo del joven de cabello azabache se hacía más liviano, sentía los golpes, cada uno, la ira en su interior era fuerte, pero no tanto como el dolor de perder a quien te importa por un chiquillo entrometido. Hoseok lo soltó, haciendo que su cuerpo cayera duramente al suelo, intento levantarse ya sin fuerza alguna, pero eso no parecía importarle, ya nada le importaba.

Mientras otras personas podrían pensar que Min YoonGi es un joven con malas intenciones y sin corazón, TaeHyung sabía que no era así, sabía de alguien más que amaba a YoonGi con todo su corazón y que no le dejaría ir jamás sin importar cuán vil llegase a ser; el mejor amigo de Tae, Park JiMin, un joven dulce, paciente y tranquilo con unas excelentes notas, él era la única persona que sin importar la situación nunca despreciaría a YoonGi, él era muy compasivo, incluso con los monstruos.

YoonGi se fue retirando de la casa poco a poco, arrastrándose y casi pareciendo que se iba a desmayar. Por más ganas que tuviese el jovencito de cabellos castaños de ir a ayudarlo, sabe perfectamente que si se le acerca Min lo despreciara más de lo que ya lo hace.

(...)

Las horas pasaron y en cuestión de minutos ya era de noche otra vez, tanto el Hyung como el Dongsaeng no se habían hablado desde que YoonGi desapareció por la puerta. Silencio, eso era lo único que rondaba por la casa, Hoseok se encontraba en su habitación y TaeHyung en el salón principal comiendo un delicioso pie de manzana que había encontrado en el refrigerador y el cual a Hoseok no le importo que comiese.

Un pensativo profesor Jung reposaba en la cama de su habitación donde el silencio reinaba, era tal que hasta podía escuchar los latidos de su corazón o su respiración; pensaba en todo y nada, en lo que pudo haber evitado, en las veces que él—NamJoon—le había dicho que debía acabar con su mundana vida de asesino, en la primera vez que vio a TaeHyung entrando a la preparatoria; cuando pensaba en que él sería una de sus víctimas, más ahora estaba profundamente enamorado, tanto que matarlo sería lo último en lo que pensaría.

—Ya es suficiente de lamentaciones Jung Hoseok—se dijo así mismo.

Se levantó y coloco sus pantuflas para caminar hacia el piso de abajo, donde se hallaba TaeHyung.

—Eso se ve delicioso, ¿Me darías un poco?—decía el mayor mientras entraba a el salón principal y visualizaba a un alegre jovencito comiendo mientras el felino se removía por sus piernas ronroneando y maullando.

TaeHyung se dio la vuelta encarando al mayor y le dedico una agradable sonrisa mientras éste se sentaba a su lado.

—Hyung, diga "ah"—le ordeno mientras recogía una porción de pie en la cuchara y la acercaba a la boca del otro quien la recibía con gusto.

Soltó una pequeña risa traviesa.

—Oiga Hyung, puedo...—sus mejillas comenzaron a teñirse de un rojo leve—darle un...besito?

Hoseok paso de sonreír gustoso y saborear el pie a intentar no atragantarse por la pregunta inocente del jovencito.

Se acomodó totalmente enfrente de TaeHyung, con las manos a su alrededor, se acerco a sus labios, sintiendo como ambos pares se rozaban levemente hasta que su boca sorprendió a la del menor, atrapando sus labios entre los de él, besándole suavemente; cosa que no había hecho jamás, sus labios siempre iban acelerados, a toda velocidad, pero esta vez se tomaba el tiempo de saborear sus exquisitos labios como el pie que el pequeño le había dado a probar, disfrutando del momento, sin prisas, sin apuro, solo sus labios moviéndose al compás del otro.

Aunque la cosa después de unos segundos se comenzó a volver más salvaje, después de que Tae—por instinto—pasase sus brazos alrededor del cuello del contrario profundizando el beso; había tomado un ritmo más rápido y el menor torpemente le seguía, mordió el labio inferior del susodicho suavemente jalando un poco mientras él respondía con un pequeño gemido.

¡Me gustaban un montón los besos de Hoseok Hyung!

Los labios de TaeHyung simplemente hacían que Hoseok perdiese el control, la manera inocente en que intentaba seguirle el beso, como con el simple tacto de sus manos en el cuello del contrario hacía que éste sintiese sensaciones tan distintas...

Sus labios, sus caricias, todo él lograba volverle loco.

—Tae...—susurraba contra su boca, tomando aire para besarlo de nuevo, para saborear esos labios dulces con un toque a manzanas, su niño de corazón de caramelo y labios sabor a frutas.

Después de otro corto beso, el joven de cabellera castaña se separó un poco de él, a solo unos centímetros de sus labios, bajando sus brazos del cuello contrario y juntando sus manos con las del otro, acariciando y haciendo mimos en éstas.

—Hoseok Hyung, ¿Qué pasa cuando...a una persona le late el corazón muy rápido al estar junto a otra?

El rostro de Kim estaba hecho un tomate, su respiración estaba agitada y humedecía sus labios los cuales parecían estar hinchados. Ambos cruzaban miradas, la cercanía causaba que el menor se pusiese nervioso y de vez en cuando apretase un poco la mano de su mayor.

Una risita nasal emergió de los labios de Jung, dejando un beso en la coronilla de su pequeño, cada pregunta que éste le formulaba hacía que sintiese una nueva sensación; solo con oírlo hablarle hacía que se preguntase a sí mismo ¿Cómo había caído en sus encantos? En su maravilloso ser.

—Porque a tu corazón le gusta esa persona, porque tus emociones a lo mejor dicen lo que tus palabras tienen vergüenza de decir.

Hoseok sin duda se sentiría el hombre más afortunado del mundo si el corazón del pequeño fuese suyo, si ese jovencito de diecisiete años lo amase tanto como él lo amaba.

—Ow...¡Entonces a mi corazón le gusta Hoseok Hyung!







Caramel Heart - HopeV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora