𝟬𝟭𝟱 sleeping lions

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CAPÍTULO QUINCE: LEONES DURMIENTES

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CAPÍTULO QUINCE: LEONES DURMIENTES.



      Cuando los hermanos Sakamaki y Yusuki asistieron a la escuela, rápidamente se percataron que había algo diferente

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      Cuando los hermanos Sakamaki y Yusuki asistieron a la escuela, rápidamente se percataron que había algo diferente. El aroma en el aire era distinto, delatando la presencia de entidades despreciables. Ni siquiera llegaron a cruzar las puertas de la entrada, que pudieron comprobar sus sospechas.

      —¿Bromeas? —chilló una niña mientras charlaba con otra en su camino a la escuela—. ¿Realmente nuestro Idol vino a estudiar a nuestra escuela?

      —Nunca hozaría bromear sobre algo como eso —negó la otra chica de cabello púrpura, y ambas comenzaron a correr al ingresar a la institución, claramente con el único motivo en sus mentes de encontrar a la persona que tanto admiraban antes que los demás.

      La pelirosa ignoró aquello, al igual que Subaru y Kanato que ingresaron tras las chicas. Sin embargo, la vampira disfrutó ver a Ayato y Laito indignarse por el hecho que las chicas no les habían saludado. Ni siquiera habían mirado en su dirección. Su molestia estaba clara en sus rostros.

      Yusuki sonrió con burla—. Siento decírselos, chicos, pero parece que la magia de su hechizo se está disipando.

      Ayato rodó los ojos y se adelantó hacia su salón, mientras que Laito pasó su brazo por sobre los hombros de Yusuki—. No es que haya perdido mi encanto, sino que saben respetar el hecho que ahora estoy contigo.

      La aludida lo miró con incredulidad—. Por favor Laito, nadie cree la mentira de que puedas ser fiel a alguien. Además, estoy segura que ellas estarían más que felices por "ganar tu corazón" por sobre mí.

      —Eso es imposible —aseguró Laito, tomando la barbilla de la chica y acercando su rostro para que la mirara a los ojos—. Nadie es mejor que tú, princesa.

      La pelirosa no pudo evitar sonreír. Si bien seguía sin creer sus palabras, no podía negar que escuchar aquellas palabras no la contentaba y enviaba choques eléctricos por su cuerpo. Por un momento, permitió que la felicidad embargara su cuerpo.

DEADLY CURSED; diabolik lovers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora